INFRAVALORADO EN EL CINE, POPULAR EN LA TELEVISIÓN
Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Robert Young. La mayor parte de su extensa filmografía fue producida por Metro-Goldwyn-Mayer, estudio al que permaneció ligado una década larga y que, salvo excepciones, le encasilló en personajes de buenos modales, amables o encantadores que no representaban grandes retos interpretativos. Aún así, con un estilo sereno, discreto y sutil, en ese u otros estudios, desempeñó su trabajo con sobria eficacia y compartió créditos con actrices como Helen Hayes, Norma Shearer, Joan Crawford, Janet Gaynor,
Loretta Young,
Katharine Hepburn, Barbara Stanwyck, Claudette Colbert,
Luise Rainer, Margaret Sullavan, Hedy Lamarr, Dorothy McGuire, Susan Hayward, Maureen O'Hara o
Greer Garson y dejó varios clásicos a la posteridad. En la última etapa de su carrera abandonó el cine y se convirtió en una popular estrella de la televisión, llegando a ganar en ella tres premios Emmy y un Globo de Oro.
Hijo de irlandés emigrado y norteamericana, Robert George Young se trasladó de joven con su familia a diferentes localidades del país hasta recalar en Los Angeles. Mientra trabajaba en empleos temporales, estudió arte dramático en la Pasadena Playhouse y apareció en pequeños papeles en películas silentes. Yendo de gira con una compañía teatral de repertorio, fue descubierto por un cazatalentos de Metro-Goldwyn-Mayer y firmó un contrato con el estudio.
Debutó con el El camello negro (1931) de Hamilton MacFadden, thriller de intriga con
Warner Oland como el detective Charlie Chan, seguido por títulos como El pecado de Madelon Claudet (1931) de Edgar Selwyn, melodrama por el que Helen Hayes ganó el Oscar a la mejor actriz, Los hijos de los gangsters (1931) de Rowland V. Lee, drama criminal con
Leo Carrillo y
Constance Cummings, Alcohol prohibido (1932) de King Vidor, drama con
Dorothy Jordan,
Walter Huston, Lewis Stone,
Neil Hamilton
y Jimmy Durante, Errores de juventud (1932) de Charles Brabin, drama con
Margaret Perry,
Lewis Stone y Laura Hope Crews donde por primera vez encabezó el reparto, Extraño intervalo (1932) de Robert Z. Leonard, drama con
Norma Shearer y
Clark Gable, Torero a la fuerza (1932) de
Leo McCarey, comedia protagonizada por Eddie Cantor, Los hombres deben pelear (1933) de Edgar Selwyn, drama con Diana Wynyard, Lewis Stone y Phillips Holmes, Vivamos hoy (1933) de Howard Hawks, drama con Joan Crawford y Gary Cooper, Honduras de infierno (1933) de Jack Conway, drama bélico con
Robert Montgomery, Ana la del remolcador (1933) de
Mervyn LeRoy, comedia dramática con
Marie Dressler y
Wallace Beery, Divina (1933) de Alfred Santell, drama romántico para RKO con
Ann Harding, Carolina (1934) de Henry King, comedia romántica para Fox con
Janet Gaynor y
Lionel Barrymore, La casa de los Rothschild (1934) de Alfred L. Werker, drama biográfico sobre la famosa dinastía y el imperio financiero que sus miembros llegaron a levantar, con
George Arliss,
Loretta Young y Boris Karloff, Mística y rebelde (1934) de John Cromwell, drama RKO con
Katharine Hepburn y
Ralph Bellamy, Luisiana (1934) de
George B. Seitz, drama romántico con Jean Parker, Nido de águilas (1935) de Richard Rosson, drama aéreo con
Wallace Beery, Mi novia está a bordo (1935) de
Sam Taylor, comedia con Evelyn Venable, El soldado del amor (1935) de Sidney Lanfield, comedia con
Barbara Stanwyck, ¿Recuerdas lo de anoche? (1935) de James Whale, comedia de intriga para Universal con
Edward Arnold,
Constance Cummings y Sally Eilers, o La novia que vuelve (1935) de Wesley Ruggles, comedia romántica en Paramount con
Claudette Colbert y
Fred MacMurray. Como otros muchos actores bajo contrato con M.G.M., Young estaba obligado a aceptar los papeles que le asignaban, pues de negarse a hacerlo se les suspendía de sueldo. El jerifalte Louis B. Mayer, que gobernaba con mano férrea el estudio, opinaba: "Robert Young no tiene sex-appeal", por lo que al actor no se le encomendaban roles protagonistas y, en caso de que le tocase interpretar alguno, por lo común, él no era el que al final se quedaba con la chica.
Young era 'prestado' a menudo a otros estudios, incluso fuera del país. Así sucedió con dos producciones de Gaumont British: Es el amor (1936) de
Victor Saville, comedia musical con
Jessie Matthews, y El agente secreto (1936) de Alfred Hitchcock, thriller de intriga con
Madeleine Carroll,
Peter Lorre y
John Gielgud, u otros estudios, como Cásate y verás (1936) de
Leigh Jason, comedia romántica con Barbara Stanwyck y Gene Raymond, o La encontré en París (1937) de Wesley Ruggles, comedia romántica con
Claudette Colbert y
Melvyn Douglas. El actor creía que M.G.M. pretendía cancelar su contrato, pero no fue así, volviendo a trabajar para el estudio en películas como Los candelabros del Zar (1937) de George Fitzmaurice, drama histórico con
William Powell y
Luise Rainer, Cadetes del mar (1937) de Sam Wood, drama deportivo con
James Stewart y
Lionel Barrymore, Tres camaradas (1938) de Frank Borzage, excelente drama basado en una novela de Erich Maria Remarque sobre la ascensión del nazismo, con
Robert Taylor,
Margaret Sullavan y
Franchot Tone,
Un romance para tres (1938) de Edward Buzzell, comedia con Frank Morgan y Mary Astor, La hora radiante (1938) de Frank Borzage, drama romántico con
Joan Crawford,
Margaret Sullavan y
Melvyn Douglas, Honolulu (1939) de Edward Buzzell,, musical con Eleanor Powell, George Burns y Gracie Allen, o Milagros en venta (1939) de Tod Browning, thriller de intriga con Florence Rice.
En la década siguiente, aún en M.G.M. intervino en films como Paso al noroeste (1940) de King Vidor, drama aventurero con Spencer Tracy, Tormenta mortal (1940) de Frank Borzage, otro magnífico drama sobre el ascenso nazi, con Margaret Sullavan,
James Stewart y
Frank Morgan, Espíritu de conquista (1941) de Fritz Lang, western con Randolph Scott, Dean Jagger y Virginia Gilmore, Lady be good (1941) de Norman Z. McLeod, musical con Eleanor Powell y Ann Sothern, Cenizas de amor (1941) de King Vidor, drama romántico con
Hedy Lamarr y
Ruth Hussey donde tuvo uno de sus mejores papeles, Cairo (1942) de
W. S. Van Dyke, musical con Jeanette MacDonald y Ethel Waters, o El fantasma de Canterville (1944) de Jules Dassin, adaptación de un cuento de Oscar Wilde, con
Charles Laughton y
Margaret O'Brien. Finalizado su contrato con M.G.M., actuó en producciones de diversos estudios como Su milagro de amor (1945) de John Cromwell, drama romántico con
Dorothy McGuire y
Herbert Marshall, Encantos de juventud (1945) de Lewis Allen, comedia con Laraine Day, Jugando con la suerte (1946) de Edwin L. Marin, comedia con Barbara Hale, No soy culpable (1947) de Irving Pichel, noir con
Susan Hayward y
Jane Greer, Encrucijada de odios (1947) de Edward Dmytryk, noir con
Robert Mitchum y
Robert Ryan, otro de sus mejores títulos, Niñera moderna (1948) de Walter Lang, comedia con
Maureen O'Hara y
Clifton Webb, La dinastía de los Forsyte (1949) de Compton Bennett, adaptación de una novela de John Galsworthy que supuso un puntual retorno de Young a M.G.M., con
Errol Flynn,
Greer Garson,
Walter Pidgeon y Janet Leigh, Se vende una novia (1949) de William D. Russell, comedia con
Claudette Colbert y
George Brent, La segunda mujer (1950) de James V. Kern, noir con Betsy Drake, Adiós, mi amor (1950) de Vincent Sherman, comedia romántica con Joan Crawford y Frank Lovejoy, El mestizo (1952) de
Stuart Gilmore, western con
Janis Carter, o El secreto de los incas (1954) de Jerry Hopper, film de aventuras con Charlton Heston.
Como actor freelance y sin un estudio que gestionase su carrera, Young no encontró papeles adecuados para él, así que dejó el cine y se refugió en la televisión. En ese medio consiguió triunfar con la serie "Papá lo sabe todo", emitida entre 1954 y 1960, donde encarnaba a un afable agente de seguros, papel que con anterioridad había interpretado en la radio entre 1949 y 1954. En plena madurez se convirtió en un actor popular y su trabajo fue recompensado con dos premios Emmy. Entre 1969 y 1976 volvió a dar en la diana del éxito con la serie "Marcus Welby", donde era un amable médico de familia, rol que le proporcionó otro Emmy y un Globo de Oro. Hasta 1988 se mantuvo en activo.
Robert Young estuvo casado con Betty Henderson desde 1933 hasta que enviudó en 1994, unión de la que nacieron cuatro hijos. El actor era un hombre reservado e introvertido que, a pesar de sus modales amables, nunca superó la amargura por el trato que le dispensó Hollywood. La depresión que sufría desde 1946 y su alcoholismo durante tres décadas culminaron en un intento de suicidio en 1991, a los 84 años. Aún vivió hasta los 91, edad a la que falleció de un fallo respiratorio.
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