EL SHOWMAN AGRIDULCE
De no haberse suicidado el año pasado, el actor estadounidense Robin Williams cumpliría hoy 64 años. Comediante con grandes dotes para la improvisación, muy popular en los años 80 y 90, también destacó en algunos papeles dramáticos. Después de tres candidaturas al Oscar como mejor actor principal, lo ganó a la cuarta como secundario, recibiendo también seis Globos de Oro, tres Emmy y cuatro Grammy entre otros premios. También se distinguió por actividades filantrópicas.
Robin McLaurin Williams era hijo de un ejecutivo de la empresa de automóviles Ford y una ex-modelo. Cuando tenía doce años su familia se trasladó a Detroit, donde Robin sobresalió como estudiante, y cuando tenía dieciséis, los Williams se establecieron en California. Después de matricularse en la Universidad de Claremont para estudiar ciencias políticas y cursar en la de Marin tres años de arte dramático, marchó a Nueva York para proseguir su aprendizaje interpretativo en la prestigiosa Juilliard School, donde tuvo como compañeros a Christopher Reeve, William Hurt y Mandy Patinkin. En los años 70 se curtió en espectáculos cómicos primero en San Francisco y luego en Los Angeles, debutando en la televisión en 1977. Un año después fue el protagonista de la teleserie “Mork y Mindy”. Esta emisión le
concedió la popularidad en los Estados Unidos y un Globo de Oro como
mejor actor televisivo de comedia. El primer papel cinematográfico de Robin Williams fue el protagonismo de Popeye (1980),
película dirigida por Robert Altman y coprotagonizada por Shelley Duvall, en la que el actor de Chicago
encarnó al famoso marino amante de las espinacas creado por E. C. Segar.
En los años 80 intervino en títulos, preferentemente comedias, como El mundo según Garp (1982) de George Roy Hill basada en una novela de John Irving, Un ruso en Nueva York (1984) de Paul Mazursky en el que
interpretó a un músico soviético de un circo que busca asilo político en
los Estados Unidos, Good morning, Vietnam (1987) de Barry Levinson, donde su interpretación de un disc-jockey radiofónico en el Saigón de 1965 le hizo ganar un Globo de Oro y ser candidato al Oscar al mejor actor por primera vez. Volvió a ser nominado a ambos premios por su interpretación del
profesor John Keating en El club de los poetas muertos (1989) de Peter Weir, exitoso drama con Robert Sean Leonard y Ethan Hawke.
La década de los 90 resultó más prolífica para Williams, actuando en Despertares (1990) de Penny Marshall, drama basado en hechos reales con Robert De Niro como coprotagonista, El rey pescador (1991) de Terry Gilliam, drama donde junto a Jeff Bridges encarnaba a un enajenado profesor de historia, papel por el que recibió un Globo de Oro y su tercera nominación al Oscar, Hook (El capitán Garfio) (1991) de Steven Spielberg, film de aventuras fantásticas con Dustin Hoffman y Julia Roberts en el que personificó a Peter Pan, Toys: fabricando ilusiones (1992) de Barry Levinson, comedia fantástica que fracasó en taquilla, Señora Doubtfire (1993) de Chris Columbus, comedia familiar muy comercial, con Sally Field, por la que ganó un nuevo Globo de Oro, Nueve meses (1995) de Chris Columbus, comedia romántica con Hugh Grant y Julianne Moore, Jumanji (1995) de Joe Johnston, fantasia familiar de aventuras, Jack (1996) de Francis Ford Coppola, comedia dramática sobre un niño de diez años atrapado en el cuerpo de un hombre de cuarenta, Hamlet (1996) de Kenneth Branagh, adaptación shakespeariana donde fue Osric, Una jaula de grillos (1996) de Mike Nichols, remake de la comedia francesa "Vicios pequeños" (1978) en el que también actuaron Gene Hackman, Nathan Lane y Dianne Wiest, Desmontando a Harry (1997) de Woody Allen, comedia en la que hizo una pequeña colaboración, Flubber y el profesor chiflado (1997) de Les Mayfield, comedia familiar de tipo fantástico, El indomable Will Hunting (1997) de Gus Van Sant, exitoso drama donde era el psicólogo que trata a un alumno superdotado interpretado por Matt Damon y que le valió el Oscar al mejor actor secundario, Más allá de los sueños (1998) de Vincent Ward, drama fantástico de gran presupuesto que no obtuvo el éxito esperado, al contrario que la comedia dramática Patch Adams (1998) de Tom Shadyac, como tampoco lo tuvo El hombre bicentenario (1999) de Chris Columbus, comedia dramática de ciencia-ficción.
Otros títulos de su filmografía son Insomnio (2002) de Christopher Nolan, thriller psicológico con Al Pacino y Hilary Swank, ¡Vaya vacaciones! (2006), road movie dirigida por Barry Sonnenfeld, El hombre del año (2006) de Barry Levinson, comedia biográfica con Christopher Walken y Laura Linney, Hasta que el cura nos separe (2007) de Ken Kwapis, comedia en la que interpretó al sacerdote del título, El mejor padre del mundo (2009) de Bobcat Goldthwait, comedia negra que jugaba a subvertir su imagen pública, Dos canguros muy maduros (2009) de Walt Becker, comedia familiar con John Travolta, La gran boda (2013) de Justin Zackham, comedia coral con Robert De Niro, Diane Keaton y Susan Sarandon, o El hombre más enfadado de Brooklyn (2014) de Phil Alden Robinson, comedia dramática remake de un film israelí de 1997.
Robin Williams estuvo casado en tres ocasiones: con la bailarina Valerie Velardi (1977-1988), con quien tuvo a su hijo Zak; Marsha Garces (1989-2008), la niñera de su hijo, y a su vez madre de otros dos, Zelda y Cody; y la diseñadora gráfica Susan Schneider, que sería su viuda.
En los años iniciales de su carrera fue adicto a la cocaína y en los finales al alcohol. En 2009, tuvo que ser intervenido del corazón. Padeciendo severa depresión, la enfermedad de Parkinson, y un cierto tipo de demencia asociada a ella, Williams puso fin a su vida ahorcándose en su casa.
Sí, fue muy triste e inesperado su deceso porque ya había logrado un lugar entre los grandes.
ResponderEliminar