ESTIGMATIZADA POR LAS LISTAS NEGRAS DE HOLLYWOOD
Hoy se cumplen diez años del fallecimiento de la actriz estadounidense Betsy Blair. A pesar de que empezó su carrera como bailarina y de que estuvo casada con Gene Kelly durante dieciséis años, nunca apareció en películas musicales ni en ninguna con su marido. De especial encanto en su mirada y sonrisa, se la recuerda fundamentalmente por sus sensibles interpretaciones dramáticas en Marty (1955), film por el que ganó el BAFTA a la mejor actriz y fue nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto, y Calle Mayor (1956), obra maestra del cine español. Su inclusión en las listas negras de Hollywood la trajo a establecerse en Europa.
Elizabeth Winifred Boger era hija de un agente de seguros y una maestra de escuela. A los ocho años comenzó a estudiar danza y desde los doce fue modelo infantil. Después de graduarse, trabajó como bailarina de coro en el International Casino de Times Square y luego, en 1940, pasó a formar parte del coro de Billy Rose, en el que Gene Kelly era coreógrafo. Blair y Kelly (ella con 17 años, él con 29) se casaron en 1941 y al año siguiente nació su hija Kerry. En esta época Blair dejó el coro, desarrolló interés por el marxismo y comenzó su carrera como actriz teatral, mientras que Kelly debutó en el cine en 1942 contratado por M-G-M.
Ya establecido en Hollywood, Kelly llevó consigo a su esposa, quien comenzó a aparecer en la pantalla como secundaria en títulos como La culpa de Janet Ames (1947) de Henry Levin, drama con
Rosalind Russell y
Melvyn Douglas,
Doble vida (1947) de George Cukor, drama con
Ronald Colman,
Signe Hasso y
Edmond O'Brien, La otra cara del bosque (1948) de Michael Gordon, drama con
Fredric March,
Dan Duryea,
Edmond O'Brien y
Ann Blyth, Nido de víboras (1948) de
Anatole Litvak, drama con Olivia de Havilland, Mark Stevens y Leo Genn o La calle del misterio (1950) de John Sturges, noir con
Ricardo Montalbán y
Sally Forrest.
En 1950 empezó a ser investigada por el Comité de Actividades Antiamericanas, que por sus simpatías izquierdistas la incluyó en listas negras. Blair no pudo trabajar en películas hasta Marty (1955) de Delbert Mann, drama romántico con Ernest Borgnine como pareja. Y lo logró no sin dificultades: Gene Kelly, a la sazón ya una gran estrella, amenazó con dejar el rodaje de "Siempre hace buen tiempo" si quitaban a su esposa el papel de Clara Snyder, la novia poco agraciada de un tímido carnicero italoamericano en el Brox neoyorquino. El film resultó todo un éxito, ganó la Palma de Oro en Cannes y fue candidato al Oscar en ocho apartados (incluyendo el de mejor actriz de reparto para Blair), ganando las estatuillas correspondientes a la mejor película, director, actor y guión adaptado. Todo esto poco sirvió para la continuidad de la carrera de Blair en Hollywood, optando la actriz por trabajar en la escena neoyorquina y en Europa.
Entre sus siguientes películas destaca especialmente Calle Mayor (1956) de Juan Antonio Bardem, sobrecogedor drama de producción española que adaptaba la novela "La señorita de Trévelez" de Carlos Arniches, con José Suarez como oponente. En él Blair interpretó de forma conmovedora a una solterona en una pequeña ciudad provinciana que es víctima de una broma pesada y cruel: un grupo de amigos desaprensivos la hacen creer que el más atractivo de ellos se ha enamorado y quiere casarse con ella. Luego apareció en Odio contra odio (1957) de Joseph H. Lewis, modesto western con Joseph Cotten,
Viveca Lindfors y
Ward Bond, y El grito (1957) de Michelangelo Antonioni, drama italiano con Steve Cochran y
Alida Valli. Cuando se estrenó esta última, Blair ya se había divorciado de Gene Kelly, otra de las consecuencias de su marginación de Hollywood. Establecida en París, se codeó con la élite de la izquierda europea y tuvo un pasajero romance con el actor y director francés Roger Pigaut. En adelante pudo ser vista en Juventud corrompida (1960) de Francesco Maselli, drama italiano con Claudia Cardinale, Gérard Blain, Anna Maria Ferrero y
Antonella Lualdi, Noche de pesadilla (1962) de Basil Dearden, drama con
Patrick McGoohan,
Keith Michell y
Richard Attenborough, o Senilidad (1962) de Mauro Bolognini, drama con Claudia Cardinale, Anthony Franciosa y
Philippe Leroy.
En 1963, trasladada a Londres, se casó con el director británico Karel Reisz, matrimonio que perduró hasta la muerte de él en 2002. Entre su escasa filmografía restante figuran las cintas Un delicado equilibrio (1973) de Tony Richardson, adaptación de un drama de Edward Albee, con Katharine Hepburn,
Paul Scofield,
Lee Remick,
Kate Reid y
Joseph Cotten, o El sendero de la traición (1988) de Costa-Gavras, drama con Debra Winger y Tom Berenger.
Betsy Blair, que publicó su autobiografía en 2003, falleció de cáncer seis años después a los 85.
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