MALOGRADA ACTRIZ DE TALENTO CON TRÁGICO FINAL
La prematuramente desaparecida actriz estadounidense Elizabeth Hartman cumpliría hoy 80 años. Procedente del teatro comenzó joven su (corta) carrera en el cine, obteniendo desde el principio aclamación crítica y una nominación al Oscar a la mejor actriz por su primera película, Un retazo de azul (1965). En sus cuatro siguientes películas trabajó con importantes directores (Lumet, Coppola, Frankenheimer, Siegel) y compartió créditos con destacados intérpretes. Pero en los años 70 su carrera decayó vertiginosamente debido a sus trastornos depresivos, que la llevaron al suicidio a la temprana edad de 43 años.
Nacida en el seno de una familia trabajadora con tres hijos, dio sus primeros pasos como actriz adolescente antes de graduarse en 1961. Tras estudiar en una universidad privada en Pittsburgh, Pennsylvania, se profesionalizó en la Cleveland Playhouse, en Ohio, donde actuó en diversas producciones teatrales. Después se trasladó a Nueva York para continuar su carrera sobre las tablas.
Tras pasar en 1964 por tests de pantalla para Metro-Goldwyn-Mayer y Warner Brothers fue seleccionada para interpretar un papel protagónico en Un retazo de azul (1965) de Guy Green, drama donde encarnó a una joven ciega, con Sidney Poitier y Shelley Winters, film que obtuvo cinco nominaciones al Oscar, una de ellas para Hartman como mejor actriz, convirtiéndose en la más joven nominada hasta entonces a ese premio; también fue candidata a dos Globos de Oro, ganando uno como nueva actriz más prometedora. Después actuó en El grupo (1966) de Sidney Lumet, drama sobre los avatares de ocho mujeres de posición acomodada, compañeras de universidad, desde
que se gradúan a mediados de los años 30, hasta los prolegómenos de la
Segunda Guerra Mundial, con Candice Bergen, Joan Hackett, Shirley Knight, Joanna Pettet, Mary-Robin Redd, Jessica Walter y Kathleen Widdoes; Ya eres un gran chico (1966) de Francis Ford Coppola, comedia con Geraldine Page, Peter Kastner, Rip Torn, Michael Dunn, Tony Bill, Karen Black y Julie Harris que le supuso otra nominación al Globo de Oro; El hombre de Kiev (1968) de John Frankenheimer, drama ambientado en la Rusia zarista, con Alan Bates, Dirk Bogarde, Hugh Griffith, Ian Holm, David Warner y Carol White; El seductor (1971) de Don Siegel, drama ambientado en la Guerra de Secesión, con Clint Eastwood y Geraldine Page; En busca del tesoro (1972) de Stanton Kaye, drama con Bonnie Bedelia y Scott Glenn; y Pisando fuerte (1973) de Phil Karlson, drama criminal con Joe Don Baker y Rosemary Murphy.
Después, a falta de mejores oportunidades en el cine, trabajó en televisión y teatro. Casada desde 1968 con el director escénico Gill Dennis, con quien no tuvo hijos, colaboró con él en algunas producciones de gira. La actriz sufría de depresión crónica y en 1973 fue tratada en un centro psiquiático en Hartford, Connecticut. La última vez que fue vista en la pantalla fue en Regreso a Full Moon (1981) de Larry Cohen, una sub-comedia de terror producida en caóticas condiciones, con Adam Arkin, Roz Kelly y Ed McMahon. Su última intervención en el cine fue prestar su voz al film de animación Nimh, el mundo secreto de la Sra. Brisby (1982) de Don Bluth. Después se desvinculó por completo de la industria. En 1984 se divorció de su marido, de quien ya llevaba cinco años separada. En los últimos años de su vida trabajó en un museo en Pittsburgh, donde recibía tratamiento clínico como paciente externa. Finalmente se suicidó arrojándose por la ventana del apartamento en un quinto piso donde residía. Aquella mañana había llamado temprano a su psiquiatra para decirle que se sentía abatida. Contaba 43 años de edad.
Triste y trágico final. Justo rendirle este homenaje.
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