RUGGERO LEONCAVALLO (Napoli, Italia, 23-4-1857 / Montecatini Terme, Italia, 9-8-1919): IN MEMORIAM
Hoy es aniversario natal del compositor italiano Ruggero Leoncavallo, autor de óperas, operetas y canciones. Ha pasado a la posteridad fundamentalmente por su ópera "Pagliacci", quintaesencia del verismo musical (corriente que dominaría la escena lírica italiana hasta la década de 1920) y que figura entre las veinte más representadas en la actualidad. Asímismo fue considerado uno de los mejores libretistas de su época.
Hijo de un oficial de policía napolitano promovido a juez en una población de Calabria, Ruggero Leoncavallo estudió música en el Conservatorio de su ciudad y posteriormente literatura en la Universidad de Bolonia, donde tuvo la oportunidad de conocer a Richard Wagner, de quien era admirador. En 1879, un tío suyo con un cargo diplomático en Egipto le invitó a desplazarse a El Cairo a fin de mostrar sus habilidades como pianista ante el sultán, permaneciendo en ese país como profesor de piano. Eventos revolucionarios en 1882 determinaron su abrupta partida de Egipto, marchando a París, ciudad donde se estableció en el barrio de Montmartre. Allí permaneció varios años trabajando como pianista de café y profesor de canto, se enamoró de su alumna Berthe Rambaud y se relacionó con los románticos franceses, particularmente con Alfred de Musset. Su poema sinfónico La nuit de mai (1886) para tenor y orquesta, basado en un poema del citado escritor francés, logró aclamación crítica en su estreno al año siguiente. Este hecho propició su regreso a Nápoles en 1888 junto a su prometida, a la que desposaría en 1895.
En su ciudad natal decidió dedicarse a la composición de óperas al tiempo que continuó su labor como enseñante. El estreno y clamoroso éxito en 1890 de Cavalleria rusticana de Pietro Mascagni, considerada prececente del verismo en el género, estimuló a Leoncavallo a componer la que habría de convertirse en su obra de mayor renombre, Pagliacci, ópera de gran vigor expresivo y vena melódica incisiva e impetuosa, enclavada en la misma corriente musical y de la que, al igual que sucedería con la gran mayoría de su producción operística, también escribió el libreto (basado en una trágica historia real sucedida venticinco años antes que su padre le contó). Su estreno en Milán en 1892 atrajo inmediata atención y supuso el mayor triunfo de su carrera. El aria Vesti la giubba alcanzó gran popularidad internacional desde que el tenor Enrico Caruso la grabó a comienzos del siglo XX -fue el primer disco en superar el millón de ventas en todo el mundo- y todavía hoy sigue siendo interpretada por los más reputados tenores.
Con ninguna de sus óperas subsiguientes logró repetir una repercusión semejante: I Medici (1893), primera parte de la incompleta trilogía Crepusculum (inspirada en Wagner) sobre el Renacimiento italiano, Chatterton (1896), revisión de una obra escrita veinte años antes, La bohème (1897), a la que perjudicó su comparación con la ópera homónima de Puccini, o Zazá (1900). Estas dos últimas consiguieron un éxito relativo. Der Roland von Berlin (1903), un encargo del emperador prusiano Guillermo II, con texto traducido al alemán y estrenada en italiano como Rolando en 1905, obtuvo efímera consideración.
En 1903 encargó a un famoso arquitecto la construcción de una villa en Brissago (Suiza) que se convertiría en punto de encuentro de famosos artistas como Toscanini o Caruso y donde residiría hasta 1916, año en que sus dificultades económicas le obligaron a venderla. En los últimos años de su carrera compuso varias operetas con libretos ajenos, entre las que destaca La reginetta delle rose (1912), así como óperas de menor repercusión, tales como Zingari (1912, estrenada en Londres) o Edipo re (estrenada postumamente en Chicago en 1920). Enfermo de diabetes, Leoncavallo murió a los 62 años sin haber podido repetir el éxito de Pagliacci.
La popular romanza Mattinata fue compuesta por Ruggero Leoncavallo en 1903 para el famoso tenor Enrico Caruso y desde entonces no ha dejado de ser interpretada por otros muchos artistas.
El gran Caruso! Tremendo regalo esta interpretación!
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