Tributo a Antonio Gala (Brazatortas, Ciudad Real, España, 2-10-1930)

EL MÁS POPULAR ESCRITOR ESPAÑOL DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XX

El escritor español Antonio Gala cumple hoy 87 años. Dramaturgo, novelista, articulista y poeta, ha disfrutado de una exitosa y premiada carrera, logrando convertirse en una figura popular dentro de la literatura española, a la que no es ajena su proyección mediática, patente en múltiples apariciones públicas esgrimiendo su característico bastón, además de su inteligencia y sentido del humor. La sensibilidad, la pasión desbordada y el lirismo de sus textos, le han convertido en uno de los autores más leídos en España. En su obra se ha inclinado casi siempre por un enfoque histórico, a partir del cual da rienda suelta a sus propias obsesiones y la confrontación con el mundo actual. El periodista canario Fernando Delgado calificó a Gala de perseguidor del silencio, místico, sensual, pagano, oficiante y litúrgico de la palabra, evangelista contemporáneo, anticlerical inveterado, escritor de la Historia, escéptico, resignado,  poeta impúdico y penitente.

Penúltimo de los cinco hijos de un médico, Antonio Gala Velasco fue un escritor precoz. A los cinco años escribió un relato corto y a los siete su primera obra teatral. Desde los nueve residió en Córdoba, ciudad donde estudió el bachillerato, y cordobés siempre ha dicho sentirse. En Sevilla estudió la carrera de Derecho y, matriculándose por libre, Filosofía y Letras, además de Ciencias Políticas y Económicas, en la Universidad de Madrid, licenciándose en todas ellas. Durante sus años universitarios publicó sus primeros poemas en las revistas de la época: Escorial, Platero, Cántico... y fundó dos revistas: Aljibe y Arquero de Poesía, con Gloria Fuertes y Julio Mariscal Montes. Obedeciendo el mandato de su padre empezó a preparar oposiciones para abogado del Estado, pero abandonó en el segundo año y, como acto de rebeldía ante su progenitor, ingresó en un convento de la orden de los cartujos, de donde no tardó en ser expulsado por no someterse a la rígida disciplina monástica. En esa época vivió en Jerez de la Frontera, Córdoba y Portugal. Tras algunos años de dificultades económicas, en los que tuvo que trabajar como peón de albañil, repartidor de una panadería y dar clases, marchó a Italia y residió alrededor de un año en Florencia. A su regreso, fue profesor de Filosofía y de Historia del Arte en diversos colegios de Madrid.

Gala se considera a sí mismo un poeta, por encima de todo. De hecho, toda su obra tanto dramática como narrativa está impregnada de un fuerte lirismo, que cierta crítica ha calificado de trasnochado y anacrónico. Su carrera literaria despuntó con Enemigo íntimo (1959), libro de poemas por el que recibió un accésit del Premio Adonais, al que seguiría el poemario La deshonra (1962). A partir de 1963 se dedicó en exclusiva a la literatura, comenzando su actividad como dramaturgo con Los verdes campos del edén (1963), obra sorprendentemente madura en la que el tono metafórico alcanzó tintes muy acusados. Entre su producción dramática inmediatamente posterior figuran El caracol en el espejo (1964, no publicada hasta 1970), El sol en el hormiguero (1966), Noviembre y un poco de yerba (1967), Los buenos días perdidos (1972), Anillos para una dama (1973), Las cítaras colgadas de los árboles (1974), o ¿Por qué corres, Ulises? (1974). Los elementos simbólicos del teatro de Antonio Gala pretendieron interpretar la realidad contemporánea española: todos estos textos son resultado de la fusión de contenidos líricos, sociales y de crítica moral, expresados con frecuencia a través de metáforas intemporales que proporcionan al espectador las claves para entender el presente. En algunas de estas obras y otras que no pudo estrenar, tuvo problemas con la censura franquista, siempre vigilante del contenido alegórico a la actualidad característico de su autor, aunque, finalmente con el apoyo de crítica y público, Gala logró consolidarse como importante dramaturgo. En esos años escribió también los guiones de las series documentales "Si las piedras hablaran" (1972) y "Paisaje con figuras" (1976), emitidas por TVE.

Tras la llegada de la democracia a España, ejerció con frecuencia como articulista en diferentes periódicos (El País y otros). Varias de sus series de artículos han sido publicadas posteriormente como libros. Es el caso de Charlas con Troylo (1981), En propia mano (1985), Cuaderno de la dama de otoño (1985), Dedicado a Tobías (1988), La soledad sonora (1991) o A quien conmigo va (1994). Otras obras teatrales suyas de éxito fueron Petra Regalada (1980), La vieja señorita del paraíso (1980), El cementerio de los pájaros (1982), Samarkanda (1985), El hotelito (1985), Séneca o el beneficio de la duda (1987) y Carmen, Carmen (1988). En 1989 se estrenó la ópera "Cristobal Colón" de Leonardo Balada, con libreto de Antonio Gala. Con El manuscrito carmesí (1990) ganó el Premio Planeta e inauguró su actividad como novelista, proseguida con La pasión turca (1993), Más allá del jardín (1995), La regla de tres (1996), Las afueras de Dios (1999), El imposible olvido (2001), El pedestal de las estatuas (2007) y Los papeles de agua (2008).

Su restante producción dramática incluye La truhana (1992), Los bellos durmientes (1994), Café cantante (1997), Las manzanas del viernes (1999) e Inés desabrochada (2003). Nuevamente aproximado a la lírica publicó los textos de amor El águila bicéfala (1993), Poemas cordobeses (1994), Testamento andaluz (1994), Poemas de amor (1997) y El poema de Tobías desangelado (2005). También es autor de los relatos reunidos en El corazón tardío (1998), Los invitados al jardín (2002), El dueño de la herida (2003) y de su libro de memorias Ahora hablaré de mí (2000).

Promovió la Fundación Antonio Gala para Creadores Jóvenes, dedicada a apoyar y becar la labor de artistas jóvenes. En 2011 fue diagnosticado de cáncer de colon, que parece haber superado.

 

POSDATA

Antonio Gala falleció en Córdoba (España) el 28 de mayo de 2023 a la edad de 92 años.