EL SENTIDO DE LA AVENTURA
Hoy es aniversario natal del cineasta estadounidense Raoul Walsh. Uno de los directores pioneros del cine silente en Hollywood y con una extensísima carrera posterior en la que abundan los clásicos, su legado es el de haber sabido trasladar a la pantalla el sentido de la aventura en su más amplia acepción, ya sea en géneros como el western, el noir o las aventuras marítimas, configurando una destacable y enérgica obra creativa de gran vigor y precisión narrativa que permanece en la memoria de los aficionados. Fue también uno de los 36 profesionales del cine que en 1927
fundaron la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood,
junto con colegas como Cecil B. DeMile, actores como Harold Lloyd y Mary Pickford, y productores como Jack Warner e Irving Thalberg. Curiosamente nunca fue nominado a un Oscar, probablemente por el histórico desprecio de la Academia hacia el cine de género. El acierto de Walsh en transmitir emociones sinceras con la fuerza y sensibilidad de sus imágenes lo sitúan como uno de los grandes realizadores clásicos.
Hijo de inmigrantes irlandeses, Albert Edward Walsh (su nombre real) se sintió interesado desde pequeño por las novelas ambientadas en parajes exóticos. Ni siquiera había terminado los estudios primarios cuando decidió embarcar
en una nave rumbo a Cuba. Más tarde, en 1903, trabajaría como domador de
caballos en México y desempeñó otros muchos oficios cerca de la
frontera de Texas. De vuelta en Nueva York, estudió en la Universidad de Seton y comenzó carrera como actor en 1909, hasta que su hermano George, convertido en un
prometedor intérprete cinematográfico, le reclamó a su lado para
sumergirse en la aventura pionera que estaba desarrollándose en el
soleado Hollywood. De este modo tan peculiar hizo Raoul Walsh sus primeras apariciones como
actor para Pathé y Biograph, que, a partir de 1914, simultaneó con la
responsabilidad de ayudante de dirección de David Wark
Griffith, llegando a intervenir en auténticas obras maestras como El nacimiento de una nación (1915), donde encarnó a John Wilkes Booth, el asesino del presidente Lincoln. Su debut en el largometraje como director se produjo con The life of General Villa (1914), donde Pancho Villa se interpretó a sí mismo. Trabajando en lo sucesivo casi siempre para el productor William Fox, a continuación dirigió una de las primeras películas de gangsters, Regeneration (1915), y entre otros títulos, Carmen (1915), adaptación de la novela de Mérimée, con Theda Bara, un film hoy perdido, El vencedor (1917), western con William Farnum, o A salto de mata (1918), comedia con su hermano George Walsh, que protagonizó otras películas de Raoul, como el drama criminal De ahora en adelante (1920).
Su gran oportunidad llegó cuando el por entonces popularísimo actor Douglas Fairbanks le propuso dirigirle en El ladrón de Bagdad (1924), adaptación de una historia de "Las mil y una noches" donde se dieron cita enormes decorados y multitud de extras en un film de fabuloso éxito, que supuso una de las cumbres del cine mudo americano. El extraordinario sentido del ritmo de Walsh volvió a mostrarse con toda su intensidad durante el periodo silente en películas de diversos géneros como La dama de Oriente (1925), adaptación de una novela de Somerset Maugham, con Pola Negri, film también perdido, El hijo pródigo (1925), relato bíblico con Greta Nissen y William Collier Jr., Amor afortunado (1926), comedia con Greta Nissen y Lionel Barrymore, La dama del harén (1926), fantasía oriental con Ernest Torrence, William Collier Jr. y Greta Nissen, El precio de la gloria (1926), drama bélico con Dolores del Río, Victor McLaglen y Edmund Lowe, que resultó su mayor éxito de taquilla en el periodo silente, Los amores de Carmen (1927), nueva versión de la novela de Mérimée, con Dolores del Río, Victor McLaglen y Don Alvarado, La frágil voluntad (1928), basada en el relato "Lluvia" de Somerset Maugham, con Gloria Swanson, Lionel Barrymore y el propio Raoul Walsh, film de enorme éxito internacional, o La bailarina de la ópera (1928), drama romántico con Dolores del Río y Charles Farrell.
La avalancha de éxitos sucesivos le llevó a experimentar de forma
pionera las nuevas técnicas sonoras, que se presumían como el futuro del
cine; así fue con En el viejo Arizona (1928), el primer western sonoro, que se propuso dirigir y protagonizar. Un desgraciado accidente de automóvil mientras conducía por el desierto -un conejo saltó sobre el parabrisas- buscando localizaciones para el rodaje, le hizo perder su ojo derecho. Walsh tuvo que renunciar al papel de Cisco Kid en favor de Warner Baxter (que ganó por él el Oscar al mejor actor) y hubo de ser sustituido sobre
la marcha por Irving Cummings. Nunca volvió a actuar y llevó un parche sobre el ojo perdido el resto de su vida. Después rodó El mundo al revés (1929), secuela de El precio de la gloria, con McLaglen, Lowe y Lily Damita, Un marido afortunado (1929), comedia musical con Victor McLaglen y Fifi D'Orsay, La gran jornada (1930), western que supuso el primer papel protagonista para un joven John Wayne, Del infierno al cielo (1931), drama romántico con Charles Farrell y Janet Gaynor, El carnet amarillo (1931), drama con Elissa Landi, Lionel Barrymore y Laurence Olivier, El beso redentor (1932), drama histórico con Charles Farrell, Joan Bennett y Ralph Bellamy, Mi chica y yo (1932), comedia dramática con Spencer Tracy y Joan Bennett, Suerte de marino (1933), comedia con James Dunn y Sally Eilers, El arrabal (1933), comedia dramática con Wallace Beery, George Raft y Jackie Cooper, Amores en Hollywood (1933), musical con Marion Davies y Bing Crosby, Bajo presión (1935), drama con Edmund Lowe y Victor McLaglen, A las ocho en punto (1935), comedia musical con George Raft y Alice Faye, La hermana Annie (1936), comedia de época con Mae West y Victor McLaglen, Sus grandes ojos marrones (1936), comedia de intriga con Cary Grant y Joan Bennett, Cuando el ladrón encuentra al ladrón (1937), drama romántico con Douglas Fairbanks Jr., Artistas y modelos (1937), comedia musical con Jack Benny y Ida Lupino, o La diosa de la selva (1937), comedia con Lily Pons y Jack Oakie.
Finalizada su etapa menos distinguida trabajando en Paramount entre 1935 y 1939, fue contratado por Warner Bros, estudio especializado en cine de acción y narración rápida, para el que rodó Los violentos años veinte (1939), vibrante thriller criminal con James Cagney, Priscilla Lane y Humphrey Bogart, que constituye su primera obra maestra sonora. Fue en Warner donde dirigió con libertad la mayoría de sus mejores películas, así: Mando siniestro (1940), western con John Wayne, Claire Trevor y Walter Pidgeon, Pasión ciega (1940), noir con George Raft, Ann Sheridan, Ida Lupino y Humphrey Bogart, El último refugio (1941), noir con Ida Lupino y Humphrey Bogart, otra memorable obra maestra que consagró a Bogart como estrella de primera magnitud, La pelirroja (1941), comedia romantica con James Cagney, Olivia de Havilland y Rita Hayworth, Alta tensión (1941), drama triangular con Edward G. Robinson, Marlene Dietrich y George Raft, y Murieron con las botas puestas (1941), mítico western épico que narra la historia del general George Custer hasta su muerte en la famosa batalla de Little Big Horn, con Errol Flynn y Olivia de Havilland, gran éxito en su día y todo un clásico hoy. A partir de ahí, Walsh contó con Flynn como protagonista de varias de sus siguientes películas, como por ejemplo la comedia biográfica Gentleman Jim (1942), donde el famoso galán, junto a Alexis Smith, interpretó a James Corbett, primer campeón del mundo de los pesos pesados.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial provocó que Raoul Walsh pusiese en marcha una trilogía de films de alto contenido ideológico, concebidos como arma de combate frente a la barbarie nazi: Jornada desesperada (1942), con Errol Flynn y Ronald Reagan, Persecución en el Norte (1943), con Errol Flynn y Julie Bishop, y Gloria incierta (1943), con Errol Flynn y Paul Lukas. Esta tendencia hallaría su magnífico colofón en Objetivo: Birmania (1945), donde se reproducían con todo el realismo épico posible los combates del frente aliado contra las tropas japonesas, película en la que Errol Flynn alcanzó una de las cumbres interpretativas de su carrera. Entre los siguientes títulos de Walsh figuran Perseguido (1947), melodrama con Teresa Wright y Robert Mitchum, Cheyenne (1947), western con Dennis Morgan y Jane Wyman, Río de plata (1948), western con Errol Flynn y Ann Sheridan, Escuadrón de combate (1948), drama bélico con Edmond O'Brien y Robert Stack, Juntos hasta la muerte (1949), indisimulado remake en color de El último refugio, convertido en western, que protagonizaron Joel McCrea y Virginia Mayo, y Al rojo vivo (1949), uno de sus films más enérgicos y violentos, a la par que nueva obra maestra, combinación de noir y drama carcelario con James Cagney y Virginia Mayo, titulo con que concluye la mejor década de su carrera.
En la década de los 50 destacaron sobre todo sus películas de aventuras, westerns e incursiones en el cine bélico, entre ellas: Camino de la horca (1951), western con Kirk Douglas y Virginia Mayo, El hidalgo de los mares (1951), clásico de aventuras marinas con Gregory Peck y Virginia Mayo, Tambores lejanos (1951), western con Gary Cooper, El mundo en sus manos (1952), otro clásico de aventuras marinas, con Gregory Peck y Ann Blyth, El pirata Barbanegra (1952), de nuevo aventuras marinas, con Robert Newton, Linda Darnell y William Bendix, Historia de un condenado (1953), western con Rock Hudson y Julia Adams, Los gavilanes del estrecho (1953), aventuras de época con Yvonne De Carlo y Rock Hudson, Un león en las calles (1953), drama sobre política rural con James Cagney, Barbara Hale y Anne Francis, Fiebre de venganza (1953), western en 3-D con Rock Hudson y Donna Reed, Rebelión en el fuerte (1954), western con Alan Ladd y Shelley Winters, Más allá de las lágrimas (1955), drama bélico basado en una novela de Leon Uris, con Van Heflin y Aldo Ray, Los implacables (1955), western con Clark Gable, Jane Russell y Robert Ryan, Un rey para cuatro reinas (1956), western con Clark Gable y Eleanor Parker, La esclava libre (1957), melodrama de época con temas como el racismo o la esclavitud, protagonizado por Clark Gable e Yvonne De Carlo, Los desnudos y los muertos (1958), adaptación de la novela bélica de Norman Mailer, con Aldo Ray, Cliff Robertson y Raymond Massey, La rubia y el sheriff (1958), western cómico con Kenneth More y Jayne Mansfield, o Negocios del corazón (1959), comedia con reparto encabezado por Sal Mineo.
Aun septuagenario dirigió tres películas más: Esther y el rey (1960), drama bíblico con Joan Collins y Richard Egan, Marines, let's go (1961), comedia sobre la guerra de Corea, con
Tom Tryon, y Una trompeta lejana (1964), western con Troy Donahue, Suzanne Pleshette y Diane McBain, film con el que Walsh se despidió del cine tras cincuenta años de prolífica carrera como director. Ya retirado publicó la novela "La ira de los justos" (1972) y un libro de memorias.
Raoul Walsh estuvo casado con la actriz Miriam Cooper (1916-1926), con la que adoptó dos hijos, y luego tuvo dos esposas ajenas al mundo del cine: Lorraine Miller (1928-1947) y Mary Simpson (1947-1980), su viuda. El director falleció a los 93 años.
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