jueves, 28 de febrero de 2019

Stanley Baker (Ferndale, Wales, UK, 28-2-1928 / Málaga, Spain, 28-6-1976): In memoriam

PODEROSA PERSONALIDAD DEL CINE BRITÁNICO

Hoy es aniversario natal del actor británico Stanley Baker. De aspecto rudo, hosco, austero, enérgico y varonil, fue una estrella atípica en su epoca, pues su fuerte personalidad no encajaba en papeles de galán romántico, por lo que solía interpretar con presteza a villanos, personajes duros y poco simpáticos de los que hablan sin rodeos. En un principio especializado en militares o aventureros, se consagró como intérprete de prestigio en varios dramas dirigidos por Joseph Losey. En los años 50 y 60 fue uno de los actorees más populares en Gran Bretaña, país donde efectuó la mayor parte de su filmografía y que no quiso cambiar por Hollywood. Tras haber triunfado internacionalmente y ejercer también como productor con desigual fortuna, la muerte le sobrevino a los 48 años de edad.
William Stanley Baker fue el menor de los tres hijos de un minero que perdió una pierna en un accidente en el interior de una mina de carbón pero continuó trabajando como operador de montacargas hasta su muerte. Baker creció indomable con el convencimiento de que su único interés estaba en el rugby y el boxeo y que sería minero o boxeador. 
Cuando era un estudiante adolescente fue rescatado de una penosa vida como minero por un profesor que percibió su potencial, combinación de orgullo juvenil, voluntad, buena dicción, latente intensidad y fuerte espíritu, animándole a actuar en obras escolares. En una de ellas fue descubierto a los catorce años por un director de reparto de los estudios Ealing, quien lo recomendó para un papel en Por su honor (1943) de Sergei Nolbandov, film de propaganda bélica protagonizado por John Clements. La experiencia cautivó al jovencísimo Baker y le inclinó a seguir una carrera como actor. Sus primeros pasos artísticos los dio en el teatro en la población galesa de Cardiff, junto a su joven amigo Richard Burton. Mientras trabajaba como aprendiz de electricista, su profesor le introdujo en 1944 en el Birmingham Repertory Theatre, donde permaneció hasta que en 1946 fue llamado a hacer el servicio militar. Licenciado con el grado de sargento, se estableció en Londres con la determinación de abrirse camino como actor en la escena.
A finales de los años 40 comenzó también actuar en cine y televisión. Entre sus primeras películas figuran pequeños papeles en Su testigo (1950) de Robert Montgomery, Lilli Marlene (1950) de Arthur Crabtree, o El hidalgo de los mares (1951) de Raoul Walsh, film de aventuras en el siglo XIX con Gregory Peck y Virginia Mayo. Más extensos fueron sus roles a partir de Mar cruel (1953) de Charles Frend, film bélico con Jack Hawkins, Donald Sinden, Denholm Elliott y Virginia McKenna, al que siguieron Sesenta segundos de vida (1953) de Terence Young, film bélico con Alan Ladd y Leo Genn, Los caballeros del rey Arturo (1953) de Richard Thorpe, aventuras medievales con  Robert Taylor, Ava Gardner y Mel Ferrer, Infierno bajo cero (1954) de Mark Robson, film de aventuras marinas con Alan Ladd y Joan Tetzel, Los buenos mueren jóvenes (1954) de Lewis Gilbert, thriller criminal con Laurence Harvey, Gloria Grahame, Richard Basehart y Joan Collins, La bella desconocida (1954) de David Miller, drama criminal con Ginger Rogers y Herbert Lom, Ricardo III (1955), adaptación del drama de Shakespeare dirigida y protagonizada por Laurence Olivier, Helena de Troya (1956) de Robert Wise, peplum homérico con Rossana Podestà y Jacques Sernas donde interpretó a un convincente Aquiles, Alejandro el Magno (1956) de Robert Rossen, peplum histórico con Richard Burton, Fredric March, Claire Bloom y Danielle Darrieux, Infierno en Corea (1956) de Julian Amyes, film bélico con George Baker y Harry Andrews, o Sangre en el asfalto (1956) de Ralph Thomas, drama criminal con Anthony Steel, Odile Versois y James Robertson Justice
Accedió al estrellato en Ruta infernal (1957) de Cy Endfield, thriller con Herbert Lom, Peggy Cummins y Patrick McGoohan, protagonizando después La dinastía del petróleo (1957) de Ralph Thomas, film de aventuras con Dirk Bogarde, Michael Craig y Barbara Murray, Barrio peligroso (1958) de Basil Dearden, drama criminal con Peter Cushing, Anne Heywood y David McCallum, Traición en Atenas (1959) de Robert Aldrich, thriller bélico de espionaje con Robert Mitchum, Elisabeth Müller y Gia Scala, Ayer enemigos (1959) de Val Guest, drama bélico con  Guy Rolfe, Leo McKern y Gordon Jackson, La clave del enigma (1959) de Joseph Losey, thriller de intriga con Hardy Krüger y Micheline Presle, Infierno en la ciudad (1960) de Val Guest, drama criminal con John Crawford y Donald Pleasence, El criminal (1960) de Joseph Losey, thriller con Margit Saad, Sam Wanamaker y Grégoire Aslan, una de sus películas más destacadas, Los cañones de Navarone (1961) de J. Lee Thompson, film bélico con Gregory Peck, David Niven y Anthony Quinn, Eva (1962) de Joseph Losey, drama con Jeanne Moreau y Virna Lisi, Sodoma y Gomorra (1962) de Robert Aldrich, peplum bíblico con Stewart Granger y Pier Angeli, Dinero en llamas (1962) de Cliff Owen, drama criminal con Helmut Schmid, Patrick Magee y Tom Bell, Al volante y a lo loco (1963) de Ken Annakin, comedia con James Robertson Justice, Leslie Phillips, Kathleen Harrison y Julie Christie, Al estilo francés (1963) de Robert Parrish, drama romántico con Jean Seberg, o El hombre que murió tres veces (1963) de Quentin Lawrence, thriller con Peter Cushing, Mai Zetterling y Eric Portman.  
Se estrenó como productor en Zulú (1964) de Cy Endfield, exitoso film de aventuras coloniales en Africa donde actuó junto a Jack Hawkins, Ulla Jacobsson, James Booth y Michael Caine, y asímismo coprodujo y protagonizó Las arenas de Kalahari (1965) de Cy Endfield, aventuras africanas con Stuart Whitman y Susannah York. Otra de sus películas destacadas por la crítica fue Accidente (1967) de Joseph Losey, drama con Dirk Bogarde y Jacqueline Sassard. Nuevamente ejerció como productor y actor en El gran robo (1967) de Peter Yates, thriller con Joanna Pettet y James Booth, así como en El ladrón rebelde (1969) de James Clavell, film de aventuras en el siglo XVIII donde compartió créditos con Tommy Steele, y Cincuenta millones y una mujer (1970) de Peter Hall, comedia criminal con Ursula Andress y David Warner, que alternó con trabajos en producciones ajenas como La ragazza con la pistola (1968) de Mario Monicelli, comedia italiana con Monica Vitti y Carlo Giuffrè, La última explosión (1970) de Gordon Flemyng, drama bélico con Alex Cord, Honor Blackman y Richard Attenborough, y La prueba del valor (1970) de Michael Winner, drama deportivo con Michael Crawford, Ryan O'Neal, Charles Aznavour y Jeremy Kemp. 
Sus últimas películas como actor fueron: Una lagartija con piel de mujer (1971) de Lucio Fulci, giallo italiano con Florinda Bolkan y Jean Sorel, Popsy Pop contra Papillón (1971) de Jean Herman, drama criminal con Claudia Cardinale y Henri Charrière, especie de biografía del autor de "Papillon", De Oriente a Occidente para matar (1972) de Peter Collinson, thriller de espionaje con  Geraldine Chaplin, Donald Pleasence y Dana Andrews, El Zorro (1975) de Duccio Tessari, film de aventuras protagonizado por Alain Delon, y Pepita Jiménez (1975) de Rafael Moreno Alba, producción española que adaptaba la novela homónima de Juan Valera, con Sarah Miles y Peter Day. En la serie televisiva italiana "Orzowei" (1976) desempeñó su último papel.
Stanley Baker estuvo casado desde 1950 hasta su muerte con la actriz Ellen Martin, quien le fue presentada por su amigo de borracheras, el también actor galés Richard Burton. Con ella tuvo cuatro hijos. Al final de su vida confesó ser un jugador compulsivo, lo que le ocasionó problemas económicos. Fumador empedernido, fue diagnosticado de cáncer pulmonar pocos meses antes de su fallecimiento. La cirugía no pudo hacer nada por él y una neumonía acabó con su vida a los 48 años en la ciudad española de Málaga, donde poseía una propiedad para pasar las vacaciones. Un mes antes, el Primer Ministro laborista Harold Wilson, amigo suyo, le había otorgado el título de Caballero, pero Baker no vivió lo suficiente para ser investido formalmente. Su viuda fue después autorizada para utilizar el título de Lady Baker.


  

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