MÁS SIMPÁTICA QUE SEDUCTORA
Hoy se cumplen 95 años del nacimiento de la desaparecida actriz estadounidense de cine, teatro y televisión Barbara Bel Geddes. Intérprete sensible, su filmografía se reduce a doce películas, en las que solía incorporar personajes reservados, más simpáticos que seductores. En sus comienzos cinematográficos fue candidata al Oscar a la mejor actriz de reparto. Aun en reducidas ocasiones trabajó con directores importantes, interviniendo en varios títulos clásicos. Más celebrada fue su trayectoria escénica y, ya en edad madura, su última etapa televisiva, como una de las protagonistas de la serie Dallas, por la que consiguió un premio Emmy y un Globo de Oro.
Hoy se cumplen 95 años del nacimiento de la desaparecida actriz estadounidense de cine, teatro y televisión Barbara Bel Geddes. Intérprete sensible, su filmografía se reduce a doce películas, en las que solía incorporar personajes reservados, más simpáticos que seductores. En sus comienzos cinematográficos fue candidata al Oscar a la mejor actriz de reparto. Aun en reducidas ocasiones trabajó con directores importantes, interviniendo en varios títulos clásicos. Más celebrada fue su trayectoria escénica y, ya en edad madura, su última etapa televisiva, como una de las protagonistas de la serie Dallas, por la que consiguió un premio Emmy y un Globo de Oro.
Hija de un renombrado diseñador teatral e industrial, Barbara Bel Geddes creció fascinada por el ambiente escénico y debutó como actriz de teatro a los dieciocho años. En 1944 se casó con el empresario teatral Carl Sawyer, matrimonio que produjo una hija y que finalizaría en divorcio en 1951. Geddes volvió a casarse, ese mismo año, con el director escénico Windsor Lewis, con quien tuvo otra hija.
Su carrera cinematográfica comenzó en la RKO con Noche eterna (1947) de Anatole Litvak, noir donde actuó junto a Henry Fonda,
Vincent Price y
Ann Dvorak. Por su segunda película, Nunca la olvidaré (1948) de George Stevens, drama con Irene Dunne,
Oskar Homolka y
Philip Dorn, fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria y después apareció en Sangre en la luna (1948) de Robert Wise, western con Robert Mitchum y Robert Preston. Cuando Howard Hughes se hizo cargo del estudio, canceló su contrato por considerar que Geddes no era lo bastante sexy. La actriz prosiguió su trabajo en otros estudios con Atrapados (1949) de Max Ophüls, thriller con James Mason y
Robert Ryan, Pánico en las calles (1950) de Elia Kazan, thriller con Richard Widmark y
Paul Douglas, y Catorce horas (1951) de Henry Hathaway, thriller con Paul Douglas,
Richard Basehart y
Debra Paget.
Su
trayectoria en la gran pantalla se interrumpió por siete años al
reanudar Geddes exitosamente su actividad teatral con obras en Broadway
como "La luna es azul" de F. Hugh Herbert (1951-1953) o "La gata sobre el tejado de zinc" de Tennessee
Williams (1955-1956), dirigida por Elia Kazan, donde ella estrenó
el papel de Maggie (junto a Ben Gazzara como Brick), interpretación que
le valió una candidatura al premio Tony. A partir de 1950 también realizaría diversos trabajos televisivos.
Vértigo (1958) de Alfred Hitchcock, thriller psicológico con James Stewart y
Kim Novak, fue el film que la recuperó para la gran pantalla, al que siguieron Tu mano en la mía (1959) de Melville Shavelson, drama biográfico con Danny Kaye, Cinco mujeres marcadas (1960) de Martin Ritt, drama bélico con
Silvana Mangano,
Vera Miles,
Jeanne Moreau, Carla Gravina,
Richard Basehart y Van Heflin, y Brotes de pasión (1961) de John Sturges, drama criminal con
Lana Turner,
Efrem Zimbalist Jr. y
Jason Robards.
De nuevo se ausentó del cine por diez años para volver al teatro con obras como
"Mary, Mary" de Jean Kerr (1961-1964), de la que se dieron más de 1.500 representaciones y por la que obtuvo una segunda candidatura al premio Tony, o "Luv" de Murray Schisgal (1964-1967). Cuando su marido Windsor Lewis enfermó de cáncer, la actriz se retiró de los escenarios y se dedicó a cuidarlo. Lewis
murió en 1972. Los gastos ocasionados por la enfermedad de su esposo
obligaron a la viuda a buscar trabajo como actriz, cosa que a su edad no
le resultó fácil. Ella, a su vez, hubo de enfrentarse a un cáncer de mama y superar una mastectomía. Las últimas películas en que había participado fueron La casita en el árbol (1971) de Anthony Newley, drama con Michael Douglas, Jack Warden y Brenda Vaccaro, y Los asesinatos de Todd (1971) de Barry Shear, thriller con
Robert Lyons,
Richard Thomas y
Belinda Montgomery.
Según contó, se hallaba "totalmente en la ruina" cuando los productores
de la serie dramática Dallas le ofrecieron el papel de Ellie Ewing, la
matriarca de una familia petrolera de Texas. Por ese rol ganó un premio Emmy en 1980 y un Globo de Oro en 1982 como mejor actriz de una serie dramática.
Si bien fue fustigada por la crítica, la serie alcanzó los máximos
niveles de audiencia y su emisión se mantuvo entre 1978 y 1990.
Con problemas coronarios, Geddes, que en 1983 había sufrido una operación quirúrgica para implantarle un cuádruple bypass, se retiró de la vida pública y escribió dos libros para niños. Fumadora empedernida, falleció de cáncer de pulmón a los 82 años.
Con problemas coronarios, Geddes, que en 1983 había sufrido una operación quirúrgica para implantarle un cuádruple bypass, se retiró de la vida pública y escribió dos libros para niños. Fumadora empedernida, falleció de cáncer de pulmón a los 82 años.
Recordada por Vértigo. Válida la semblanza, como siempre.
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