BELLEZA UCRANIANA QUE NO LOGRÓ TRIUNFAR EN HOLLYWOOD
Hoy es aniversario natal de la actriz estadounidense de origen ucraniano Anna Sten. Además de bella, fue una actriz sensible y talentosa que, tras sus éxitos iniciales en películas soviéticas y alemanas, fue llevada a Hollywood por el productor Samuel Goldwyn, quien quiso convertirla en una gran estrella, fracasando en el intento. Las tres películas que produjo para ella, sucesivamente dirigidas por Dorothy Arzner, Rouben Mamoulian y King Vidor, recibieron buenas críticas pero no contaron con el favor del público. En adelante Sten mantuvo a duras penas una carrera declinante hasta su retiro a comienzos de los años 60.
Nacida Anna Petrovna Fesak, su padre era cosaco y su madre una bailarina sueca. Mientras estudiaba arte dramático en su ciudad natal se casó con el actor Boris Sten, de quien adoptó su nombre artístico, pero la pareja no tardó en divorciarse. En 1926 la joven actriz fue descubierta por el director Konstantin Stanislavsky, quien la introdujo en la Academia de Cine de Moscú. Anna actuó en varias obras teatrales y su primer largometraje cinematográfico en la ya entonces Unión Soviética fue la comedia romántica silente La muchacha de la sombrerera (1927) de Boris Barnet, junto a Vladimir Mikhajlov y Vladimir Fogel.
El film resultó exitoso y Sten protagonizó otros títulos como Tierra cautiva (1928) de Fedor Ozep, drama con Ivan Koval-Samborsky y Mikhail Narokov, Mi hijo (1928) de Yevgeni Chervyakov, drama con Gennadiy Michurin, o El águila blanca (1928) de Yakov Protazanov, drama con Vasili Kachalov y Vsevolod Meyerhold.
Casada desde 1927 con el director Fedor Ozep, ambos marcharon a Alemania, donde Sten, decidiendo no volver a la Unión Sovietica, interpretó varias películas: El contable Kremke (1930) de Marie Harder, mediometraje silente con Hermann Vallentin, y las ya sonoras Karamazov el asesino (1931) de Erich Engels y Fedor Ozep, adaptación de la novela de Dostoyevski, con Fritz Kortner y Fritz Rasp, Los hermanos Karamazov (1931) de Fedor Ozep, adaptación francesa de la misma novela con idénticos protagonistas, Salto mortal (1931) de Ewald André Dupont, drama con Anton Walbrook y Reinhold Bernt, Bombas sobre Montecarlo (1931) de Hanns Schwarz, comedia dramática con Hans Albers y Heinz Rühmann, y La tempestad de las pasiones (1932) de Robert Siodmak, drama criminal con Emil Jannings. Divorciada de Fedor Ozep en 1931, se casó con el director y productor Eugene Frenke en 1932, matrimonio que produjo una hija y perduraría hasta la muerte de él en 1984.
El productor Samuel Goldwyn andaba buscando una actriz europea que sucediese en Hollywood a su ex-protegida Vilma Banky y rivalizara con Greta Garbo o Marlene Dietrich. Así pues contrató a Anna Sten y la llevó a América con la pretensión de convertirla en una gran estrella. A tal fin la bella actriz fue entrenada de forma intensiva durante dos años para aprender inglés, así como los métodos de actuación hollywoodenses. Goldwyn empleó mucho tiempo y dinero en preparar su lanzamiento con la película La reina del boulevard (1934), drama basado en la novela "Nana" de Émile Zola, que dirigió Dorothy Arzner, con Lionel Atwill, Richard Bennett, Mae Clarke, Phillips Holmes y Muriel Kirkland, un film que no resultó rentable. Tampoco lo fueron sus dos siguientes películas para Goldwyn: Vivamos de nuevo (1934) de Rouben Mamoulian, drama adaptador de la novela "Resurrección" de Tolstoi, con Fredric March como oponente, y Noche nupcial (1935) de King Vidor, drama romántico con Gary Cooper, Ralph Bellamy, Walter Brennan y Helen Vinson. A pesar de su calidad, el público americano no apreció lo suficiente estas producciones y Goldwyn canceló su contrato con Sten.
La actriz continuó ocasionalmente su carrera con producciones más modestas, así la británica Una mujer sola (1936) de Eugene Frenke, drama con Henry Wilcoxon, Camino del destierro (1939) de Otis Garrett, drama con Alan Marshal, Me casé con un nazi (1940) de Irving Pichel, drama donde su nombre apareció tras los de Joan Bennett, Francis Lederer y Lloyd Nolan, Así acaba nuestra noche (1941) de John Cromwell, drama bélico adaptador de una novela de Erich Maria Remarque, con Fredric March, Margaret Sullavan, Frances Dee, Glenn Ford y Erich von Stroheim, Las guerrillas yugoslavas (1943) de Louis King, drama bélico con Philip Dorn, Shepperd Strudwick, Virginia Gilmore y Martin Kosleck, Quisieron destrozar América (1943) de Edward Ludwig, drama bélico con George Sanders, Tres chicas rusas (1943) de Fedor Ozep y Henry Kesler, drama bélico con Kent Smith, y Vivamos un poco (1948) de Richard Wallace, comedia protagonizada por Hedy Lamarr y Robert Cummings. Hasta su retiro definitivo en 1964 realizó trabajos esporádicos en televisión y sólo apareció en tres películas más: Cita en Hong Kong (1955) de Edward Dmytryk, film de aventuras con Clark Gable y Susan Hayward, Tres fugitivas (1956) de Edward L. Cahn, drama criminal con Marla English, John Litel, Lance Fuller y Adele Jergens, y La monja y el sargento (1962) de Franklin Adreon, drama ambientado en la guerra de Corea, con Robert Webber.
Anna Sten falleció olvidada a la edad de 84 años.
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