GRAN MAESTRO DE LA COMEDIA ITALIANA
Hoy es aniversario natal del director cinematográfico y guionista italiano Mario Monicelli, gran maestro de la comedia de costumbres. Antifascista y ateo, su abigarrada e influyente obra, recorrida por un humor irónico, penetrante y sarcástico, posee una extraña coherencia estética e ideológica, reflejando el lado más innoble de sus conciudadanos. Sabedor de que los temas que más hacen reir a los italianos derivan de la pobreza, la miseria, el hambre, la vejez, la enfermedad y la muerte, incidió en ellos de forma recurrente. Sus dos grandes obras maestras consecutivas, Rufufú (1958) y La gran guerra (1959), supusieron un importantísimo jalón en el género de la llamada commedia all'italiana y ambas fueron candidatas al Oscar a la mejor película en lengua extranjera, asi como posteriormente La ragazza con la pistola (1968). Colaborador en los guiones de todos sus films, Los camaradas (1963) y Casanova '70 (1965) obtuvieron asímismo sendas nominaciones al Oscar en la categoría de mejor guión original. Por sus películas, que le hicieron ganar multitud de premios dentro y fuera de Italia, desfilaron los actores italianos más importantes del siglo XX. Tres veces merecedor del Oso de Plata a la mejor dirección en el Festival de Berlín, en 1991 fue reconocido con el León de Oro honorífico por el conjunto de su carrera en el Festival de Venecia (premio que ya había ganado en competición en 1959) y en 2005 con un David di Donatello especial. Otros honores incluyen el nombramiento como Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana (1987) y Caballero (1994) de la misma, así como la Medalla de Oro de la cultura y el arte de su país (2000). Al igual que había hecho su padre en 1946, se quitó la vida en el año 2010.
Mario Monicelli fue el tercero de los seis hijos del periodista Tomaso Monicelli. Durante la Primera Guerra Mundial su padre fue combatiente y en los primeros años 20 director de varios periódicos. Adicto en principio al régimen fascista, cuando empezó a criticarlo, Tomaso fue apartado de sus funciones y en los años siguientes se encontró con serias dificultades económicas. Un empleo en la editorial Rizzoli permitiría a la familia Monicelli sobrevivir con dignidad durante algunos años.
Mario pasó su infancia en Roma y después se trasladó a Viareggio con su familia y, más adelante, en Milán inició sus estudios universitarios, que continuaría en Pisa en la facultad de Filosofía y Letras. En 1934 realizó su primer cortometraje y con sólo diecinueve años codirigió el largo silente I ragazzi di via Paal (1935) con Cesare Civita y Alberto Mondadori, premiado en el Festival de Venecia, lo que dio a Monicelli la oportunidad de acceder profesionalmente al mundo del cine. Después de haber ejercido como crítico cinematográfico, en los años siguientes trabajó como guionista y ayudante de dirección, llegando a realizar bajo el seudónimo Michele Badiek su primer largometraje, Pioggia d'estate (1937), apenas distribuido en el sur de Italia y hoy perdido.
En 1940 fue llamado a filas y cuando le destinaron a combatir en Yugoslavia, escapó a Roma, donde permaneció oculto hasta el verano de 1944. Finalizada la guerra, su padre se suicidó en 1946 disparándose con un revólver en el baño. Tras forzar la puerta del mismo, fue el propio Mario quien encontró el cadáver. Ese mismo año formó pareja con Steno (seudónimo de Stefano Vanzina) para escribir guiones en films ajenos. Entre 1949 y 1953 ambos dirigieron conjuntamente varias comedias, entre ellas Totò busca Piso (1949), Al diablo la celebridad (1949), Vida de perros (1950) o Guardias y ladrones (1951), la más popular de todas ellas, con Totò y Aldo Fabrizi como pareja protagonista. Las infieles (1953), comedia dramática con
Gina Lollobrigida,
Pierre Cressoy y Anna Maria Ferrero, fue su última colaboración con Steno.
Entre las primeras películas que Monicelli dirigió en solitario figuran Un héroe de nuestro tiempo (1955), comedia con Alberto Sordi,
Franca Valeri y
Giovanna Ralli, Donatella (1956), comedia con
Elsa Martinelli y
Gabriele Ferzetti, Padres e hijos (1957), comedia con
Vittorio De Sica,
Marcello Mastroianni,
Antonella Lualdi,
Marisa Merlini y
Franco Interlenghi por la que ganó su primer Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín, y El médico y el curandero (1957), comedia con
Vittorio De Sica,
Marcello Mastroianni, Marisa Merlini y Alberto Sordi.
Consiguió su primera obra maestra con Rufufú (1958), excelente comedia que parodiaba humorísticamente el thriller francés "Rififi" (1955) de Jules Dassin y mostraba gags inspirados en Chaplin o Keaton, con un memorable reparto que incluía a Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni, Renato Salvatori, Totò y Memmo Carotenuto como un grupo de ladronzuelos que deciden preparar un gran robo en las oficinas romanas del Monte de Piedad, con la esperanza de que les saque de la miseria en la que viven. Este film, que en el Festival de San Sebastián ganó ex-aequo la Concha de Plata a la mejor dirección compartida con "Vertigo" de Alfred Hitchcock y fue candidato al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa, marcó un hito en la cinematografía italiana. A partir de él nació un nuevo tipo de comedia que, abandonando los cánones usuales, contemplaba la realidad con incisiva mirada crítica y social, tratando de forma divertida, irónica o humorística argumentos en sí dramáticos. Este género, conocido como commedia all'italiana, mantendría su esplendor hasta comienzos de los años 80 y lo hicieron grande guionistas como el propio Monicelli, Age & Scarpelli, Suso Cecchi D'Amico o Ettore Scola, además de ser frecuentado por la mayoría de los mejores directores e intérpretes del cine italiano. Otra obra maestra de Monicelli fue La gran guerra (1959), tragicomedia bélica que cuenta la patética historia de dos soldados cobardes que acabaron muriendo como héroes en la Primera Guerra Mundial, con Alberto Sordi, Vittorio Gassman y Silvana Mangano. Con este film logró el León de Oro a la mejor película en el Festival de Venecia, además de su segunda nominación al Oscar a la mejor película en lengua extranjera.
En los años 60 dirigió Llegan los bribones (1960), comedia que adaptaba una historia de Alberto Moravia, con Anna Magnani, Totò y Ben Gazzara; 'Renzo y Luciana', un episodio de los cuatro contenidos en la comedia Boccaccio '70 (1962); Los camaradas (1963), drama social no exento de humor sobre conflictos laborales a finales del siglo XIX, con Marcello Mastroianni, Renato Salvatori y Annie Girardot, nominado al Oscar al mejor guión original; el episodio 'Gente moderna', uno de los cuatro que componían la colectiva Alta infidelidad (1964); Casanova '70 (1965), comedia con Marcello Mastroianni, Virna Lisi, Marisa Mell y Michèle Mercier, por la que consiguió una segunda Concha de Plata a la mejor dirección en San Sebastián y otra nominación al Oscar al mejor guión original; La armada Brancaleone (1966), popular comedia medieval con Vittorio Gassman, Catherine Spaak, Gian Maria Volonté y Enrico Maria Salerno; el episodio 'Fata Armenia', uno de los cuatro que formaban Las cuatro brujas (1966); La ragazza con la pistola (1968), comedia con Monica Vitti, Stanley Baker y Carlo Giuffrè, tercer film de Monicelli candidato al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa; o 'La bambinaia', uno de los seis episodios de Capriccio all'italiana (1968).
En la siguiente década se estrenaron sus películas: Brancaleone en las cruzadas (1970), secuela de La armada Brancaleone con Vittorio Gassman y Stefania Sandrelli, 'El frigorífico', primero de los tres episodios de la comedia Tres parejas (1970); Mortadela (1971), sátira sobre la burocracia aduanera con Sophia Loren y Luigi Proietti; Queremos los coroneles (1973), candente farsa política con Ugo Tognazzi, Apasionada (1974), sátira costumbrista con Ugo Tognazzi, Ornella Muti y Michele Placido, Habitación para cuatro (1975), comedia dramática sobre la amistad de cuatro cincuentones, con Ugo Tognazzi, Gastone Moschin y Philippe Noiret por la que Monicelli ganó un David di Donatello al mejor director; Caro Michele (1976), comedia dramática con Mariangela Melato, Delphine Seyrig, Aurore Clément, Lou Castel y Fabio Carpi por la que fue premiado con el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín; Un burgués pequeño, muy pequeño (1977), cáustica comedia negra con Alberto Sordi, Shelley Winters y Romolo Valli, ganadora del David di Donatello a la mejor película, director y actor protagonista; los episodios 'Autostop' y 'Primeros auxilios' del total de catorce incluidos en la comedia colectiva ¡Que viva Italia! (1977), nominada al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa; y Un viaje con Anita (1979), comedia con Giancarlo Giannini y Goldie Hawn.
Consiguió su primera obra maestra con Rufufú (1958), excelente comedia que parodiaba humorísticamente el thriller francés "Rififi" (1955) de Jules Dassin y mostraba gags inspirados en Chaplin o Keaton, con un memorable reparto que incluía a Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni, Renato Salvatori, Totò y Memmo Carotenuto como un grupo de ladronzuelos que deciden preparar un gran robo en las oficinas romanas del Monte de Piedad, con la esperanza de que les saque de la miseria en la que viven. Este film, que en el Festival de San Sebastián ganó ex-aequo la Concha de Plata a la mejor dirección compartida con "Vertigo" de Alfred Hitchcock y fue candidato al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa, marcó un hito en la cinematografía italiana. A partir de él nació un nuevo tipo de comedia que, abandonando los cánones usuales, contemplaba la realidad con incisiva mirada crítica y social, tratando de forma divertida, irónica o humorística argumentos en sí dramáticos. Este género, conocido como commedia all'italiana, mantendría su esplendor hasta comienzos de los años 80 y lo hicieron grande guionistas como el propio Monicelli, Age & Scarpelli, Suso Cecchi D'Amico o Ettore Scola, además de ser frecuentado por la mayoría de los mejores directores e intérpretes del cine italiano. Otra obra maestra de Monicelli fue La gran guerra (1959), tragicomedia bélica que cuenta la patética historia de dos soldados cobardes que acabaron muriendo como héroes en la Primera Guerra Mundial, con Alberto Sordi, Vittorio Gassman y Silvana Mangano. Con este film logró el León de Oro a la mejor película en el Festival de Venecia, además de su segunda nominación al Oscar a la mejor película en lengua extranjera.
En los años 60 dirigió Llegan los bribones (1960), comedia que adaptaba una historia de Alberto Moravia, con Anna Magnani, Totò y Ben Gazzara; 'Renzo y Luciana', un episodio de los cuatro contenidos en la comedia Boccaccio '70 (1962); Los camaradas (1963), drama social no exento de humor sobre conflictos laborales a finales del siglo XIX, con Marcello Mastroianni, Renato Salvatori y Annie Girardot, nominado al Oscar al mejor guión original; el episodio 'Gente moderna', uno de los cuatro que componían la colectiva Alta infidelidad (1964); Casanova '70 (1965), comedia con Marcello Mastroianni, Virna Lisi, Marisa Mell y Michèle Mercier, por la que consiguió una segunda Concha de Plata a la mejor dirección en San Sebastián y otra nominación al Oscar al mejor guión original; La armada Brancaleone (1966), popular comedia medieval con Vittorio Gassman, Catherine Spaak, Gian Maria Volonté y Enrico Maria Salerno; el episodio 'Fata Armenia', uno de los cuatro que formaban Las cuatro brujas (1966); La ragazza con la pistola (1968), comedia con Monica Vitti, Stanley Baker y Carlo Giuffrè, tercer film de Monicelli candidato al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa; o 'La bambinaia', uno de los seis episodios de Capriccio all'italiana (1968).
En la siguiente década se estrenaron sus películas: Brancaleone en las cruzadas (1970), secuela de La armada Brancaleone con Vittorio Gassman y Stefania Sandrelli, 'El frigorífico', primero de los tres episodios de la comedia Tres parejas (1970); Mortadela (1971), sátira sobre la burocracia aduanera con Sophia Loren y Luigi Proietti; Queremos los coroneles (1973), candente farsa política con Ugo Tognazzi, Apasionada (1974), sátira costumbrista con Ugo Tognazzi, Ornella Muti y Michele Placido, Habitación para cuatro (1975), comedia dramática sobre la amistad de cuatro cincuentones, con Ugo Tognazzi, Gastone Moschin y Philippe Noiret por la que Monicelli ganó un David di Donatello al mejor director; Caro Michele (1976), comedia dramática con Mariangela Melato, Delphine Seyrig, Aurore Clément, Lou Castel y Fabio Carpi por la que fue premiado con el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín; Un burgués pequeño, muy pequeño (1977), cáustica comedia negra con Alberto Sordi, Shelley Winters y Romolo Valli, ganadora del David di Donatello a la mejor película, director y actor protagonista; los episodios 'Autostop' y 'Primeros auxilios' del total de catorce incluidos en la comedia colectiva ¡Que viva Italia! (1977), nominada al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa; y Un viaje con Anita (1979), comedia con Giancarlo Giannini y Goldie Hawn.
El resto de su filmografía incluye las películas: Rosy el huracán (1980), comedia con
Gérard Depardieu y
Faith Minton; Cuarto de hotel (1981), comedia con
Vittorio Gassman,
Monica Vitti y
Enrico Montesano; El marqués del Grillo (1981), comedia ambientada en Roma a comienzos del siglo XIX, con Alberto Sordi como protagonista, nuevamente Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín; Un quinteto a lo loco (1982), comedia secuela de Habitación para cuatro, con Ugo Tognazzi,
Philippe Noiret,
Gastone Moschin,
Adolfo Celi,
Renzo Montagnani y
Paolo Stoppa; La doble vida de Matías Pascal (1984), comedia dramática que adapta una novela de Pirandello, con
Marcello Mastroianni como protagonista; Esperemos que sea mujer (1986), comedia dramática con Liv Ullmann,
Catherine Deneuve,
Giuliana de Sio, Philippe Noiret, Giuliano Gemma, Bernard Blier y Stefania Sandrelli, ganadora de siete premios David di Donatello, entre ellos los de mejor película y director; Los alegres pícaros (1987), revisitación de la mítica de la picaresca española que propone el encuentro entre Guzmán de Alfarache y el Lazarillo de Tormes, con Giancarlo Giannini,
Enrico Montesano,
Vittorio Gassman,
Nino Manfredi,
Giuliana de Sio y
Bernard Blier; Il male oscuro (1990), comedia dramática con
Giancarlo Giannini,
Emmanuelle Seigner,
Stefania Sandrelli y
Vittorio Caprioli, nuevo David di Donatello al mejor director; ¡Rossini! ¡Rossini! (1991), drama biográfico sobre el famoso compositor italiano, con
Philippe Noiret,
Jacqueline Bisset,
Sergio Castellitto,
Sabine Azéma,
Assumpta Serna y
Giorgio Gaber, y otras de menor repercusión. La rosa del desierto (2006), comedia con
Michele Placido,
Giorgio Pasotti y
Alessandro Haber, supuso su despedida del cine.
Mario Monicelli tuvo dos esposas: la primera, Antonella Salerni, unión de la que nacieron dos hijas, Martina (1967) y Ottavia (1974), y la segunda, Chiara Rapaccini, madre de su tercera hija, Rosa (1988). De las dos se separó, viviendo en soledad sus últimos años. A la edad de 95 se suicidó lanzándose al vacío desde el quinto piso del hospital romano donde permanecía ingresado aquejado de un cáncer de próstata en fase terminal. Su trágica muerte conmocionó a Italia.
Mario Monicelli tuvo dos esposas: la primera, Antonella Salerni, unión de la que nacieron dos hijas, Martina (1967) y Ottavia (1974), y la segunda, Chiara Rapaccini, madre de su tercera hija, Rosa (1988). De las dos se separó, viviendo en soledad sus últimos años. A la edad de 95 se suicidó lanzándose al vacío desde el quinto piso del hospital romano donde permanecía ingresado aquejado de un cáncer de próstata en fase terminal. Su trágica muerte conmocionó a Italia.
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