IAN CURTIS (Stretford, Manchester, UK, 15-7-1956 / Macclesfield, Cheshire, UK, 18-5-1980): IN MEMORIAM
Hoy es aniversario natal del cantante, músico, letrista y compositor Ian Curtis, líder de la legendaria banda post-punk Joy Division. Visceral y de carácter maníaco-depresivo, padeció ataques de epilepsia cada vez más incontrolables, experimentó con las drogas y acabó suicidándose a los 23 años, incapaz de compaginar su vida personal y familiar con su vida artística. Su muerte elevó al grupo a la categoría de culto y a Curtis al panteón de poetas malditos de la historia del rock.
Nacido en una familia de clase obrera, Ian Kevin Curtis dejó pronto los estudios y se volcó desde su adolescencia en dos grandes vertientes artísticas: la música y la literatura.
Admirador de cantantes como David Bowie, Lou Reed e Iggy Pop, y de
escritores como Franz Kafka, William Burroughs, J.G. Ballard y Jean Paul
Sartre, las inquietudes del joven Ian se fueron decantando finalmente a
la música, ámbito donde por lo demás también desarrolló su vena
literaria en las letras de sus canciones. En el verano de 1975, Curtis, a la sazón con diecinueve años, se casó con Deborah Woodruff, de dieciocho. Su única hija, Natalie, nacería en 1979.
1976 fue un año crucial. Curtis fue a ver a los míticos y
autodestructivos Sex Pistols, que tocaban en el Manchester Lesser Free
Trade Hall. Allí se encontró con otros dos jóvenes paisanos melómanos: el bajista Peter Hook y el guitarrista y teclista Bernard Sumner. Con
la posterior incorporación del baterista Stephen Morris, los cuatro
fundarían el grupo Warsaw, que posteriormente sería rebautizado como Joy
Division, nombre que hace referencia al grupo
de mujeres judías que eran usadas como esclavas sexuales en los campos
de concentración nazis.
Después del lanzamiento del EP An ideal for living (1978), el grupo comenzó a
trabajar y consolidar su inconfundible sonido. Si bien en sus comienzos
hacían "una forma inclasificable de hard rock con toques punk", el crítico musical Simon Reynolds aseguraba que "la originalidad de Joy
Division se ponía de manifiesto cuando las canciones se volvían más
lentas. El bajo de Peter Hook llevaba la melodía, la guitarra de Bernard
Sumner rellenaba los huecos del sonido a base de densos riffs y la
batería de Stephen Morris parecía rodear el borde de un cráter". Todo
ello, por supuesto, al servicio de la inquietante y grave voz de
barítono de Ian Curtis, que trazaba en las canciones paisajes sonoros
plagados de referencias literarias.
En junio de 1979 Joy Division lanzó en el sello indie Factory Records su álbum debut: Unknow pleasures, producido por el legendario y reputado productor inglés Martin Hannet quien definió entonces el oscuro y tenebroso sonido del grupo como "música de baile con sobretonos góticos". El disco, que contenía canciones como Disorder o She's lost control, recibió excelentes críticas y vendió bastantes copias. Pero, a pesar
del éxito y las ofertas de otros sellos más grandes, Joy Division
decidió quedarse en Factory para poder tener control sobre su música (en
1979 la Warner Bros. americana les había ofrecido un millón de dólares
para distribuir su disco en Estados Unidos y hacer algunos vídeos, pero
la banda nunca respondió a la oferta).
Si bien Joy Division ya se había presentado en varios locales de
Manchester y Londres y en el programa de videos del canal Granada TV, en septiembre de 1979 aparecieron en la televisión nacional británica en
el programa “Something else” de la BBC. La particular forma de bailar
de Curtis en el escenario, con intempestivos y espasmódicos movimientos
de su cuerpo impresionaron a la audiencia. Era un estilo de baile muy personal que
evocaba los propios ataques epilépticos que Curtis había comenzado a
sufrir.
Después de una gira por varios países de Europa, en marzo de 1980 el
grupo grabó el material de su segundo álbum, Closer, producido también
por Martin Hannet, y el sencillo Love will tear us apart. Este
monumental disco significaría la consagración definitiva del grupo, además
de la ratificación de las grandes dotes de Ian Curtis como vocalista y
letrista. En la canción Heart and soul, por ejemplo, Curtis canta como
un verdadero profeta de la desolación y en Isolation el cantante hace una sentida confesión sobre su propia alienación. Tanto el álbum como el single se publicarían después de la muerte de Curtis.
Pese a la fama y el éxito que comenzaba a ganar Joy Division, el estado
personal de Ian Curtis sólo empeoraba. Sus ataques de epilepsia
continuaron, incluso en escena. Durante un concierto como teloneros de
The Stranglers, Curtis perdió el control de sí mismo y derribó la
batería. Y, días después, hubo de ser reemplazado en un concierto que se
celebró en Derby Hall. Para empeorar las cosas, el consumo de cocaína y los fármacos que debía tomar diariamente Curtis
para controlar sus ataques de epilepsia le ocasionaron un severo cuadro
de bipolaridad anímica, lo que fue mermando su salud mental. Además, su
deteriorada relación con su esposa Deborah, por culpa de una relación extramatrimonial que el propio Curtis
mantenía con la joven periodista y promotora musical belga Annik Honoré, le fueron creando un creciente
sentimiento de culpa.
En mayo de 1980 Joy Division dio su último concierto en Birmingham. En
la mañana del domingo 18 de ese mes, a pocos días que Joy Division se
aprestara a realizar su anhelada primera gira por Estados Unidos, Ian
Curtis, tras escribir una nota de despedida a su esposa, se
ahorcó en la cocina de su casa con una cuerda para tender la ropa. Al
parecer, acababa de ver por televisión el film "Stroszek" del cineasta alemán Werner
Herzog (en el que se muestra la vida de un atormentado artista que al
final se suicida) y de escuchar el disco "The idiot" de Iggy Pop. Tenía
sólo 23 años. Su cuerpo, encontrado al día siguiente por Deborah, fue cremado y sus cenizas enterradas en el
cementerio de Macclesfield, localidad ubicada en las afueras de
Manchester. En la tumba se puso el siguiente epitafio, escogido
personalmente por su propia esposa:
«Love will tear us apart» (El amor nos separará).
Postumamente se publicó, en junio de 1980, la canción Love will tear us apart, cuyo single llegó al nº 13 en las listas britanicas y, en julio, dos meses después de la desaparición del cantante, Closer, el segundo álbum de Joy Division (de fúnebre portada), que alcanzó el nº 6. Por su parte, los tres miembros restantes de Joy Division, contra todos
los pronósticos, continuarían experimentando musicalmente y renacerían
de las cenizas, formando otro grupo, New Order, uno de las bandas indie
más notables de la década de los 80.
Ian Curtis, al igual que Joy Division, se transformaría con el paso del tiempo en objeto de culto. El músico John Bush, por ejemplo, afirmó que "Se
convirtieron en la primera banda del movimiento post-punk en enfatizar
no la cólera y la energía, sino el estado de ánimo y la palabra, dando
pie al advenimiento de la melancólica música alternativa de los 80".
Mientras que Bono, el mediático cantante de los U2, aseguró que "Sería
difícil encontrar un lugar más oscuro en la música que el de Joy
Division. Su nombre, sus letras y su cantante fueron como la nube más
negra que puedas encontrar en el cielo. Percibí esa búsqueda de un Dios,
o luz, o una razón de ser. Escuchando sus canciones te das cuenta que
para Ian Curtis la belleza era verdad y la verdad, belleza, y lo suyo
era buscar ambas".
La breve pero significativa vida de Ian Curtis inspiraría en el año 2007
la elogiada película "Control", del director y fotográfo holandés Anton
Corbijn, basada en la biografía oficial del cantante, escrita por su
viuda Deborah Curtis en 1995, titulada "Touching from a distance: Ian
Curtis and Joy Division".
(Texto extraído, con retoques, de la página Guioteca)
La letra de Love will tear us apart, la más emblemática canción de Joy Division y una de las pocas en las que Ian Curtis tocaba la guitarra, hace ostensible referencia a los problemas matrimoniales del músico y a su estado mental poco antes de su suicidio.
Qué descripción tan precisa de un estilo tan poéticamente tenebroso. Sí, suena diferente y si hubiera que representar esta música con un color le pondría el gris obscuro.
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