ONDE DE AMOR ME PERDIA
Un tema, a priori tan sórdido como la prostitución, puede, a base de inspiración y sentimiento, como es el caso del compositor Joâo Nobre en el precioso fado Esquina do pecado, que la irrepetible Amália Rodrigues grabó en 1958, transformarse en una memorable canción popular.
No obstante tratarse de un tema sórdido, como lo califica Javi, la canción es preciosa, lo que enaltece la virtud del arte.
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