UMBERTO GIORDANO (Foggia, Italia, 28-8-1867/ Milano, Italia, 12-11-1948): IN MEMORIAM
Hoy se cumplen sesenta y ocho años del fallecimiento del compositor italiano Umberto Giordano, fundamentalmente conocido por ser autor de óperas veristas como Andrea Chénier y Fedora.
Hijo de un farmacéutico, Umberto Giordano estudió, pese a la inicial oposición paterna, en el Conservatorio de Nápoles
entre 1882 y 1889, año en que escribió su primera ópera, Marina, que presentó a un concurso que no ganó, pero a partir del cual se le encargó la composición de su siguiente obra, Mala vita, estrenada en Roma en 1892 con cierto escándalo derivado de su temática (la redención de una prostituta). Regina Diaz (1894) fue un fracaso y se la retiró de cartel tras su segunda representación. Mientras efectuaba su posterior trabajo, Giordano vivió la vida prototípica del artista hambriento. El único espacio que
podía alquilar era una habitación en el depósito de la morgue, en donde
componía rodeado de lápidas. Finalmente, dos años más tarde estrenó su ópera más conocida Andrea Chénier (1896), basada en la vida del poeta revolucionario
francés André Chenier, ejecutado durante el Periodo del Terror de la Revolución francesa. El libreto fue escrito por Luigi Illica para Alberto
Franchetti, el cual a su vez le dio el libreto a Giordano. Esta ópera, estrenada en la Scala milanesa, fue representada con éxito por toda Europa y en Nueva York en los años siguientes.
Andrea Chénier, destacada por el inteligente uso de la orquesta y por sus arias (con las que se han lucido muchos cantantes), sigue siendo la ópera más conocida de Giordano,
hasta el punto de que esta composición permanece en el repertorio habitual de los teatros de ópera de todo el mundo y se la considera una de las más bellas muestras del verismo
italiano, estilo al que estaba adscrito su autor. El verismo operístico floreció en Italia en la última década del siglo XIX y se
caracterizó por tener un argumento melodramático y a menudo violento,
con personajes extraídos de la realidad cotidiana. La estrategia musical
incluía la declamación apasionada de los solos, y las armonías y
melodías emocionalmente recargadas. Entre los compositores del
mencionado estilo se hallan Mascagni, Leoncavallo y Puccini.
Aun en menor proporción, Fedora (1898), ópera con libreto de Arturo Colautti basado en un drama con el mismo nombre de Victorien Sardou, es su segunda obra en importancia. Cuenta la historia de una princesa rusa que, sin querer, se enamora del asesino de su prometido. La estrenó con éxito el famoso tenor Enrico Caruso y aunque no fue muy bien recibida por la crítica de su época, ha sido revalorizada en tiempos más recientes y continúa representándose.
Las restantes composiciones de Giordano no le dieron la misma popularidad y no forman parte del repertorio actual: Il voto (revisión de Malavita, 1902), Siberia (1903), Marcella (1907), Mese Mariano (1910), Madame Sans Gêne (1915), Giove a Pompei (1921), La cena delle beffe (1924) e Il re (1929), su última ópera completa.
Umberto Giordano pasó los últimos años de su vida enseñando, escribiendo canciones de cámara y otras pequeñas piezas. Falleció a los 81 años de edad. Hoy un teatro en Foggia lleva su nombre.
El exaltado romanticismo presente en Andrea Chénier, ópera ambientada en la Revolución francesa, se hace especialmente patente en La mamma morta, aria enclavada en el Acto III y correspondiente al personaje de Maddalena di Coigny. La gran soprano Maria Callas hizo una memorable interpretación de ella como puede apreciarse a continuación.
Muy enriquecedora esta reseña biográfica de Giordano y las notas sobre el verismo concretas y acertadas.
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