UNO DE LOS REFERENTES DEL CINE ESPAÑOL DE LOS AÑOS 70
El director, guionista y productor cinematográfico español Pedro Olea cumple hoy 85 años. Su cine, dramático y de inspiración clásica, empezó destacando en los últimos años del franquismo y se caracterizó por un tema: la opresión del individuo bajo las
fuerzas sociales, aunque en algunas películas se inclina por el cine de
intriga y se ha distinguido por las recreaciones históricas. Con una carrera irregular, con altibajos, la mayor parte de su obra parte de bases literarias. Ganó un premio Goya (compartido) al mejor guión adaptado por El maestro de esgrima (1992).
Pedro María Olea Retolaza nació en el seno de una familia que poseía un restaurante en Bilbao. Desde pequeño fue aficionado al cine. En las funciones escolares del colegio marista donde estudió también se interesó por el teatro. Ya de mayor, cursando cuarto de Económicas, decidió trasladarse a Madrid para estudiar en la Escuela Oficial de Cine, donde tuvo como profesores a Carlos Saura, Miguel Picazo o Luis García Berlanga y se graduaría en 1964. Fue crítico en revistas cinematográficas.
Sus inicios profesionales fueron en televisión rodando numerosos documentales y filmes publicitarios. Su debut en la gran pantalla se produjo con Días de viejo color (1967), comedia con Cristina Galbó y Andrés Resino, a la que siguió Juan y Junior... en un mundo diferente (1968) comedia de ciencia-ficción con los cantantes del dúo pop como protagonistas, películas ambas que pasaron desapercibidas. Comienza a destacar con El bosque del lobo (1970), drama rural con Jose Luis López Vázquez interpretando a un supuesto licántropo, Amparo Soler Leal y Antonio Casas. Ya objeto de atención, sobre todo de la crítica, rueda La casa sin fronteras (1972), drama de intriga que suponía una reprobación encubierta al Opus Dei, con Geraldine Chaplin, Tony Isbert y Viveca Linfords y No es bueno que el hombre esté solo (1973), drama sobre fetichismo con Carmen Sevilla, Jose Luis López Vázquez, Máximo Valverde y Eduardo Fajardo, que supuso su primer éxito comercial.
Aún mayor fue el éxito de sus dos siguientes películas que le consagraron: Tormento (1974), drama basado en la novela de Pérez Galdós, con Ana Belén, Francisco Rabal, Concha Velasco y Javier Escrivá, Pim, pam, pum... ¡Fuego! (1975), drama ambientado en el Madrid de la posguerra española, con Concha Velasco, José María Flotats y Fernando Fernán Gómez. En cambio resultó un fracaso La Corea (1976), drama sobre prostitución masculina, con Queta Claver, Angel Pardo, Gonzalo Castro y Cristina Galbó. Más interés acaparó Un hombre llamado Flor de Otoño (1978), drama basado en una obra de José María Rodríguez Méndez sobre un joven abogado catalán, gay y anarquista, que por la noche actúa como travestí en un cabaret, con José Sacristán, Francisco Algora, Carmen Carbonell y Roberto Camardiel.
En 1979 se vuelve a radicar en Bilbao y, tras un lapso en su carrera, dirige con financiación del gobierno vasco Akelarre (1984), drama medieval sobre brujería, con Silvia Munt, Jose Luis López Vázquez y Mary Carrillo, y Bandera negra (1986), thriller sobre contrabando de armas, con Alfredo Landa, Imanol Arias y Virginia Mataix. Estas películas no funcionaron y Olea regresó a Madrid. En esos años trabajó en televisión.
Finalmente vuelve al cine con un proyecto claramente comercial: El día que nací yo (1991), drama musical con Isabel Pantoja, Arturo Fernández y Joaquim de Almeida, al que sigue El maestro de esgrima (1992), adaptación de la novela histórica de Pérez-Reverte, con Omero Antonutti, Assumpta Serna y Joaquim de Almeida, film que obtuvo once nominaciones a los Premios Goya, ganando en tres apartados, uno de ellos el de mejor guión adaptado que le incluye a él. Otro film posterior que no funcionó fue Morirás en Chafarinas (1995), drama militar con Jorge Sanz, María Barranco, Oscar Ladoire y Javier Albalá. De nuevo suscita atención con Más allá del jardín (1996), drama adaptador de una novela de Antonio Gala, con Concha Velasco, Giancarlo Giannini, Miguel Hermoso, Andrea Occhipinti, Fernando Guillén, Manuel Bandera, Ingrid Rubio y Mary Carrillo, film que obtuvo cinco nominaciones a los Premios Goya, ganando en dos apartados. Su último film estrenado en salas es Tiempo de tormenta (2003), drama con Maribel Verdú, Jorge Sanz, Darío Grandinetti y María Barranco. Completa su filmografía La conspiración (2012), telefilm centrado en las actividades del general Mola que dieron lugar al golpe militar de julio del 36 y a la guerra civil española, con Manuel Morón, Silvia Marsó y Jorge Sanz. También ha dirigido teatro.
Excelente documentación de la obra de Olea, con el mismo de siempre.
ResponderEliminarGracias Javi.
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