INFORTUNADA ESTRELLA ADOLESCENTE
La actriz estadounidense Sandra Dee falleció tal día como hoy hace dieciocho años. Debutante en el cine a los dieciséis después de haber ejercido como cotizada modelo infantil, se convirtió durante el decenio 1957-1967 en una popular estrella juvenil, principalmente en los estudios Universal, especializada en papeles de ingenua. Su infortunada vida privada acabó prematuramente con su carrera y con su vida.
Nacida Alexandra Zuck, fue hija única y vivió el divorcio de sus padres siendo niña. La pequeña se quedó con su madre, quien había concebido para ella un futuro como modelo profesional y en el mundo del espectáculo. Su infancia fue desdichada, no sólo por no tener ambiciones 'artísticas', sino porque su madre se volvió a casar y su padrastro abusó sexualmente de Sandra durante años, lo que no confesaría a su progenitora hasta la década de los 80.
En sus años como modelo una dieta indecuada malogró su salud. No obstante su anorexia, en Nueva York su cotización fue tan alta como para mantenerse a sí misma y a su madre tras la muerte de su padrastro en 1956. Entretanto asistió a una escuela para niños profesionales.
Descubierta por el productor Ross Hunter, quien trabajaba para los estudios Universal, dejó su actividad como modelo y merced a su influencia se trasladó a Hollywood. En Los Angeles se graduaría en 1958, después de haber debutado en el cine con un rol secundario en la película Mujeres culpables (1957) de Robert Wise, un drama judicial ambientado en Nueva Zelanda durante la II Guerra Mundial, con Jean Simmons, Joan Fontaine, Paul Newman y Piper Laurie, film por el que Sandra ganó un Globo de Oro como actriz revelación.
Sus siguientes títulos, ya en roles importantes, fueron Mamá nos complica la vida (1958) de Vincente Minnelli, comedia con Rex Harrison, Kay Kendall y John Saxon, Frutos del pecado (1958) de Helmut Käutner, drama con John Saxon, Teresa Wright y James Whitmore, Un extraño en mis brazos (1959) de Helmut Käutner, drama con June Allyson, Jeff Chandler y Charles Coburn, Imitación a la vida (1959) de Douglas Sirk, melodrama de gran éxito basado en una novela de Fannie Hurst, con Lana Turner, John Gavin, Dan O'Herlihy, Susan Kohner, Robert Alda y Juanita Moore, Chiquilla (1959) de Paul Wendkos, comedia con Cliff Robertson, James Darren y Arthur O'Connell, Almas inocentes (1959) de Jack Sher, western con Audie Murphy, Joanne Dru, Gilbert Roland y Jim Backus, En una isla tranquila al sur (1959) de Delmer Daves, melodrama con Richard Egan, Dorothy McGuire, Arthur Kennedy y Troy Donahue, Retrato en negro (1960) de Michael Gordon, drama con Lana Turner, Anthony Quinn y John Saxon, Romanoff y Julieta (1961) de Peter Ustinov, comedia paródica con Peter Ustinov y John Gavin, Mi adorada salvaje (1961) de Harry Keller, comedia con John Gavin, Cuando llegue septiembre (1961) de Robert Mulligan, comedia con Rock Hudson, Gina Lollobrigida, Bobby Darin y Walter Slezak, Una esposa para dos (1962) de Henry Levin, comedia con Bobby Darin, Micheline Presle y John Lund, Tammy y el doctor (1963) de Harry Keller, comedia con Peter Fonda, Regalo para soltero (1963) de Henry Koster, comedia con James Stewart, Rica, guapa y casadera (1964) de Jack Smight, comedia musical con Robert Goulet, Andy Williams y Maurice Chevalier, Trampa para un soltero (1965) de Richard Thorpe, comedia con Bobby Darin y Donald O'Connor, Espías en acción (1966) de Ronald Neame y Cliff Owen, comedia de intriga con James Garner, Melina Mercouri y Tony Franciosa, A la caza de marido (1967) de Peter Tewksbury, comedia con George Hamilton, y Rosie, una señora riquísima (1967) de David Lowell Rich, comedia con Rosalind Russell, Brian Aherne, Audrey Meadows, James Farentino, Leslie Nielsen, Vanessa Brown y Juanita Moore.
Con tan sólo veinticinco años Sandra vio su carrera declinar. Su muy publicitado matrimonio con el cantante y actor Bobby Darin -con quien se había casado en 1960 y había tenido a su hijo Dodd en 1961- finalizó en divorcio en 1967. Durante tres años se mantuvo inactiva en la industria, regresando a la pantalla con otro registro en Terror en Dunwich (1970) de Daniel Haller, fantasía de horror sobrenatural con
Dean Stockwell, Ed Begley, Lloyd Bochner y Sam Jaffe, y efectuando esporádicas apariciones en algún telefilm o como estrella invitada en series televisivas. Su última película fue Perdidos (1983) de Al Adamson, un drama familiar de bajo presupesto.
En adelante se recluyó en casa y su vida estuvo marcada por una deteriorada salud y su lucha contra la anorexia, la depresión y el alcoholismo. Su hijo la convenció para buscar tratamiento médico y psiquiátrico. En el año 2000 sufrió un fallo renal y dejó la bebida. En sus últimos años requirió diálisis y finalmente falleció de complicaciones renales y neumonía a la edad de 62 años.
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