EL COMPROMISO CONSIGO MISMO
Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Lew Ayres. Su juvenil apostura le hizo debutar en el cine silente como galán de Greta Garbo y su muy aclamada segunda película, Sin novedad en el frente, le convirtió en estrella. Este fue un título clave no sólo en su carrera interpretativa, sino también en su vida, pues a partir de él, se convirtió en un pacifista convencido, lo que casi arruinó su carrera en Hollywood al declararse objetor de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial. En cierta ocasión declaró: "Para mí, la guerra era el mayor pecado. Yo no era capaz de matar a otros hombres". Cuando volvió rehabilitado del frente, tras servir en el Cuerpo Médico americano en el Pacífico Sur, donde cuidó de militares y civiles, prosiguió su actividad en el cine y la televisión. Llegó a estar nominado al Oscar al mejor actor en una ocasión, pero su estatus estelar decayó y pronto fue relegado a papeles secundarios.
Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Lew Ayres. Su juvenil apostura le hizo debutar en el cine silente como galán de Greta Garbo y su muy aclamada segunda película, Sin novedad en el frente, le convirtió en estrella. Este fue un título clave no sólo en su carrera interpretativa, sino también en su vida, pues a partir de él, se convirtió en un pacifista convencido, lo que casi arruinó su carrera en Hollywood al declararse objetor de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial. En cierta ocasión declaró: "Para mí, la guerra era el mayor pecado. Yo no era capaz de matar a otros hombres". Cuando volvió rehabilitado del frente, tras servir en el Cuerpo Médico americano en el Pacífico Sur, donde cuidó de militares y civiles, prosiguió su actividad en el cine y la televisión. Llegó a estar nominado al Oscar al mejor actor en una ocasión, pero su estatus estelar decayó y pronto fue relegado a papeles secundarios.
Los padres de Lewis Frederick Ayres III se divorciaron cuando él tenía cuatro años. Ambos contrajeron respectivas nuevas nupcias y, cuando era adolescente, el pequeño Lew, que había permanecido con su madre, se trasladó con su familia a San Diego, California. Sin haber llegado a graduarse, dio sus primeros pasos artísticos como músico, tocando el banjo y la guitarra en varias orquestas. Era un joven muy bien parecido y, actuando en un night club, fue descubierto por un cazatalentos que lo llevó a Hollywood.
Con sólo veinte años debutó en el cine con El beso (1929) de Jacques Feyder, drama romántico donde tuvo como oponente nada menos que a Greta Garbo y en el que también aparecían Conrad Nagel y
Holmes Herbert. Al año siguiente se estrenó la película más importante de su carrera, Sin novedad en el frente (1930) de Lewis Milestone, mítico film antibélico basado en la novela homónima de Erich Maria Remarque que plasma los sentimientos, sensaciones y desilusiones de un
grupo de jóvenes estudiantes que son enviados al frente en la Primera
Guerra Mundial. Ayres interpretó en ella a un soldado alemán que descubre poco a poco los horrores de la guerra. El joven actor quedó tan impresionado de su participación en esa producción que muchos años después, cuando su país entró en la Segunda
Guerra Mundial, se declararía objetor de conciencia. La película y su director ganaron sendos Oscars y la carrera de Ayres se vio propulsada al estrellato, protagonizando después, entre otros, títulos como La senda del crimen (1930) de Archie Mayo, en donde también intervino un principiante James Cagney, Acusado (1931) de Monta Bell, drama con Genevieve Tobin, Mujeres que matan (1932) de Hobart Henley, drama con Mae Clarke y Boris Karloff, La feria de la vida (1933) de Henry King, comedia dramática con Janet Gaynor, Will Rogers y Sally Eilers, Mi debilidad (1933) de David Butler, musical con Lilian Harvey, Aprendió de los marinos (1934) de
George Marshall, comedia dramática con Alice Faye, o La lotería del amor (1935) de Wilhelm Thiele, comedia con Pat Paterson. Tras desempeñar un rol secundario en Vivir para gozar (1938) de George Cukor, comedia con protagonismo de
Katharine Hepburn y Cary Grant, actuó junto a
Lionel Barrymore en El joven Dr. Kildare (1938) de Harold S. Bucquet, popular drama médico que daría lugar a hasta siete secuelas en los años siguientes, Se llevó mi corazón (1939) de Robert Z. Leonard, drama musical con Jeanette MacDonald, Ian Hunter y Frank Morgan, y otras.
Cuando en 1942, con su país ya beligerante, se hizo pública su objeción de conciencia, América se escandalizó e indignó, los estudios hollywoodenses le boicotearon y los exhibidores se negaron a programar sus películas. El escándalo casi destruyó la reputación de Ayres hasta que se supo que el actor se había enrolado como no combatiente en el Cuerpo Médico, destacando por sus acciones en el servicio sanitario del frente en el Pacífico Sur y como ayudante del capellán en Nueva Guinea y Filipinas. Donó todo el dinero que había ganado a la Cruz Roja americana y, despues de tres años y medio de servicio, recibió tres estrellas de guerra.
Su regreso al cine se produjo con A través del espejo (1946) de Robert Siodmak, un interesante trhriller psicológico donde compartió créditos con Olivia de Havilland, actuando después en La infiel (1947) de Vincent Sherman, drama basado en una novela de Somerset Maugham, con Ann Sheridan y Zachary Scott, y Belinda (1948) de Jean Negulesco, drama rural con Jane Wyman, Charles Bickford y Agnes Moorehead, donde interpretó a un médico que ayuda a salir de su silenciosa cárcel psicológica a una sordomuda enseñándole el lenguaje de signos. Esta película fue muy exitosa y obtuvo doce nominaciones al Oscar, incluyendo a sus cuatro intérpretes principales (para Ayres supuso su primera y última candidatura como actor protagonista a los premios de la Academia). La única estatuilla lograda fue a manos de Jane Wyman, quien por esa época dejó a su marido Ronald Reagan para mantener un romance con Lew Ayres.
En todo caso, la filmografía posterior del actor no es ni abundante ni, salvo alguna excepción, demasiado destacada, pudiendo ser visto en películas como El cerebro de Donovan (1953) de Felix E. Feist, mezcla de ciencia-ficción y terror con Nancy Davis, Tempestad sobre Washington (1962) de Otto Preminger, drama denunciador de la corrupción política en las altas esferas norteamericanas, con Henry Fonda, Charles Laughton, Don Murray, Walter Pidgeon, Peter Lawford, Gene Tierney, Franchot Tone y Burgess Meredith, Los insaciables (1964) de Edward Dmytryk, drama con George Peppard, Alan Ladd, Robert Cummings, Martha Hyer y Carroll Baker, El comebollos (1972) de Vincent McEveety, producción Disney con Earl Holliman y Pat Crowley, Batalla por el planeta de los simios (1973) de J. Lee Thompson, secuela de ciencia-ficción con Roddy McDowall, Año 1999: El fin del mundo (1977) de John Hayes, ciencia-ficción y terror de serie B con Christopher Lee, La maldición de Damien (1978) de Don Taylor, film de terror con William Holden y Lee Grant, Galáctica (1978) de Richard A. Colla, aventura espacial con Richard Hatch, Dirk Benedict y Lorne Greene, Phantasma II (1979) de Tobe Hooper, intriga de terror basada en una novela de Stephen King, con David Soul, James Mason, Lance Kerwin y Bonnie Bedelia, o Don Camilo (1983) de Terence Hill, nueva adaptación de los relatos de Giovanni Guareschi, con Terence Hill, Colin Blakely y Mimsy Farmer. Desde finales de los años 50 actuó también en la televisión. Pacifista hasta el fin, el documental por él dirigido, Altars of the world (1976), donde exponía sus creencias filosóficas orientales, fue muy bien acogido por la crítica y ganó un Globo de Oro.
Lew Ayres se casó en tres ocasiones. Sus dos primeros matrimonios finalizaron en divorcio, siendo sus esposas las actrices Lola Lane (1931-1933) y Ginger Rogers (1934-1941). Con la joven ex azafata de vuelo Diana Hall contrajo nupcias en 1964, tuvo a su único hijo en 1968 y permaneció unido hasta 1996, año de su muerte, tras llevar varios días en coma. Su óbito se produjo dos días después de cumplir 88 años.
Su regreso al cine se produjo con A través del espejo (1946) de Robert Siodmak, un interesante trhriller psicológico donde compartió créditos con Olivia de Havilland, actuando después en La infiel (1947) de Vincent Sherman, drama basado en una novela de Somerset Maugham, con Ann Sheridan y Zachary Scott, y Belinda (1948) de Jean Negulesco, drama rural con Jane Wyman, Charles Bickford y Agnes Moorehead, donde interpretó a un médico que ayuda a salir de su silenciosa cárcel psicológica a una sordomuda enseñándole el lenguaje de signos. Esta película fue muy exitosa y obtuvo doce nominaciones al Oscar, incluyendo a sus cuatro intérpretes principales (para Ayres supuso su primera y última candidatura como actor protagonista a los premios de la Academia). La única estatuilla lograda fue a manos de Jane Wyman, quien por esa época dejó a su marido Ronald Reagan para mantener un romance con Lew Ayres.
En todo caso, la filmografía posterior del actor no es ni abundante ni, salvo alguna excepción, demasiado destacada, pudiendo ser visto en películas como El cerebro de Donovan (1953) de Felix E. Feist, mezcla de ciencia-ficción y terror con Nancy Davis, Tempestad sobre Washington (1962) de Otto Preminger, drama denunciador de la corrupción política en las altas esferas norteamericanas, con Henry Fonda, Charles Laughton, Don Murray, Walter Pidgeon, Peter Lawford, Gene Tierney, Franchot Tone y Burgess Meredith, Los insaciables (1964) de Edward Dmytryk, drama con George Peppard, Alan Ladd, Robert Cummings, Martha Hyer y Carroll Baker, El comebollos (1972) de Vincent McEveety, producción Disney con Earl Holliman y Pat Crowley, Batalla por el planeta de los simios (1973) de J. Lee Thompson, secuela de ciencia-ficción con Roddy McDowall, Año 1999: El fin del mundo (1977) de John Hayes, ciencia-ficción y terror de serie B con Christopher Lee, La maldición de Damien (1978) de Don Taylor, film de terror con William Holden y Lee Grant, Galáctica (1978) de Richard A. Colla, aventura espacial con Richard Hatch, Dirk Benedict y Lorne Greene, Phantasma II (1979) de Tobe Hooper, intriga de terror basada en una novela de Stephen King, con David Soul, James Mason, Lance Kerwin y Bonnie Bedelia, o Don Camilo (1983) de Terence Hill, nueva adaptación de los relatos de Giovanni Guareschi, con Terence Hill, Colin Blakely y Mimsy Farmer. Desde finales de los años 50 actuó también en la televisión. Pacifista hasta el fin, el documental por él dirigido, Altars of the world (1976), donde exponía sus creencias filosóficas orientales, fue muy bien acogido por la crítica y ganó un Globo de Oro.
Lew Ayres se casó en tres ocasiones. Sus dos primeros matrimonios finalizaron en divorcio, siendo sus esposas las actrices Lola Lane (1931-1933) y Ginger Rogers (1934-1941). Con la joven ex azafata de vuelo Diana Hall contrajo nupcias en 1964, tuvo a su único hijo en 1968 y permaneció unido hasta 1996, año de su muerte, tras llevar varios días en coma. Su óbito se produjo dos días después de cumplir 88 años.
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