EL MÁS EXÓTICO AVENTURERO
El prematuramente desaparecido actor estadounidense Jeff Chandler nació tal día como hoy en 1918. Alto, fornido, apuesto, de cabello prematuramente encanecido, rostro anguloso, labios carnosos y hoyuelo en la barbilla, en los años 50 se convirtió en un personaje muy atractivo para el público. Fue lanzado por los estudios Universal después de personificar para 20th Century Fox al jefe apache Cochise en el western Flecha rota (1950), papel que le supuso una candidatura al Oscar al mejor actor de reparto, alcanzando inmediatamente después un estrellato que mantuvo hasta su temprana muerte en 1961. En todo caso Universal nunca consideró sus posibilidades como actor dramático y lo encasilló sobre todo en westerns y exóticas películas de acción o aventuras. Seductor a la carta, por sus brazos pasaron actrices como Maureen O'Hara, Loretta Young, Rhonda Fleming, Jane Russell, Joan Crawford, Anne Baxter, Kim Novak, Lana Turner, June Allyson o Susan Hayward. El actor consagró todas sus energías en su carrera hasta el punto de que se sintó cronicamente fatigado. Se quejaba de la sobrecarga de trabajo y de que para ser un astro en la pantalla era obligatorio quitarse la camisa y lucir el torso depilado (él era muy velludo). Chandler poseía buen oído para la musica y una aceptable voz para
cantar. En 1954 grabó su primer single, al que seguirían otros y varios
álbumes. También se presentó como cantante en Las Vegas y en adelante
en diversos nightclubs.
Ira Grossel (su nombre real) vino al mundo en el barrio neoyorquino de Brooklyn en el seno de una familia judía donde fue hijo único. Siendo niño sus padres se separaron y él quedó bajo el cuidado de su madre. Cuando era un estudiante adolescente se aficionó al teatro y actuó en funciones escolares. Entre sus compañeros de clase estuvo la futura actriz Susan Hayward. Ya entonces quería ser actor, pero su padre lo puso a trabajar de cajero en un restaurante. Entretanto estudió arte comercial y se empleó como diseñador gráfico en una empresa de venta por catálogo. Cuando consiguió ahorrar suficiente dinero asistió a un curso de arte dramático en una escuela neoyorquina. Después trabajó en la radio y, bajo el nombre de Michael Shayne, se incorporó a una compañía de teatro de repertorio en Long Island, donde también se ocupó de la escenografía. En el verano de 1941 llegó a formar su propia compañía teatral en Illinois, que efectuó con cierto éxito giras por varios estados. Pero al año siguiente su país entró en la II Guerra Mundial y él se alistó en el ejército, siendo destinado a las Islas Aleutianas, al sudoeste de Alaska. Allí permaneció cuatro años y se licenció con el grado de teniente.
A finales de 1945 se trasladó a Los Angeles con la intención de pasar pruebas de pantalla. A poco de llegar se vio envuelto en un grave accidente de tráfico que le dejó como secuela un pronunciadamente visible cicatriz en la frente, sobre su ceja izquierda. En principio su lucha por encontrar trabajo en el cine no dio resultado, pero en 1946 encontró empleo en la radio. En un programa coincidió con el actor Dick Powell, quien lo recomendó a Columbia Pictures para un pequeño papel de gangster en Johnny O'Clock (1947), un drama criminal dirigido por Robert Rossen y protagonizado por Powell y Evelyn Keyes. En este film debutó Chandler, pero su nombre no apareció en los créditos. Luego apareció en roles menores en dos películas de bajo presupuesto distribuidas por 20th Century Fox: La pared invisible (1947) de Eugene Forde, noir con Don Castle, Virginia Christie y Richard Gaines, y Equivocación fatal (1947) de James Tinling, noir con Don Castle, Peggy Knudsen y Patricia Knight, y en Patria nueva (1949) de George Sherman, drama bélico producido por Universal, con Dana Andrews, Marta Torén y Stephen McNally. Su actuación, la más relevante del joven actor hasta entonces, impresionó a los ejecutivos del estudio, que le ofrecieron un contrato por siete años. Su siguiente película fue Madres incautas (1949) de Joseph M, Newman, un noir protagonizado por Dennis O'Keefe y Gale Storm, y después 20th Century Fox lo pidió en préstamo para interpretar al jefe apache Cochise en el western Flecha rota (1950) de Delmer Daves, con James Stewart y Debra Paget. El film resultó todo un éxito y, además de proporcionar una nominación al Oscar para Chandler como mejor actor de reparto (la primera de un actor interpretando a un indio nativo), le abrió las puertas del estrellato. Su trabajo había satisfecho a la Fox y, aunque el actor estaba bajo contrato con Universal, se comprometió a rodar dos films con esa otra productora.
Su primer vehículo estelar fue Deportado (1950) de Robert Siodmak, drama donde interpretó a un gangster italiano que vuelve a su país y se enamora de una condesa interpretada por Marta Torén. Universal también lo utilizó como narrador en off en varias de sus producciones (no en vano seguía triunfando como actor radiofónico). Fox lo convirtió en uno de los protagonistas de Entre dos juramentos (1950) de Robert Wise, western con Joseph Cotten, Linda Darnell y Debra Paget donde encarnó a un nativo polinesio. Universal hizo lo propio con La isla de los piratas (1951) de Edward Ludwig, drama aventurero con Evelyn Keyes, Puños de hierro (1951) de Joseph Pevney, drama boxístico con Evelyn Keyes y Stephen McNally (en un rol secundario apareció Rock Hudson, quien no mucho después se convertiría en su sucesor y en la máxima estrella masculina del estudio), Los hermanos Barbarroja (1951) de Charles Lamont, film de aventuras medievales en el norte de Africa con Maureen O'Hara, donde interpretó a un jefe beduino, Paz rota (1952) de George Sherman, western con John Lund y Susan Cabot donde volvió a interpretar a Cochise, Hermanos ante el peligro (1952) de Budd Boetticher, drama bélico con Alex Nicol, En busca de los piratas (1952) de Frederick de Cordova, film de aventuras en el Caribe con Scott Brady y Suzan Ball, Entre dos amores (1952) de Joseph Pevney, drama con Loretta Young, Alex Nicol y Francis Dee, La carga de los indios sioux (1953) de Lloyd Bacon, western con Faith Domergue y Lyle Bettger, Al este de Sumatra (1953) de Budd Boetticher, film de aventuras con Marilyn Maxwell, Anthony Quinn y Suzan Ball, Asalto al fuerte Clark (1953) de George Sherman, western con Maureen O'Hara, Esclava de amor (1954) de Joseph Pevney, film de aventuras decimonónicas con Rhonda Fleming, Atila, rey de los Hunos (1954) de Douglas Sirk, aventuras en el siglo V con Jack Palance, Ludmilla Tcherina y Rita Gam donde interpretó a un centurión romano, El calor del amor (1955) de Joseph Pevney, western con Jane Russell y Dan Duryea, Una mujer en la playa (1955) de Joseph Pevney, thriller de intriga con una madura Joan Crawford, Los corruptores de Alaska (1955) de Jesse Hibbs, western con Anne Baxter y Rory Calhoun, Héroes de papel (1956) de Jerry Hopper, comedia con Laraine Day y Tim Hovey, Zafarrancho de combate (1956) de Joseph Pevney, exitoso film bélico con George Nader, Julie Adams y Lex Barker, y Las columnas del cielo (1956) de George Marshall, western con Dorothy Malone.
Universal le permitió ausentarse por unos meses para rodar una película en Earlmar, una productora que él había creado. Esta fue Cenizas de odio (1957), film ambientado en la Guerra de Secesión que dirigieron Hall Bartlett y Jules Bricken y donde actuaron Joanne Dru y Julie London. Distribuido por United Artists, fue el único que pudo producir. Renovado su contrato con Universal, protagonizó El vestido roto (1957) de Jack Arnold, drama criminal con Jeanne Crain, Jack Carson, Gail Russell y Elaine Stewart, y después (prestado a Columbia) Jeanne Eagels (1957) de George Sidney, drama con Kim Novak, volviendo a su estudio habitual con Sangre en el rancho (1957) de Jack Arnold, western con Orson Welles y Colleen Miller, Escala en Tokio (1958) de Jack Arnold, comedia dramática con Lana Turner, y Tormenta en el paraíso (1958) de Richard Wilson, drama en una pequeña isla mediterránea con Esther Williams, Rossana Podestà, Carlos Thompson, Rik Battaglia y Eduardo De Filippo. La ya madura ex nadadora y Chandler vivieron un tórrido romance dentro y fuera de la pantalla, y la cinta fue publicada como "la película que rompió dos matrimonios". Esto sólo era cierto en el caso de Williams, pues Chandler se había divorciado de su esposa años antes y estaba soltero. Los amantes convivieron algún tiempo pero nunca llegaron a casarse. Según contaría ella en sus memorias de 1999, el actor tenía una afición secreta: en privado le gustaba vestirse de mujer. En cierta ocasión Williams lo sorprendió poniéndose su ropa y le dijo: "Jeff, ya eres mayorcito para ir de lunares". Aquello precipitó la ruptura de la relación.
Sus siguientes películas fueron Un extraño en mis brazos (1959) de Helmut Kautner, drama con June Allyson que supuso su despedida de Universal, el estudio que lo había encumbrado, y, para otras productoras: El desfiladero de la muerte (1959) de Russell Rouse, western que le reunió con su antigua amiga Susan Hayward, A diez segundos del infierno (1959) de Robert Aldrich, drama posbélico anglo-alemán, con Jack Palance y Martine Carol que distribuyó United Artists, Los rebeldes de Kansas (1959) de Melvin Frank, western con Fess Parker y Nicole Maurey, Los saqueadores (1960) de Joseph Pevney, western con John Saxon y Dolores Hart, La historia de David (1960) de Bob McNaught, drama bíblico rodado para la televisión pero exhibido también en salas de cine, con Basil Sydney interpretando al Rey Saúl, Regreso a Peyton Place (1961) de José Ferrer, drama con Carol Lynley, Eleanor Parker, Mary Astor, Robert Sterling y Tuesday Weld, el film más taquillero en que participó, e Invasión en Birmania (1961) de Samuell Fulller, su film más prestigiado, un vigoroso drama bélico con Ty Hardin, Peter Brown, Will Hutchins y Andrew Duggan, estrenado días antes de la muerte del actor.
Jeff Chandler se casó en 1946 con la actriz Marjorie Hoshelle. La pareja tuvo dos hijas: Jamie (1947) y Dana (1948) y se separó en 1951, para divorciarse finalmente en 1954. En un descanso durante el rodaje en Filipinas de su última película se lesionó la espalda mientras jugaba a baloncesto con los soldados que sirvieron como extras. A base de calmantes continuó trabajando hasta que la producción finalizó. Apenas un mes después fue hospitalizado para ser intervenido quirúrgicamente de una hernia discal. La operación se complicó: una arteria dañada provocó una abundante hemorragia, lo que requirió otras dos operaciones posteriores y cuantiosas transfusiones de sangre. Finalmente falleció por septicemia, una infección sanguínea complicada con neumonía. Contaba 42 años de edad.
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