ARTÍFICE DE LOS MEJORES FILMS DE LA PAREJA DE BAILE ASTAIRE-ROGERS
El cineasta estadounidense Mark Sandrich nació tal día como hoy en 1900. Habilidoso técnico, es recordado fundamentalmente por las cinco fenomenales peliculas musicales en que dirigió a la mítica pareja formada por Fred Astaire y Ginger Rogers: La alegre divorciada, Sombrero de copa, Sigamos la flota, Ritmo loco y Amanda. Producidas por RKO Radio y estrenadas entre 1934 y 1938, son muy representativas del género en la era dorada de Hollywood. Construidas como sofisticadas comedias de equívocos y enredos, con esquemas argumentales similares que se basaban más en el antagonismo que en la comunicación entre sus protagonistas: el acoso impertinente de Astaire era sistemáticamente frenado por la reticencia de Rogers (la cámara nunca mostró un beso entre ellos) y sólo la magia de los números musicales rompía el hielo mientras ambos cantaban y bailaban juntos o por separado. Con precisión cronométrica, elegancia y buen gusto, Sandrich supo combinar impecablemente música, coreografía y decorados, sincronizando a la perfección la banda sonora pregrabada con los números de danza, bien enlazados en la trama argumental. También desempeñó una eficiente dirección de actores: estupendos secundarios como Edward Everett Horton, Eric Blore o Helen Broderick pespunteaban la acción tras cada nuevo distanciamiento de la pareja hasta el inevitable happy end. Posteriormente, en Paramount, produjo sus propias películas y dirigió a otras estrellas como Jack Benny, Claudette Colbert, Paulette Goddard o Bing Crosby.
Nacido en el seno de una familia judía, Mark Rex Goldstein (su nombre natal) estudió ingeniería en la Universidad de Columbia. Su entrada en la industria del cine fue casual: Un día visitó a un amigo en un rodaje y ayudó al director a resolver un problema técnico. Seguidamente fue contratado en el servicio de mantenimiento. A partir de 1926 dirigió decenas de cortometrajes y en 1928 realizó el mediometraje silente Al levantar el vuelo, hoy perdido. Después rodó en Nueva York su primer largo, The talk of Hollywood (1929), uno de los primeros musicales del cine sonoro, con actores desconocidos, que, distribuido por RKO, resultó un fracaso. Consecuentemente, en los años siguientes continuó filmando cortos.
Finalmente el mencionado estudio produjo Melodía en azul (1933), comedia musical con Charles Ruggles y Phil Harris, el corto So this is Harris (1933), premiado con el Oscar, y Aggie Appleby, creadora de hombres (1933), una comedia con Charles Farrell y Wynne Gibson, así como dos comedias musicales con la pareja de cómicos Bert Wheeler y Robert Woolsey: Amor y alegría (1934) y Caballeros de capa y espada (1934). Todas estas producciones menores resultaron exitosas, por lo que el estudio encomendó a Sandrich dirigir La alegre divorciada (1934), comedia musical basada en "El alegre divorcio", musical con libreto de Dwight Taylor y canciones de Cole Porter que dos años antes había triunfado en Broadway y con el que Fred Astaire se despidió de los escenarios para dedicarse al cine. La traslación a la pantalla mantuvo a Astaire y lo emparejó a Ginger Rogers -ambos habían trabajado juntos en un taquillero film anterior, "Volando hacia Río de Janeiro" (1933) de Thornton Freeland, en el que todavía no eran protagonistas- consolidando así un dúo artístico que se convertiría en legendario. Esta producción logró un enorme éxito y fue candidata al Oscar en cinco categorías, entre ellas a la mejor película.
El camino de Sandrich estaba trazado y su siguiente film lo confirmó con creces: el musical Sombrero de copa (1935), con canciones de Irving Berlin, fue su obra maestra y también la mejor película de la pareja formada por Fred Astaire y Ginger Rogers, además de la producción RKO más rentable de toda la década de los años 30. Asímismo fue nominada al Oscar a la mejor película y obtuvo otras tres candidaturas a los premios de la Academia. Sigamos la flota (1936), su tercer musical con Fred Astaire y Ginger Rogers, también con canciones de Irving Berlin, disfrutó de un éxito similar. No sucedió lo mismo con Una mujer se rebela (1936), drama de época de temática feminista con Katharine Hepburn y Herbert Marshall, por lo que Sandrich volvió al musical, dirigiendo a Fred Astaire y Ginger Rogers por cuarta y quinta vez respectivamente en Ritmo loco (1937), con canciones de George y Ira Gershwin, y Amanda (1938), con canciones de Irving Berlin.
En 1939 dejó RKO por Paramount, estudio que le permitió mayor libertad creativa, dejándole producir sus propias películas. La primera de ellas fue Un tenorio improvisado (1939), comedia musical con Jack Benny, Dorothy Lamour y Edward Arnold, seguida de Tenorio a caballo (1940), comedia musical en el oeste, con Jack Benny, Ellen Drew, Andy Devine y Phil Harris,
Los enredos de un tenorio (1940), comedia musical con Jack Benny, Fred Allen y Mary Martin, Alondra del cielo (1941), comedia con Claudette Colbert, Ray Milland y Brian Aherne, Quince días de placer (1942), musical con canciones de Irving Berlin (en el que se dio a conocer la celebérrima "White Christmas") con Bing Crosby, Fred Astaire, Marjorie Reynolds, Virginia Dale y Walter Abel, su mayor éxito en Paramount, Sangre en Filipinas (1943), exitoso drama bélico con Claudette Colbert, Paulette Goddard y Veronica Lake, Tu eres mi amor (1944), drama con Paulette Goddard y Sonny Tufts, y Mellizas peligrosas (1944), comedia musical con
Bing Crosby, Betty Hutton y Sonny Tufts.
Mark Sandrich se casó en 1924 con Freda Wirtschafter, con quien tuvo dos hijos, Mark y Jay, que también se dedicaron al cine. Mientras preparaba la producción del musical "Cielo azul" (1946) murió de un ataque al corazón a la edad de 44 años. Fue sustituido por
Stuart Heisler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario