EL PLAGIO MÁS CÉLEBRE DE LA HISTORIA DE LA MÚSICA POPULAR
El 15 de enero de 1971 se publicó en Gran Bretaña el primer single del ex beatle George Harrison, cuya cara A contenía la canción My sweet Lord, aparecida en el álbum triple All things must pass, publicado en noviembre de 1970 con producción de Harrison y Phil Spector. La canción contenía un mensaje religioso dedicado al dios hindú Krishna. Fue la más exitosa de todas las composiciones de la carrera de Harrison en solitario, alcanzando el nº 1 en Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, Francia, Suiza, Suecia, Noruega, España y México. Hacia 1978 el single había vendido más de cinco millones de copias.
Sin embargo la canción resultó ser todo un quebradero de cabeza para Harrison: se parecía demasiado a "He's so fine" (Ronnie Mack), que, cantada por el cuarteto femenino neoyorquino The Chiffons, en 1963 había encabezado las listas de Billboard Hot. El 10 de febrero de 1971 Bright Tunes Music Corporation, poseedora de los derechos, demandó a George Harrison por plagio. No habiendo acuerdo entre las partes, el juicio se celebraría en Nueva York en febrero de 1976 y el juez, asesorado por expertos musicólogos, dictaminó que Harrison había cometido 'plagio subconsciente' y le condenó a pagar 1.600.000 $. Pero, tras recurrir la sentencia, George se llevó una agria sorpresa al darse cuenta de que el receptor de tal cantidad ya no sería Bright Tunes, sino Allen Klein, astuto ex manager de Harrison y Los Beatles, que en abril de 1978, a través de su compañía estadounidense ABKCO, compró los derechos de "He's so fine" por 587.000 $. Un segundo juicio en abril de 1981 decidió que, debido a la duplicidad de Klein en el caso, esta última cifra sería la que Harrison habría de pagar a ABKCO, reduciendo la deuda en algo más de un millón de dólares. El litigio continuaría hasta principios de la década de los 90. Finalmente Harrison retuvo los derechos de ambas canciones en el Reino Unido y Norteamérica y Klein en el resto del mundo.
Vaya.
ResponderEliminarEs una canción de culto.
Yo estoy de parte de George.
Qué manipuladores!