LA ACTRIZ MÁS "ENORME" DE HOLLYWOOD
Tal día como hoy en 1897 vino al mundo la actriz estadounidense Hope Emerson. Su carrera combinó el vaudeville, el cabaret, el teatro, el cine y la televisión. Voluminosa mujer de imponente presencia (medía casi 1'90 m. y pesaba alrededor de 100 kgs.), semejaba una auténtica estatua viviente. Dura, brusca, charlatana y muy fuerte, podía resultar una figura divertida o intimidatoria en la pantalla, interpretando roles de carácter en casi una veintena de películas de varios géneros, algunas de ellas clásicos. Fue candidata al Oscar a la mejor actriz de reparto por su papel de malvada matrona carcelaria en Sin remisión (1950).
Hope Emerson fue la mediana y única superviviente de los tres hijos de una actriz de carácter y un ferroviario. Desde los tres años aprendió el oficio en el mundo del vaudeville yendo de gira con su madre. Durante un tiempo ésta dejó los escenarios y trabajó como costurera y bordadora para pagar lecciones de piano a su hija, a fin de prepararla para actuar. La adolescente Hope creció muy rapidamente de forma desmesurada y los chicos bromeaban a su costa. La familia se mudó a Des Moines, donde la joven se graduó. Allí se empleó tocando el piano en una tienda de partituras. A menudo se desplazaba a Sioux City para ver espectáculos, entre ellos los del cómico Fred Stone, con quien acabaría formando pareja artística. Ya introducida en el mundo de las variedades, se trasladó a la ciudad de Nueva York. Allí trabajó en cabarets y nightclubs cantando y tocando el piano. Hacia 1930 interpretó con éxito en Broadway a una amazona en la comedia clásica "Lisístrata" de Aristófanes, con Miriam Hopkins. Dos años después actuó en la comedia musical "Smiling faces", luego llevada al cine. En 1935 murió su padre y para entonces la salud de su madre era deficiente y la había confinado a una silla de ruedas. Siempre hija devota, Hope la llevaría consigo hasta su muerte en 1953.
Tras participar en la ópera americana "Street scene" de Kurt Weill, estrenada en Broadway en 1947, su presencia en la gran pantalla, ya cincuentenaria, se hizo habitual con roles de característica en películas como Odio entre hermanos (1949) de Joseph L. Mankiewicz, drama criminal con Edward G. Robinson, Susan Hayward y Richard Conte, Mercado de ladrones (1949) de Jules Dassin, noir con Richard Conte, Valentina Cortese, Lee J. Cobb y Barbara Lawrence, Roseanna McCoy (1949) de Irving Reis, drama con Farley Granger, Joan Evans, Charles Bickford, Raymond Massey, Richard Basehart y Gigi Perreau, La costilla de Adán (1949) de George Cukor, sofisticada comedia judicial con Spencer Tracy, Katharine Hepburn, Judy Holliday, Tom Ewell, David Wayne y Jean Hagen, en la que intervino como sorprendente volatinera en su secuencia más hilarante: en pleno juicio demuestra su habilidad y fuerza extraordinarias cuando, tras dar varias volteretas, levanta por los aires al fiscal interpretado por Spencer Tracy, o La comedia de la vida (1949) de Irving Reis, comedia musical con William Powell, Mark Stevens y Betsy Drake.
Su papel más importante lo desempeñó en Sin remisión (1950) de John Cromwell, drama ubicado en una cárcel de mujeres con Eleanor Parker y Agnes Moorehead, donde encarnó a la celadora-jefe Harper: una sádica, brutal y corrupta matrona, interpretación por la que fue nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto. Después actuó en títulos como El desfiladero del cobre (1950) de John Farrow, western con Ray Milland, Hedy Lamarr y Macdonald Carey, La reina de los tahures (1951) de
Allan Dwan, film de aventuras en 1850 con Vera Ralston y John Carroll, Caravana de mujeres (1951) de William A. Wellman, western con Robert Taylor, Denise Darcel y John McIntire, La señora quiere visón (1953) de William A. Seiter, comedia con Dennis O'Keefe, Ruth Hussey, Eve Arden, William Demarest y Gene Lockhart, La gran noche de Casanova (1954) de Norman Z. McLeod, comedia con
Bob Hope y Joan Fontaine, Caravana hacia el sur (1955) de Henry King, film de aventuras africanas con Tyrone Power, Susan Hayward y Richard Egan, Brigada de mujeres (1957) de George Marshall, western con Audie Murphy, La promesa (1957) de Allen Reisner, drama de época con Glynis Johns, Cameron Mitchell, Rex Thompson y Patty McCormack, o Yo soy el padre y la madre (1958) de Frank Tashlin, comedia con Jerry Lewis. A lo largo de la década de los 50 fue una presencia frecuente en la televisión.
Hope Emerson nunca se casó ni tuvo hijos. Falleció de una enfermedad hepática a la edad de 62 años.
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