viernes, 1 de marzo de 2019

Jack Clayton (Brighton, UK, 1-3-1921 / Berkshire, UK, 26-2-1995): In memoriam

CINEASTA DE CULTO

Hoy es aniversario natal del director y productor cinematográfico inglés Jack Clayton. Aunque sólo filmó siete películas para la gran pantalla, todas ellas adaptaciones literarias, su nombre ocupa un lugar en la historia del cine. Por la primera de ellas, ganadora de tres premios BAFTA,  fue candidato al Oscar al mejor director. Notable director de actores, particularmente niños, se distinguió por su dominio de la psicología y su sentido de lo fantástico. Por desgracia, la mayoría de sus películas no resultaron rentables, a pesar de contar mayoritariamente con buena acogida crítica. Entre los admiradores de su obra figuran los críticos Pauline Kael y Roger Ebert, y personajes como Truman Capote, Harold Pinter, Tennessee Williams, François Truffaut, Martin Scorsese o Steven Spielberg.
Jack Clayton tuvo su primer contacto profesional con el cine a los ocho años, edad en la que apareció en una película silente. A los catorce era el chico de los recados, actividad que con los años sustituiría por la de ayudante de dirección y montador. Durante la II Guerra Mundial sirvió en las fueras aéreas británicas y en Nápoles rodó su primera película, un documental sobre la reconstrucción de la ciudad arrasada por las bombas. A su vuelta a la vida civil continuó su oficio como director de segunda unidad, ayudante de producción o productor asociado. Antes de dirigir su primer largometraje de ficción rodó un corto en 1956 y produjo películas ajenas. 
Un lugar en la cumbre (1959) supuso su aclamado debut directorial en la industria, un crudo y realista drama con Laurence Harvey, Simone Signoret y Heather Sears. El film ganó tres premios BAFTA y, nominado al Oscar en seis categorías (incluyendo mejor película y director), logró dos estatuillas de la Academia (mejor actriz y guión adaptado). Fue considerado uno de los precedentes del free cinema, corriente paralela a la nouvelle vague francesa, movimientos ambos que pretendían incidir sin artificios (incluyendo mayores dosis de franqueza sexual) en la realidad social más cotidiana,  además de convertirse en una de las primeras películas británicas distribuidas a gran escala en los Estados Unidos. 
En todo caso Clayton, no un joven airado sino un calígrafo de la cámara,  no continuó por ese camino y produjo y dirigió su segunda película en una orientación completamente distinta: el terror psicológico con elementos sobrenaturales. Suspense (1961) fue una sensitiva y estilizada adaptación de la novela de época "Otra vuelta de tuerca" de Henry James que contó con el protagonismo de Deborah Kerr, secundada por Michael Redgrave y los niños Pamela Franklin y Martin Stephens. Aunque no resultó un éxito comercial, los críticos se deshicieron en elogios hacia el film y hoy muchos la consideran la obra maestra de Clayton. 
También tuvo buena acogida crítica Siempre estoy sola (1964), drama sobre una crisis matrimonial que no logró demasiado conectar con el público pese a contar en su reparto con Anne Bancroft, Peter Finch y James Mason. Peor suerte en la taquilla corrió A las nueve cada noche (1967), drama también producido por Clayton (el primero en color) con un excelente Dirk Bogarde, inquietante historia sobre siete niños que pierden a su madre soltera y pretenden ocultarla para permanecer juntos a cualquier precio. 
El fracaso comercial de su cuarta película demoró siete años la realización de la quinta, El gran Gatsby (1974), superproducción hollywoodense de Paramount que adaptaba a la pantalla por tercera vez la novela homónima de F. Scott Fitzgerald, con Robert Redford, Mia Farrow, Bruce Dern, Karen Black, Scott Wilson, Sam Waterston y Lois Chiles, un film que dividió a la crítica pero que obtuvo las mayores recaudaciones de todos los realizados por Clayton. 
Problemas diversos y graves enfermedades retrasaron aún más la filmación de El carnaval de las tinieblas (1983), su segunda y última película en Hollywood, en Walt Disney Productions, adaptación de una novela de Ray Bradbury, formulada como fantasía de intriga, con Jason Robards, Jonathan Pryce, Diane Ladd y Pam Grier, que fracasó en taquilla. 
Su última película, rodada en Dublín, fue La solitaria pasión de Judith Hearne (1987), apreciado drama romántico donde se lucieron sus protagonistas Maggie Smith y Bob Hoskins. Precisamente con Maggie Smith llevó a efecto su úlimo trabajo, en este caso para la BBC, el telefilm "Memento mori" (1992).
Jack Clayton se casó en tres ocasiones con actrices. Su primera esposa, entre 1947 y 1953, fue Christine Norden, de quien se divorció para casarse con Katherine Kath, unión que pronto finalizó en divorcio. Desde 1984 hasta su muerte en 1995 estuvo casado con Haya Harareet. Un ataque cardiaco acabó con su vida días antes de cumplir 74 años. 

 

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