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sábado, 26 de septiembre de 2015

George Raft (New York City, US, 26-9-1901 / Los Angeles, California, US, 24-11-1980): In memoriam

EL VILLANO SEDUCTOR

Tal día como hoy, hace 114 años, nació el actor estadounidense George Raft. Introducido en Hollywood al mismo tiempo que el cine sonoro, actuó como bailarín en algunos de los primeros films musicales, pero se le recuerda fundamentalmente por su personificación de múltiples papeles de gangster, cuyo mundo conocía bien desde su juventud, según propia confesión. Muy popular en los años 30 y primera mitad de los 40, su tendencia a la frialdad expresiva, el hecho de que su estilo sofisticado pasase de moda y su fama de mafioso (que siempre le acompañó) dieron lugar a que en adelante el actor se contentase con interpretar al duro, elegante y frío George Raft allí donde se le requería.
Hijo de inmigrantes alemanes George Ranft (su nombre real) nació en el conflictivo barrio neoyorkino Hell's Kitchen. Fue boxeador y desde muy joven mostró aptitudes para el baile, lo que, unido a su sentido de la elegancia, le permitió ganarse la vida en nightclubs de Nueva York, en escenarios de Broadway y posteriormente en Londres. En esa época se relacionó con famosos personajes del hampa como Bugsy Siegel o Meyer Lansky. En 1929 marchó a Hollywood, debutando en el cine como bailarín en musicales o en pequeños papeles secundarios.
Su silueta delgada, su seducción sombría y su turbio encanto propiciaron que en un principio se pensara en él como 'el nuevo Valentino'. Sin embargo, su suerte fue echada por su composición de un frío asesino, mano derecha del protagonista Paul Muni, en Scarface (1932), obra maestra de Howard Hawks de fundamental y decisiva influencia en las películas de gangsters posteriores. En ella se estableció la imagen más recordada de Raft: vestido con impecable esmoquin, pelo engominado con la raya en medio y constantemente lanzando al aire una moneda que luego recogía. A partir de entonces se convirtió (junto a James Cagney y Edward G. Robinson) en una de las grandes estrellas del género gangsteril en las décadas de los 30 y 40, aunque también se le encomendaron papeles de otra índole. Entre sus siguientes películas figuran Noche tras noche (1932) de Archie Mayo, comedia dramática con Constance Cummings que supuso el debut de Mae West en el cine, Si yo tuviera un millón (1932), film con siete episodios realizados por otros tantos directores, correspondiendo a Raft protagonizar "The forger", el filmado por H. Bruce Humberstone, Pescada en la calle (1933) de Marion Gering, drama criminal con Sylvia Sidney, El arrabal (1933) de Raoul Walsh, comedia dramática de época con Wallace Beery y Jackie Cooper, Suena el clarín (1934) de Stephen Roberts, drama triangular con Adolphe Menjou, Frances Drake y Raft interpretando a un torero mexicano, Mi vida entera (1934) de James Flood, drama con Fredrich March y Miriam Hopkins, Bolero (1934) de Wesley Ruggles, musical de gran éxito con Carole Lombard que permitió a Raft lucir sus sofisticadas dotes como bailarín, Limehouse blues (1934) de Alexander Hall, drama criminal con Jean Parker y Anna May Wong, La llave de cristal (1935) de Frank Tuttle, primera adaptación a la pantalla de la novela de Dashiell Hammett, con Edward Arnold y Claire Dodd, A las ocho en punto (1935) de Raoul Walsh, comedia musical con Alice Faye, Frances Langford y Patsy Kelly, La danza de los ricos (1935) de Tay Garnett, comedia con Joan Bennett, Rumba (1935) de Marion Gering, drama musical con Carole Lombard donde también bailó aunque con mucho menor éxito, Lo quiso el destino (1936) de Roy Del Ruth, drama con Rosalind Russell, Almas en el mar (1937) de Henry Hathaway, film de aventuras marinas que coprotagonizó junto a Gary Cooper, You and me (1938) de Fritz Lang, drama criminal con Sylvia Sidney, Lobos del norte (1938) de Henry Hathaway, film sobre la pesca en Alaska, con Henry Fonda y Dorothy Lamour, Robé un millón (1939) de Frank Tuttle, drama criminal con Claire Trevor, o Muero cada amanecer (1939) de William Keighley, drama carcelario con James Cagney.
En la década siguiente, Raft aún conservó su estatus estelar con títulos como El gangster y la bailarina (1940) de Archie Mayo, drama criminal con Joan Bennett, Pasión ciega (1940) de Raoul Walsh, noir con  Ann Sheridan, Ida Lupino y Humphrey Bogart, hoy un clásico, Alta tensión (1941) de Raoul Walsh, drama triangular con Edward G. Robinson y Marlene Dietrich, o Broadway (1942) de William A. Seiter, drama musical con Pat O'Brien, donde Raft se interpretaba a sí mismo recreando un incidente antes de convertirse en actor de cine. El fin de su contrato con Warner, que empezó a asignar papeles pensados para él al emergente Humphrey Bogart, acarreó el inicio de su declive. Si bien todavía logró el éxito con Nob Hill (1945) de Henry Hathaway, drama musical con Joan Bennett, Vivian Blaine y Peggy Ann Garner, Capitán Angel (1945) de Edwin L. Marin, noir con Claire Trevor y Signe Hasso, Señal de parada (1946) de Léonide Moguy, noir con Ava Gardner y Victor McLaglen, y Nocturno (1946) de Edwin L. Marin, noir con Lynn Bari, tuvo su primer fracaso de taquilla en años con Mr. Ace (1946) de Edwin L. Marin, drama con Sylvia Sidney. Tampoco le fue bien en sus siguientes trabajos para RKO. Mejor resultado dieron las producciones de serie B La última carga (1949) de Robert Florey, film de aventuras en Marruecos con Marie Windsor y Akim Tamiroff, Johnny Allegro (1949) de Ted Tetzlaff, noir con Nina Foch y George Macready, Luz roja (1949) de Roy Del Ruth, noir con Virginia Mayo, o Una profesión peligrosa (1949) de Ted Tetzlaff, noir con Ella Raines y Pat O'Brien. 
En los primeros años 50 protagonizó varias películas europeas de bajo presupuesto, volviendo a su país para aparecer en La viuda negra (1954) de Nunnally Johnson, drama de intriga con Ginger Rogers, Van Heflin y Gene Tierney, Prisionero de su traición (1954) de Roy Rowland, noir con Robert Taylor y Janet Leigh, o El regreso del gangster (1955) de Lewis Allen, noir con Edward G. Robinson. Tras varios años de inactividad, Billy Wilder lo recuperó en Con faldas y a lo loco (1959), popular comedia con Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Tony Curtis, en la que interpretaba a un temible gangster de Chicago persiguiendo a estos últimos, dos músicos testigos presenciales de la célebre matanza del día de San Valentín y huidos a Florida travestidos y camuflados en una orquesta de señoritas. Un personaje, entre el pastiche y el homenaje, a la medida de Raft. Sin duda el gran éxito de la película fue decisivo para que dos años después Joseph N. Newman realizase "The George Raft story" (1961), una versión de la historia de la vida del actor, al que interpretó Ray Danton junto a Jayne Mansfield. 
El último tramo de su carrera incluye títulos como Jet sobre el Atlántico (1959) de Byron Haskin, drama aéreo con Guy Madison y Virginia Mayo, Du Rififi à Paname (1966) de Denys de La Patellière, thriller francés con Jean Gabin y Gert Fröbe, Cinco dragones de oro (1967) de Jeremy Summers, comedia británica de acción con Bob Cummings, Skidoo (1968) de Otto Preminger, comedia con Jackie Gleason y Carol Channing, Pacto con el diablo (1972) de Peter Ustinov, comedia negra con Elizabeth Taylor y Richard Burton, Sexteto (1978) de Ken Hughes, comedia con Mae West donde brevemente Raft se interpretaba a sí mismo, y A lo loco y con la cara del otro (1980) de Robert Day, comedia paródica con Robert Sacchi como un hombre con fijación por Humphrey Bogart que se realiza una cirugía plástica para ser exactamente igual que él.
George Raft sólo se casó una vez en toda su vida, en 1923, mucho antes de convertirse en estrella, con Grayce Mulrooney. Aunque la pareja se separó pronto y no tuvo hijos, la devota católica esposa se negó a concederle el divorcio y Raft permaneció casado y la mantuvo hasta que ella murió en 1970. No obstante, el actor tuvo asuntos sentimentales con estrellas de Hollywood, como Mae West, Marlene Dietrich, Norma Shearer o Betty Grable.
Fuera del cine su vida fue muy ajetreada. En 1959 perdió casi toda su fortuna cuando el nuevo régimen político de Fidel Castro le cerró una sala de juegos de su propiedad en La Habana. También se vio perseguido por el fisco norteamericano por evasión de impuestos y en 1967 se le negó la entrada en el Reino Unido (donde había dirigido el Casino Colony Club) debido a sus relaciones con los bajos fondos. George Raft falleció de leucemia a los 79 años. 



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