MAESTRO DE LA COMEDIA VISUAL, SIEMPRE A REIVINDICAR
Hoy es aniversario natal del director cinematográfico estadounidense Frank Tashlin. Tras casi veinte años de dedicación a los dibujos animados, en los que destacó por su inventiva visual, se estableció como director de comedias de acción real en los años 50 y 60. Su experiencia en el cartoon fue esencial para modelar las
características de su cine, caracterizado por audaces posicionamientos de
cámara deudores de su etapa como dibujante de tiras de cómics, presteza
rítmica, profuso colorido y un sobresaliente sentido del gag con esencia
de dibujo animado. Su muy peculiar humor, ácido, destructor, corrosivo, al límite del absurdo, satirizó a la América de su tiempo, retratando a sus habitantes como seres enloquecidos y alienados, obsesionados por el consumo, el sexo, el dinero y el poder. Dos de sus películas lanzaron al estrellato a la exuberante Jayne Mansfield, pero en Jerry Lewis, de quien fue maestro y amigo, encontró sin duda el intérprete ideal para su humor visual de comedia física, comúnmente sorprendente e impredecible. La política de autores de revistas francesas como Cahiers du cinéma o Positif situó a directores del Hollywood clásico en el Olimpo de la comedia cinematográfica, así Ernst Lubitsch, Howard Hawks, Frank Capra, Billy Wilder, Preston Sturges, Mitchell Leisen, Vincente Minnelli, Stanley Donen o Blake Edwards. La fecunda asociación entre Frank Tashlin y Jerry Lewis, más deudora de la fisicidad de las obras de Chaplin o Keaton, produjo un buen número de divertidísimas comedias disparatadas (la mayoría en brillante Technicolor), algunas de ellas obras maestras del género. Tashlin ha suscitado encendidos elogios de cineastas como Jean-Luc Godard, Peter Bogdanovich o Robert Zemeckis.
Francis Fredrick von Taschlein (su nombre natal) pasó de un empleo a otro después de dejar la escuela a la edad de trece años. En 1930 empezó a trabajar como humorista gráfico y en 1933 se trasaladó a Los Angeles para unirse a la plantilla de animadores de Warner Bros, estudio al que estuvo ligado en diferentes etapas, entrando y saliendo de él hasta 1946. En su tiempo libre también dibujaba sus propias tiras cómicas para la prensa, que debido al sentimiento antigérmánico de la época firmaba cono Tish Tash para ocultar su apellido de origen alemán. En Warner dirigió cortometrajes de animación de las series Looney Tunes y Merrie Melodies. En sus cortos utilizaba diferentes ángulos de cámara, montajes y tomas panorámicas verticales y horizontales. Entre 1938 y 1943 también trabajó sucesivamente para Walt Disney Productions y Screen Gems de Columbia. A partir de 1946 se dedicó a escribir gags para los Hermanos Marx, Lucille Ball u otros y también fue guionista para Bob Hope o Red Skelton. Sus películas de acción real con actores de carne y hueso conservarían elementos de su amplísima experiencia como animador, utilizando un humor disparatado, ritmo vertiginoso y giros argumentales inesperados.
Entre sus primeras películas de acción real figuran Antojos de mi esposa (1952), comedia con Robert Cummings y Barbara Hale, El hijo de Rostro Pálido (1952), western cómico con Bob Hope, Jane Russell y Roy Rogers, su primer gran éxito de taquilla, Las tres noches de Susana (1954), comedia con Dick Powell y Debbie Reynolds, Cómicos en París (1955), comedia musical con
Dean Martin, Jerry Lewis y Shirley MacLaine, El teniente era ella (1956), comedia con Tom Ewell y Sheree North, La chica no puede remediarlo (1956), comedia satírica del mundo del rock & roll, con Tom Ewell, Jayne Mansfield y Edmond O'Brien, todo un éxito de taquilla que propulsó la carrera de su escultural rubia protagonista, Loco por Anita (1956), comedia Dean Martin, Jerry Lewis y Anita Ekberg, o Una mujer de cuidado (1957), comedia con Jayne Mansfield, Tony Randall, Betsy Drake y Joan Blondell.
Cuando la pareja artística que formaron Dean Martin y Jerry Lewis se disolvió, Tashlin fue el gran artífice de los éxitos del segundo en solitario: Yo soy el padre y la madre (1958), comedia musical con Jerry Lewis, Marilyn Maxwell, Reginald Gardiner, Salvatore Baccaloni y Connie Stevens, Tú, Kimi y yo (1958), comedia ambientada en Japón, con Jerry Lewis, Marie McDonald y Sessue Hayakawa en la que debutó Suzanne Pleshette, El ceniciento (1960), comedia con Jerry Lewis, Ed Wynn, Judith Anderson y Anna Maria Alberghetti, ¡Qué me importa el dinero! (1962), comedia con Jerry Lewis, Joan O'Brien y Zachary Scott, Lío en los grandes almacenes (1963), comedia con Jerry Lewis, Jill St. John, Ray Walston, John McGiver y Agnes Moorehead, y Caso clínico en la clínica (1964), comedia con Jerry Lewis, Glenda Farrell y Susan Oliver. En esta etapa de su carrera también dirigió Dí uno por mí (1959), comedia musical con Bing Crosby, Debbie Reynolds y Robert Wagner, Trampa para solteros (1961), comedia con Tuesday Weld, Richard Beymer, Terry-Thomas y Celeste Holm, y Solo contra el hampa (1963), comedia con Danny Kaye, Cara Williams, Martha Hyer, Telly Savalas, Everett Sloane y Kaye Stevens.
Sus últimas películas fueron las más discretas Detective con rubia (1965), comedia con Tony Randall, Anita Ekberg y Robert Morley, Una sirena sospechosa (1966), comedia con Doris Day, Rod Taylor y Arthur Godfrey, Capricho (1967), comedia con Doris Day y Richard Harris, y Cerveza para todos (1968), comedia con Gina Lollobrigida, Bob Hope, Phyllis Diller, Jeffrey Hunter y Mylène Demongeot.
Frank Tashlin tuvo tres esposas, divorciándose de las dos primeras. Estas fueron: Dorothy Hill (1936-1952), con la que tuvo un hijo; Mary Costa (1953-1966), y Jean Deines (1967-1969), madre de su hija. Falleció de trombosis coronaria a los 59 años.
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