DISTINGUIDA Y DISTANTE
Hoy se cumplen dos años del fallecimiento de la actriz estadounidense Martha Hyer. Bella, de porte aristocrático y elegante, paseó su rubia distinción algo distante en buen número de películas rodadas en veinticinco años de carrera. Cuando Grace Kelly abandonó el cine para convertirse en princesa de Mónaco, se habló de Hyer como su posible sucesora, vaticinio que no se cumplió, si bien en una ocasión fue candidata al Oscar como mejor actriz secundaria por su sobresaliente actuación en el excelente melodrama Como un torrente (1958).
Nacida en el seno de una familia rica, Martha Hyer era hija de un juez. Tras graduarse en arte dramático en la universidad privada de Northwestern, se trasladó a California para ampliar sus estudios en la Pasadena Playhouse con la aspiración de ser actriz y triunfar en Hollywood. Pronto firmó un contrato con RKO, estudio donde debutó sin acreditar en la película La huella de un recuerdo (1946) de John Brahm.
Luego de desempeñar en los años siguientes pequeños papeles en producciones modestas o de serie B, comenzó a obtener mejores papeles en películas de otros estudios como Trigo y esmeralda (1953) de Robert Wise, drama basado en una novela de Edna Ferber, con el protagonismo de
Jane Wyman,
Sterling Hayden y
Nancy Olson, La batalla de Rogue River (1954) de William Castle, western con George Montgomery y Richard Denning, No hay crimen impune (1954) de Arnold Laven, drama con Broderick Crawford y
Ruth Roman, Sabrina (1954) de Billy Wilder, comedia con Humphrey Bogart, Audrey Hepburn y William Holden, comedia donde era la novia de éste último, Muerte al atardecer (1956) de Jack Arnold, western con
Rory Calhoun y
Dean Jagger, Himno de batalla (1957) de Douglas Sirk, melodrama bélico con Rock Hudson y Dan Duryea, El temible Mister Cory (1957) de Blake Edwards, drama con Tony Curtis, Delicado delincuente (1957) de Don McGuire, comedia con Jerry Lewis, Un mayordomo aristócrata (1957) de Henry Koster, comedia con David Niven y June Allyson, El embrujo de París (1958) de Gerd Oswald, comedia con
Bob Hope,
Fernandel y
Anita Ekberg, o Cintia (1958) de Melville Shavelson, comedia dramática con
Cary Grant y
Sophia Loren.
En Como un torrente (1958) de Vincente Minnelli, memorable melodrama basado en una novela de James Jones y protagonizado por Frank Sinatra,
Dean Martin,
Shirley MacLaine, encontró el mejor papel de su carrera: Gwen French, la culta profesora que mantiene una distante relación con el veterano de guerra y fracasado escritor Dave Hirsch (Sinatra), mientras éste entabla amistad con el jugador Bama Dillert (Martin) y la prostituta Ginny Moorehead (MacLaine). La película obtuvo cinco nominaciones al Oscar, una de ellas para Hyer como mejor actriz secundaria. Después la intérprete texana apareció en títulos como El gran pescador (1959) de Frank Borzage, drama histórico-religioso con
Howard Keel,
Susan Kohner,
John Saxon y
Herbert Lom, donde Hyer fue Herodías, Mujeres frente al amor (1959) de Jean Negulesco, melodrama con reparto presidido por Joan Crawford, Imperio de titanes (1960) de Vincent Sherman, drama según una novela de Edna Ferber, con
Richard Burton,
Robert Ryan y Carolyn Jones, Los misterios de Angkor (1960) de William Dieterle, coproducción europea de aventuras con
Carlos Thompson y
Micheline Presle, La furia y el deseo (1960) de William F. Claxton, drama criminal con
Raymond Burr y
Joan Bennett, La última vez que vi a Archie (1961) de Jack Webb, comedia bélica con
Robert Mitchum,
Jack Webb y
France Nuyen, Una muchacha llamada Tamiko (1962) de John Sturges, drama con
Laurence Harvey y
France Nuyen, Solo contra el hampa (1963) de
Frank Tashlin, comedia con el protagonismo de Danny Kaye, Ellas y las otras (1963) de John Rich, comedia con
Janet Leigh,
Van Johnson y
Shelley Winters, Los insaciables (1964) de Edward Dmytryk, drama basado en una novela de Harold Robbins, con
George Peppard, Alan Ladd y Carroll Baker, La gran sorpresa (1964) de Nathan Juran, aventura espacial de ciencia-ficción con
Edward Judd y
Lionel Jeffries, Flechas sangrientas (1964) de Sidney Salkow, western con
Dale Robertson, Los cuatro hijos de Katie Elder (1965) de Henry Hathaway, western con
John Wayne y
Dean Martin, La jauría humana (1966) de Arthur Penn, drama basado en una novela de Horton Foote, con
Marlon Brando, Jane Fonda y
Robert Redford, Tierra de alimañas (1966) de Joseph Pevney, western con Clint Walker, La muñeca de trapo (1966) de Bert I. Gordon, film de terror con Don Ameche, El suceso (1967) de Elliot Silverstein, comedia protagonizada por
Anthony Quinn, La casa de las mil muñecas (1967) de Jeremy Summers, thriller con
Vincent Price y
George Nader, La mujer de otro (1967) de Rafael Gil, drama español con Analía Gadé, El bello Giorgio (1968) de Franco Indovina, comedia italiana con Vittorio Gassman, Complot (1969) de Alvin Rakoff, thriller con Roger Moore, No beses a un extraño (1970) de Robert Sparr, thriller con Paul Burke y Carol Lynley, o El día de los lobos (1971) de Ferde Grofe Jr., thriller con Richard Egan. En la última etapa de su carrera trabajó también en televisión hasta su retiro en 1974. En 1990 publicó su autobiografía.
Martha Hyer se casó en dos ocasiones: en 1951 con el productor C. Ray Stahl, matrimonio que acabó en divorcio en 1954, y con el productor Hal B. Wallis en 1966, de quien enviudaría en 1986. Este úlltimo, pese a ser uno de los más poderosos y adinerados de su época, llegó a asustarse por la capacidad de su esposa, siempre aficionada al lujo, para gastar dinero. La actriz no tuvo hijos. Falleció por causas naturales a los 89 años.
Una belleza muy distinguida que pude apreciar en alguna de sus películas!
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