ESTRELLA CAÍDA
El actor austriaco Helmut Berger cumple hoy 73 años. Uno de los rostros icónicos del cine europeo de los años 70, década en la que llegó a ser un sex symbol, se le recuerda fundamentalmente por las películas que rodó con Luchino Visconti, director que descubrió su ambiguo, rubicundo y fotogénico atractivo, lo moldeó y supo como nadie extraer de él unas cualidades interpretativas que insinuaban abismos de deyección moral. Una desenfrenada vida de play-boy, con abuso de estupefacientes y alcohol, aceleró su decadencia.
El actor austriaco Helmut Berger cumple hoy 73 años. Uno de los rostros icónicos del cine europeo de los años 70, década en la que llegó a ser un sex symbol, se le recuerda fundamentalmente por las películas que rodó con Luchino Visconti, director que descubrió su ambiguo, rubicundo y fotogénico atractivo, lo moldeó y supo como nadie extraer de él unas cualidades interpretativas que insinuaban abismos de deyección moral. Una desenfrenada vida de play-boy, con abuso de estupefacientes y alcohol, aceleró su decadencia.
Nacido en el seno de una familia dedicada a la hostelería, Helmut Steinberger se desplazó a Londres a los dieciocho años para recibir lecciones de arte dramático, mientras para pagarse las clases trabajó de camarero y modelo publicitario. Luego de matricularse para estudiar idiomas en la Universidad italiana de Perugia, se trasladó a Roma, donde en 1964 conoció al cineasta Luchino Visconti. Este encuentro fue decisivo en la vida y carrera de Helmut y, aunque el director italiano era treinta y ocho años mayor que él, ambos se hicieron amantes. Visconti le dio su primera oportunidad como actor, un rol muy secundario, en el episodio "La bruja quemada viva", uno de los cinco que componían el film colectivo Las brujas (1967).
Luego de protagonizar al año siguiente dos películas de escaso interés, Berger saltó al estrellato internacional con su aparición en La caída de los dioses (1969) de Luchino Visconti, drama con
Dirk Bogarde,
Ingrid Thulin y
Helmut Griem sobre una familia de la alta burguesía alemana propietaria de una importante empresa siderúrgica tras la subida al poder del nacionalsocialismo. La imitación que al principio de su metraje hacía el joven actor de la Marlene Dietrich de "El Angel Azul" causó sensación. Billy Wilder, despues de ver la película, ironizó diciendo: "Ya no quedan mujeres interesantes, excepto Helmut Berger". Entre sus siguientes títulos figuran El retrato de Dorian Gray (1970) de Massimo Dallamano, adaptación contemporánea de la célebre novela de Oscar Wilde, con
Richard Todd,
Herbert Lom,
Marie Liljedahl y
Margaret Lee; El jardín de los Finzi Contini (1970) de Vittorio De Sica, drama basado en la novela homónima de Giorgio Bassani, con Lino Capolicchio,
Dominique Sanda, Fabio Testi y Romolo Valli, film premiado con el Oso de Oro en el Festival de Berlín, el David di Donatello a la mejor película y el Oscar de Hollywood a la mejor película de habla no inglesa; El bello monstruo (1971) de Sergio Gobbi, drama con
Virna Lisi y
Charles Aznavour; Una mariposa con las alas ensangrentadas (1971) de Duccio Tessari, giallo con Evelyn Stewart, Giancarlo Sbragia y
Carole André; Corrompido y deseado (1973) de Sergio Gobbi, drama con
Françoise Fabian,
Paul Meurisse y
Massimo Girotti; Luis II de Baviera, el rey loco (1973) de Luchino Visconti, drama histórico con
Romy Schneider, Silvana Mangano y
Trevor Howard, una de las obras maestras de su director y sin duda también el mejor trabajo del actor (la película, Visconti y Berger fueron premiados con sendos David di Donatello); Miércoles de ceniza (1973) de Larry Peerce, drama con
Elizabeth Taylor,
Henry Fonda y
Keith Baxter; El clan de los inmorales (1974) de José Gutiérrez Maesso, drama criminal con
Sydne Rome; Confidencias (1974) de Luchino Visconti, drama con
Burt Lancaster y
Silvana Mangano; Una inglesa romántica (1975) de Joseph Losey, drama triangular con
Michael Caine y Glenda Jackson, o Salon Kitty (1976) de Tinto Brass, drama erótico ambientado en un burdel de la Alemania nazi de la guerra.
La muerte de Visconti en 1976 supuso un antes y un después en la vida y carrera de Berger, tras más de diez años de convivencia (que no excluyó múltiples aventuras del actor y play-boy, entre ellas con Marisa Berenson o Rudolf Nureyev). Visconti lo fue todo para él: un maestro, un padre, un amante, un amigo. Le había enseñado mucho y hecho partícipe de su mundo de exquisita cultura, además de introducirle en su selecto círculo de amistades (Marlene Dietrich, Maria Callas, Grace Kelly, Romy Schneider, Marcello Mastroianni, Salvador Dalí...). Tras la pérdida de su mentor, Helmut se declaró 'viudo' de Visconti y comenzó una lucha inútil contra la familia del director para que sus derechos testamentarios le fueran reconocidos. Un año después, sumido en una profunda crisis, intentó suicidarse para "volver a estar con Luchino", pero fue encontrado a tiempo para ser salvado. Su errante conducta y su vida de excesos con el sexo, el alcohol y las drogas se acentuó y precipitó su declive físico y profesional.
En todo caso, su filmografía, aun de calidad sensiblemente inferior, se engrosó de forma considerable con producciones para la pequeña y gran pantalla, rodadas para diversas cinematografías: estadounidense, italiana, alemana, francesa, española, canadiense, finlandesa, británica o austriaca. Así Berger pudo ser visto, entre otras, en películas como el telefilm Victoria en Entebbe (1976) de Marvin Chomsky (en algunos países, exhibido en salas de cine), encabezando un reparto multiestelar, La loba con la ametralladora (1977) de Sergio Grieco, thriller criminal con Marisa Mell y
Richard Harrison, Los jóvenes leones (1978) de Umberto Lenzi, drama bélico con Samantha Eggar,
Giuliano Gemma y Henry Fonda, Mi mujer es una bruja (1980) de Castellano & Pipolo, comedia con Renato Pozzetto y Eleonora Giorgi, Torrente de pasión (1982) de Károly Makk, drama con Barbara Sukowa y Mel Ferrer, Mujeres (1983) de Tana Kaleya, drama con Alexandra Stewart, Código: Esmeralda (1985) de Jonathan Sanger, drama bélico con Ed Harris, Max von Sydow y Horst Buchholz, Los depredadores de la noche (1988) de Jesús Franco, thriller de terror con Chris Mitchum y Brigitte Lahaie, El Padrino. Parte III (1990) de Francis Ford Coppola, última entrega de la trilogía sobre la mafia basada en los personajes de Mario Puzo, con Al Pacino,
Diane Keaton,
Talia Shire y
Andy García, Ludwig 1881 (1993) de Donatello y Fosco Dubini, drama biográfico donde volvía a encarnar al monarca bávaro, Honey Baby (2004) de Mika Kaurismäki, drama itinerante con
Irina Björklund y
Henry Thomas, o Iron cross (2009) de Joshua Newton, thriller bélico con
Roy Scheider. Ultimamente volvió a acaparar atención por su aparición en Saint Laurent (2014) de Bertrand Bonello, drama biográfico donde interpretó al famoso modisto francés cuando estaba al borde de la muerte, y también por el documental Helmut Berger, actor (2015) de Andreas Horvath, que le muestra con crudeza en su actual decadencia. Declarado en su día "el hombre más bello del mundo" por la revista Vogue, Berger sobrevive hoy en un pequeño apartamento en las afueras de Salzburgo que le legó su madre, con una pensión de 450 euros y casi olvidado.
En 1994, a la edad de 50 años, se casó en secreto con la escritora y actriz Francesca Guidato. El matrimonio fue tempestuoso, principalmente a causa del alcoholismo de Berger y sus infidelidades, y ambos se separaron en 1997, aunque nunca se divorciaron. En 1998 el actor publicó "Ich" (Yo), un libro de memorias. La enfermedad de su madre le hizo volver a Austria en 2004, viviendo con ella hasta su deceso en 2009. De vez en cuando recibe homenajes a su carrera pretérita en festivales de cine o exhibe su demacrado semblante en ínfimos reality shows televisivos donde se explaya en declaraciones escandalosas sobre su pasado. Su casamiento en Ibiza con el modelo alemán Florian Wess (36 años más joven que él) en el verano de 2015 suscitó una demanda por bigamia de su esposa italiana. En "Autorretrato. 70 aniversario", su última autobiografía editada en Francia, el intérprete hace un repaso a una vida plagada de excesos a la sombra de Luchino Visconti.
En 1994, a la edad de 50 años, se casó en secreto con la escritora y actriz Francesca Guidato. El matrimonio fue tempestuoso, principalmente a causa del alcoholismo de Berger y sus infidelidades, y ambos se separaron en 1997, aunque nunca se divorciaron. En 1998 el actor publicó "Ich" (Yo), un libro de memorias. La enfermedad de su madre le hizo volver a Austria en 2004, viviendo con ella hasta su deceso en 2009. De vez en cuando recibe homenajes a su carrera pretérita en festivales de cine o exhibe su demacrado semblante en ínfimos reality shows televisivos donde se explaya en declaraciones escandalosas sobre su pasado. Su casamiento en Ibiza con el modelo alemán Florian Wess (36 años más joven que él) en el verano de 2015 suscitó una demanda por bigamia de su esposa italiana. En "Autorretrato. 70 aniversario", su última autobiografía editada en Francia, el intérprete hace un repaso a una vida plagada de excesos a la sombra de Luchino Visconti.
Me ha fascinado esta semblanza, a la medida exacta del personaje que por demás es encantador, igual a las películas en que ha participado.
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