Museo LoPiù

Museo LoPiù
(Logo designed by Juan Carlos Cuba)

Translate

domingo, 30 de enero de 2022

Manuel Quiroga (Sevilla, España, 30-1-1899 / Madrid, España, 13-12-1988): In memoriam

PADRE DE LA COPLA      

Hoy es aniversario natal del compositor y pianista español Manuel López-Quiroga, conocido como el Maestro Quiroga y uno de los componentes del célebre terceto autoral Quintero, León y Quiroga, piedra angular del género conocido como copla. Autor de unas 5000 canciones y no pocas piezas para el teatro y el cine, puede decirse que muchas de ellas lograron extraordinaria popularidad dentro y fuera de España, formando parte de la memoria colectiva de varias generaciones de españoles, algo que ningún otro compositor de música popular ha superado. A su faceta de compositor hay que añadir las de pianista acompañante, director de orquesta, profesor, arreglista y editor de música, y durante años fue consejero de la SGAE. Sus coplas forman parte del patrimonio cultural español, y lo más importante: las sigue escuchando y cantando el pueblo. - Seguir leyendo: https://www.libertaddigital.com/cultura/musica/2018-12-17/la-historia-poco-conocida-de-ojos-verdes-30-aniversario-muerte-de-quiroga-1276629879/
Manuel López-Quiroga Miquel fue el cuarto de los seis hijos de un prestigioso grabador y una maestra nacional. A los siete años, en el taller de su padre, comenzó a aprender el oficio y a los once ya dominaba la técnica del grabado, que continuaría cultivando, compaginada con otras actividades, hasta 1934. Desde chico, mientras cursaba estudios primarios, se sintió atraído por el piano y, simplemente de oído, comenzó a tocar sevillanas y pasodobles en una sociedad artística de su ciudad. Un organista lo escuchó y le brindó sus conocimientos de solfeo y piano. Pese a la oposición paterna, Quiroga continuó estudiando piano, así como armonía y contrapunto, con varios notables profesores. A los doce años ya compone sus primeras sevillanas, mientras estudia magisterio, llegando a titularse como maestro en 1918. Durante seis años fue organista en la Iglesia de los Padres Jesuitas de Sevilla y a los diecinueve estrena sus primeras obras líricas. Además de música religiosa compone piezas breves para ser interpretadas en cafés cantantes y teatros de verano, así como obras cercanas al espíritu de la zarzuela, trabajando con diferentes letristas de renombre. Con Antonio García Padilla  redondea su primera canción de éxito: el pasodoble La velá de San Juan, que firma ya como Manuel Quiroga (suprimiendo en adelante el López de su apellido compuesto).
En 1929 decide abandonar Sevilla y probar suerte en los ambientes musicales de Madrid. Al resultarle imposible trabajar como músico en la capital, debido a las trabas impuestas por los sindicatos, que exigían seis meses de estancia previa, el joven músico tendrá que recurrir a sus habilidades como grabador para hacer frente a sus gastos. Finalmente consigue emplearse en cabarets como arreglista y pianista acompañante de cupletistas, como la famosa Chelito, e incluso en 1930 estrena la zarzuela "Las triunfadoras".
El año 1931 fue decisivo en su carrera: conoce al poeta Rafael de León, procedente de una aristócrata familia sevillana y nueve años más joven que él. Convencido por Quiroga, León se traslada a Madrid y allí escribe un puñado de letras a las que el compositor pone música. La sucesiva colaboración de ambos  (a la que más adelante se sumaría la del escritor y escenógrafo Antonio Quintero) perfilaría un género musical nuevo, independiente del cuplé y de la zarzuela: la tonadilla (también conocida como copla). Así sucede con el pasacalle con aire de tango Rocío, que Imperio Argentina popularizaría a escala nacional. Tal fue el éxito que Conchita Piquer, una artista ya de prestigio, incorpora en 1932 a su repertorio Manolo Reyes, zambra de García Padilla, León y Quiroga. En 1933 el maestro toma contacto con la industria cinematográfica y empieza a componer para películas de Estrellita Castro. En 1934, observando el florecimiento que estaba alcanzando la canción española de corte andaluz, Quiroga funda en Madrid una academia musical que lleva su nombre. En la misma se formarían numerosos artistas del género coplero y, además, figuras consagradas como Estrellita Castro o Conchita Piquer, andando el tiempo, ensayarían allí sus espectáculos. Otro de sus grandes éxitos fue el pasodoble ¡Ay, Maricruz!, grabado por Imperio Argentina en 1935. En el teatro su primer gran triunfo fue la comedia "María de la O", estrenada en Barcelona en diciembre de 1935 con libreto de Salvador Valverde y Rafael de León, de la que la zambra María de la O alcanzaría una extraordinaria difusión en la voz de Estrellita Castro. Durante el tiempo que duró la guerra civil, logicamente la producción de Quiroga decayó. Sin embargo no dejó de componer canciones, algunas (con letra de León y Valverde) tan famosas como María del Carmen, Triniá, Doña Sol o María Magdalena (estrenadas en 1936), grabadas por artistas como Imperio Argentina, Conchita Piquer, Miguel de Molina o Estrellita Castro, y sobre todo Ojos verdes (1937), zambra grabada por Conchita Piquer y Miguel de Molina, y destinada a convertirse en copla paradigmática del género. También estrenó obras líricas emparentadas con el sainete y la revista.
El inicio de la posguerra supuso un espaldarazo para la carrera de Quiroga. Entre otros trabajos firma la banda sonora del largometraje "La Dolores" (1940) de Florián Rey, protagonizado por Conchita Piquer o partituras para "Goyescas" (1942) de Benito Perojo, film protagonizado por Imperio Argentina. De 1940 datan canciones como A la lima y al limón y No te mires en el río (ambas con letra de Rafael de León), Dolores la Petenera y La Parrala (ambas con letra de Valerio y León); de 1941 Eugenia de Montijo y La Lirio (ambas con letra de Ochaíta y León), Tatuaje (con letra de Valerio y León) o Dime que me quieres (con letra de Rafael de León); de 1942 Coplas de Pedro Romero, Almudena, La niña de la estación o No me llames Dolores (todas con letra de Rafael de León). Cada una de estas coplas fue popularizada por Conchita Piquer, la más famosa tonadillera de la época. 
León y Quiroga deciden unir su talento en 1942 al del escritor Antonio Quintero. En consecuencia nace el trío autoral más relevante de la canción popular española del siglo XX. En adelante se suceden los espectáculos musicales de corte folclórico concebidos por los tres para artistas como la Piquer, Mari Paz o la emergente Juanita Reina. Esta última estrena en 1942 Callejuela sin salida y más adelante intepretará A la vela, Francisco Alegre o Una cantaora en la película "La Lola se va a los puertos" (1947) de Juan de Orduña, así como en adelante otros clásicos del género: Capote de grana y oro (1947), Y sin embargo te quiero (1948), Como dos barquitos (1950), Lola la piconera (1951), Carmen de España (1952), Yo soy esa (1953), Madrina (1961), Señorío (1963), Reina y Señora (1965) o Soltera yo no me quedo (1965).
En cuanto a Conchita Piquer las grabaciones del terceto se interrumpen tras Coplas de los siete niños (1943), La Mariana (1943), Lola Clavijo (1944) o Romance de la otra (1944), pues por desavenencias con ellos la artista escoge otras canciones musicadas por el maestro Solano.
La entonces pareja formada por Manolo Caracol y Lola Flores intepreta (juntos o por separado) en diferentes espectáculos titulados 'Zambra': La niña de fuego (1944), Pepa Bandera (1945), La Salvaora (1946) o La Zarzamora (1947) y Quiroga participa en la ilustración musical del film "Embrujo" (1948) de Carlos Serrano de Osma.
Con la Piquer vuelve el trío a colaborar en la película "Filigrana" (1949) de Luis Marquina, y ella grabará nuevos  cantables del terceto: Romance de la Reina Mercedes, Lola Puñales, No me quieras tanto (todas de 1949), A ciegas, Con divisa verde y oro, La niña de Puerta Oscura, Salero de España (todas de 1953), La Ruiseñora, Rondalla de celos (de 1954), Amante de abril y mayo, Romance de valentía, Candelaria la del puerto, Cárcel de oro, Me embrujaste, o ¡Mañana sale! (de 1957).
Para Pepe Blanco escriben Cocidito madrileño (1948) y para Juanito Valderrama Pena mora (1950). Del famoso terceto Lola Flores interpretaría ¡Ay pena, penita, pena! (1952), ¡Ay España, España mía! (1954), La Lola ya está a tu vera (1955), Tanto tienes, tanto vales (1955) o  Limosna de amores (1955), y ya firmadas sólo por León y Quiroga: María Belén, Catalina Fernández La Lotera, Qué le pasa a Frasquita, Pidiendo guerra, A la sombra de tu pelo, Tientos del sombrero o La Marimorena, todas ellas recogidas en un álbum publicado en 1959 en varios paises de América.  Asímismo en 1966 el álbum Lola Flores y Antonio González presentan las canciones de "La Guapa de Cádiz" recoge temas firmados por Quintero / León / Quiroga como Gloria de Cádiz, Tanguillo de la Guapa de Cádiz, Punto en boca o La flor del temperamento.
León y Quiroga también fueron autores de Coplas de Luis Candelas, que Imperio Argentina grabó en 1947, o Te he de querer mientras viva, que Marifé de Triana grabó en 1960.
Pero en los años 60 el género de la copla comienza una decadencia inexorable, ya que las nuevas generaciones prefieren ritmos foráneos como el rock o el twist y se va imponiendo la música pop. Con todo, Quiroga continúa fiel a sí mismo aunque sus composiciones no logran la difusión de antaño. En 1968 se le concedió la Medalla al Mérito en el Trabajo. En 1986, la SGAE y el pueblo de Madrid -que concede al maestro el título de hijo adoptivo- rindieron tributo a Quiroga, compositor considerado ya por entonces como uno de los más fecundos del siglo XX.
Manuel Quiroga estuvo casado con Fuensanta Clavero Borao, con la que en 1938  tuvo a su hjo Manuel. El compositor falleció a los 89 años de un edema pulmonar.
 


En 1999, con ocasion del centenario natal del Maestro Quiroga, la Sociedad General de Autores y Editores le dedicó este monumento realizado por el escultor Juan Haro Pérez, situado en el Parque del Oeste de Madrid.


Fuente principal para esta reseña: Estudio "El compositor Manuel López-Quiroga" de Mª de Los Angeles Pidal Fernández, publicado en Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 7, 1999.

No hay comentarios:

Publicar un comentario