PUENTE ENTRE CULTURAS
Hoy se cumplen cuarenta y cuatro años del fallecimiento de la escritora estadounidense Pearl S. Buck, la primera mujer americana en ganar el Premio Nobel de Literatura. Sus alrededor de cuarenta años residiendo en China sirvieron de base para varias de sus novelas, así Viento del este, viento del oeste, La buena tierra (galardonada con el Pulitzer) o La estirpe del dragón, todas ellas con una poderosa capacidad para conectar con sus lectores contemporáneos. Su estilo narrativo, al contrario de la corriente experimentalista de la época, encarnada en
James Joyce o Virginia Wolf, es directo y sencillo, pero a la vez con
resonancias bíblicas y épicas por la mirada universal que tiende hacia
sus temas y personajes, así como por la compasión y el deseo de instruir
que subyace a un relato lineal de los acontecimientos. Se ha dicho que ella fue quizá el más importante puente cultural
entre Estados Unidos y China, muchos años antes de que el Presidente Richard Nixon
bajara del avión en Pekín en 1972.
Pearl Sydenstricker era hija de misioneros presbiterianos establecidos en China, país al que llegó con su familia con sólo tres meses de edad y donde permanecería, con algunas interrupciones, hasta casi cuarenta y dos años. Tuvo seis hermanos, de los cuales cuatro murieron a causa de la disentería, el cólera o la malaria. Los primeros años de su vida transcurrieron en la localidad de Chinkiang
(provincia de Kiangsu, al suroeste de China). Después se trasladó a la populosa ciudad de Shanghai. Educada de forma bilinguë (en inglés y chino mandarín), sintió desde pequeña un respeto absoluto, sin resabios colonialistas o religiosos, por la cultura milenaria del país donde creció. Fue una voraz lectora, especialmente de las novelas de Charles Dickens, lo que su padre desaprobaba.
En 1911 dejó China para estudiar psicología en una universidad femenina de Virginia. Tres años después volvió al país oriental cuando su padre le escribió que su madre se encontraba gravemente enferma. En 1917 se casó con el economista agrícola y misionero John Lossing Buck y ambos se adentraron en la China más profunda (parajes y ambientes en los que basaría algunas de sus futuras novelas). Entre 1920 y 1933 los Buck se establecieron en Nanking, ciudad donde ella ejerció como profesora de literatura. Carol, su única hija biológica, nació en 1920 con una discapacidad psíquica. Durante el parto se le detectó a Pearl un tumor de útero por lo que tuvo que someterse a una histerectomía. En 1921 falleció su madre y su padre fue a vivir con ellos; en 1924 el matrimonio regresó por un corto periodo a los Estados Unidos, tiempo que ella aprovechó para obtener un master en la Universidad Cornell de Nueva York. Tras adoptar a una niña, Janice, retornaron a China al año siguiente. La guerra civil china les puso las cosas muy difíciles, hasta el punto que en 1927 tuvieron que esconderse un día en la cabaña de una pobre familia nativa mientras su casa era saqueada. Cuando fueron rescatados, huyeron primero a Shanghai y después a Japón, donde se quedaron hasta el final de aquel año. De nuevo en Nanking, Pearl decidió convertirse en escritora profesional.
En 1929 viajó a los Estados Unidos para buscar cuidados especializados para su hija Carol. Fue entonces que conoció al editor Richard J. Walsh, que publicó Viento del este, viento del oeste (1930), la primera novela de Pearl S. Buck, e inició con la escritora una relación sentimental. En 1931 apareció La buena tierra, novela ambientada en la China de la década de los 20, que obtuvo gran éxito de crítica y logró el Premio Pulitzer al año siguiente. Relato epopéyico de grandes relieves y vívidos detalles acerca de
las costumbres chinas, se la considera, en esa vertiente, como una de
las obras maestras del siglo. El libro constituye la primera parte de una trilogía completada con Hijos (1932) y Una casa dividida
(1935), que desarrollarían el tema costumbrista chino a través de sus
tres arquetipos sociales: el campesino, el guerrero y el estudiante. Por
la trilogía desfilan comerciantes, revolucionarios, cortesanas y
campesinos, que configuran un ambiente variopinto alrededor de la
familia Wang Lung. Se narra la laboriosa ascensión del clan hasta
su declive final. Entre ambas publicó La madre (1933) y también escribió numerosos cuentos, reunidos bajo el título La primera esposa (1933),
que describen las grandes transformaciones en la vida de su país de
residencia. Los temas fundamentales de los cuentos fueron la
contradicción entre la China tradicional y las nuevas generaciones. Pearl abandonó su amada China en 1934, dejando allí a su marido, creyendo que volvería, pero no lo hizo. A año siguiente consiguió el divorcio de John Lossing Buck en Reno, Nevada, y ese mismo día se casó con Richard Walsh. El nuevo matrimonio, mucho más feliz que el anterior, se estableció en una granja en Pennsylvania, donde residirían hasta que él murió en 1960. Walsh fue un amoroso consejero que la asesoró en sus actividades públicas y con quien adoptó otros seis hijos. En 1936 Pearl publicó El exilio y El ángel luchador, sendos libros biográficos sobre su madre y su padre.
En 1938 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura y ese mismo año publicó Este orgulloso corazón, su primera novela ambientada en Estados Unidos, a la que siguieron El patriota (1939), novela histórica sobre la Guerra de Revolución americana, Otros dioses (1940), también con escenario norteamericano, y La estirpe del dragón (1942), otra epopeya donde apoyó la lucha de los chinos contra el imperialismo japonés, en un
relato que parte de una familia campesina que vive cerca de Nanking. En total fue autora de más de 85 obras, que incluyen también
dos libros de memorias, teatro, poesía, guiones cinematográficos y literatura para niños.
Pearl creó diversas fundaciones para el estrechamiento de lazos entre la
cultura occidental y oriental y defendió posturas igualitarias entre
razas y géneros. Falleció de cáncer de pulmón a los 81 años.
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