BILLY ELLIOT
El actor inglés Jamie Bell cumple hoy 34 años. En su temprana adolescencia se hizo famoso en todo el mundo por su protagonismo en Billy Elliot, emotivo drama sobre un niño que quería ser bailarín a toda costa, papel por que el que ganó un premio BAFTA al mejor actor. Curiosamente, después no ha vuelto a bailar en ninguna otra película (salvo un poco con Annette Bening en Las estrellas de cine no mueren en Liverpool). En todo caso ha demostrado una gran versatilidad interpretativa y ha trabajado con directores como Peter Jackson, Clint Eastwood, Steven Spielberg o el recientemente oscarizado Bong Joon-Ho, aunque no ha conseguido un éxito personal semejante al que supuso su aclamado debut en el cine.
Andrew James Matfin Bell es hijo de un fabricante de herramientas que abandonó a su madre antes de que él naciera y con quien después no ha tenido contacto. Ella tenía sólo dieciséis años cuando lo trajo al mundo en un pueblo al norte de Inglaterra. Jamie heredó su habilidad para la danza de la rama materna de su familia: su abuela, madre, tía y hermana mayor la practicaron. En su infancia hay paralelismos con el personaje de Billy Elliot que lo haría famoso: asistía a los ensayos de su hermana, de quien imitaba los movimientos atisbando tras una puerta que a los seis años se atrevió a franquear y empezó a recibir lecciones de danza. Su afición, que en principio mantuvo oculta, fue motivo de burla entre sus compañeros de colegio, que se mofaban de su actividad artística, generalmente identificada con el sexo femenino (le llamaban maricón y 'ballerina boy'). En todo caso, a los nueve años estaba decidido a convertirse en bailarín y empezó a participar y ganar premios en concursos de tap dancing, modalidad que prefería al ballet clásico.
En las Navidades de 1998 actuó en una producción londinense del musical "Bugsy Malone" y en 1999 fue elegido entre más de 2.000 chicos candidatos para protagonizar Billy Elliot (2000) de Stephen Daldry, quien debutó en la dirección con este largometraje y a quien Jamie (a la sazón con trece años) adoptó como un padre. En el film interpretó a un niño de once que, para consternación de su padre viudo (Gary Lewis) y de su hermano mayor (Jamie Draven), ambos obreros en paro, decide iniciarse en la danza ayudado por una profesora (Julie Walters). Contra todo pronóstico la película resultó un gran éxito internacional. La extraordinaria actuación de Jamie Bell robó el corazón de millones de espectadores en todo el mundo y demostró que la danza no es sólo cosa de chicas. En los premios BAFTA, Billy Elliot ganó el destinado a mejor película británica, el de mejor actriz de reparto para Julie Walters y el de mejor actor para Jamie Bell, quien tuvo que competir nada menos que con Russell Crowe ("Gladiator"), Michael Douglas ("Wonder boys"), Tom Hanks ("Náufrago") y Geoffrey Rush ("Quills"), actores todos ellos ganadores del Oscar.
El actor inglés Jamie Bell cumple hoy 34 años. En su temprana adolescencia se hizo famoso en todo el mundo por su protagonismo en Billy Elliot, emotivo drama sobre un niño que quería ser bailarín a toda costa, papel por que el que ganó un premio BAFTA al mejor actor. Curiosamente, después no ha vuelto a bailar en ninguna otra película (salvo un poco con Annette Bening en Las estrellas de cine no mueren en Liverpool). En todo caso ha demostrado una gran versatilidad interpretativa y ha trabajado con directores como Peter Jackson, Clint Eastwood, Steven Spielberg o el recientemente oscarizado Bong Joon-Ho, aunque no ha conseguido un éxito personal semejante al que supuso su aclamado debut en el cine.
Andrew James Matfin Bell es hijo de un fabricante de herramientas que abandonó a su madre antes de que él naciera y con quien después no ha tenido contacto. Ella tenía sólo dieciséis años cuando lo trajo al mundo en un pueblo al norte de Inglaterra. Jamie heredó su habilidad para la danza de la rama materna de su familia: su abuela, madre, tía y hermana mayor la practicaron. En su infancia hay paralelismos con el personaje de Billy Elliot que lo haría famoso: asistía a los ensayos de su hermana, de quien imitaba los movimientos atisbando tras una puerta que a los seis años se atrevió a franquear y empezó a recibir lecciones de danza. Su afición, que en principio mantuvo oculta, fue motivo de burla entre sus compañeros de colegio, que se mofaban de su actividad artística, generalmente identificada con el sexo femenino (le llamaban maricón y 'ballerina boy'). En todo caso, a los nueve años estaba decidido a convertirse en bailarín y empezó a participar y ganar premios en concursos de tap dancing, modalidad que prefería al ballet clásico.
En las Navidades de 1998 actuó en una producción londinense del musical "Bugsy Malone" y en 1999 fue elegido entre más de 2.000 chicos candidatos para protagonizar Billy Elliot (2000) de Stephen Daldry, quien debutó en la dirección con este largometraje y a quien Jamie (a la sazón con trece años) adoptó como un padre. En el film interpretó a un niño de once que, para consternación de su padre viudo (Gary Lewis) y de su hermano mayor (Jamie Draven), ambos obreros en paro, decide iniciarse en la danza ayudado por una profesora (Julie Walters). Contra todo pronóstico la película resultó un gran éxito internacional. La extraordinaria actuación de Jamie Bell robó el corazón de millones de espectadores en todo el mundo y demostró que la danza no es sólo cosa de chicas. En los premios BAFTA, Billy Elliot ganó el destinado a mejor película británica, el de mejor actriz de reparto para Julie Walters y el de mejor actor para Jamie Bell, quien tuvo que competir nada menos que con Russell Crowe ("Gladiator"), Michael Douglas ("Wonder boys"), Tom Hanks ("Náufrago") y Geoffrey Rush ("Quills"), actores todos ellos ganadores del Oscar.
Su siguiente película, La sombra del mal (2002) de Michael J. Bassett, film de terror ambientado en la I Guerra Mundial con Laurence Fox, Kris Marshall, Matthew Rhys y Andy Serkis, obtuvo un impacto mucho menor. Luego actuó en La leyenda de Nicholas Nickleby (2002) de Douglas McGrath, adaptación de una novela de Dickens, con Charlie Hunnam,
Jim Broadbent,
Tom Courtenay,
Alan Cumming,
Edward Fox, Romola Garai,
Anne Hathaway, Barry Humphries, Nathan Lane,
Christopher Plummer,
Timothy Spall y Juliet Stevenson, Legado de violencia (2004) de David Gordon Green, thriller con Josh Lucas y Dermot Mulroney, Querida Wendy (2005) de Thomas Vinterberg, drama de producción danesa, con Bill Pullman, e Historia de un secuestro (2005) de Arie Posin, comedia dramática con
Glenn Close,
Ralph Fiennes, Lauren Holly,
Allison Janney, Carrie-Anne Moss y
Rita Wilson. Todas estas películas resultaron fracasos de taquilla. En cambio, King Kong (2005) de Peter Jackson, superproducción que supuso el segundo remake del clásico film de 1933, con Naomi Watts, Jack Black y Adrien Brody, fue un éxito comercial. Le siguieron otros roles en Banderas de nuestros padres (2006) de Clint Eastwood, film bélico que reconstruía la batalla de Iwo Jima con
Ryan Phillippe,
Jesse Bradford y
Adam Beach, Espiando un deseo (2007) de David Mackenzie, drama con
Sophia Myles,
Ciarán Hinds y Claire Forlani, Jumper (2008) de Doug Liman, thriller de ciencia-ficción con Hayden Christensen y
Samuel L. Jackson, Resistencia (2008) de Edward Zwick, drama bélico basado en hechos reales sobre la ocupación nazi en Bielorrusia y la fuga a través de bosques y montañas de cuatro hermanos polacos y su séquito, con
Daniel Craig,
Liev Schreiber y George MacKay, La legión del águila (2011) de Kevin Macdonald, drama épico de aventuras ambientado en la Antigua Roma, con
Channing Tatum, Jane Eyre (2011) de Cary Joji Fukunaga, adaptación de la novela de Charlotte Brontë, con
Mia Wasikowska,
Michael Fassbender y
Judi Dench, Aislados (2011) de Carl Tibbetts, thriller psicológico con Thandie Newton y Cillian Murphy, Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio (2011) de Steven Spielberg, film de animación basado en el famoso personaje de Hergé donde se utilizó la técnica de captura de movimiento de los actores, con Andy Serkis y Daniel Craig, Al borde del abismo (2012) de Asger Leth, thriller con
Sam Worthington,
Elizabeth Banks y
Ed Harris, Rompenieves (2013) de Bong Joon-Ho, thriller postapocalíptico de ciencia-ficción con
Chris Evans,
Song Kang-ho y
Tilda Swinton, Filth, el sucio (2013) de Jon S. Baird, comedia negra con
James McAvoy y
Jim Broadbent, Nymphomaniac. Volumen 2 (2013) de Lars von Trier, drama erótico de producción danesa, con Charlotte Gainsbourg y Stellan Skarsgård, Cuatro fantásticos (2015) de Josh Trank, film de superhéroes de cómic, con Miles Teller,
Kate Mara y
Michael B. Jordan, 6 días (2017) de Toa Fraser, thriller político sobre el ataque a la embajada de Irán en Londres en 1980, con
Abbie Cornish y
Mark Strong, Las estrellas de cine no mueren en Liverpool (2017) de Paul McGuigan, drama basado en la memorias del actor británico Peter Turner y sus amores con la actriz estadounidense Gloria Grahame, con Annette Bening y Julie Walters, Quien quede en pie (2018) de Tim Sutton, thriller indie con
Frank Grillo, Margaret Qualley y
James Badge Dale, Skin (2018) de Guy Nattiv, drama basado en hechos reales sobre la vida de un miembro de un grupo neo-nazi de cabezas rapadas, con Danielle Macdonald y Vera Farmiga, y Rocketman (2019) de Dexter Fletcher, biopic sobre el cantante Elton John, con Taron Egerton, Richard Madden y Bryce Dallas Howard donde interpretó al letrista Bernie Taupin. Entre 2014 y 2017 protagonizó la serie televisiva Turn: Espías de Washington.
Jamie Bell tuvo una relación intermitente de siete años con la actriz Evan Rachel Wood. Ambos se casaron en 2012, tuvieron un hijo en 2013 y se divorciaron en 2014. Su actual esposa es la actriz y modelo Kate Mara, con la que contrajo matrimonio en 2017 y tuvo una hija en 2019. El actor divide su tiempo entre Londres y Nueva York, puesto que le ofrecen trabajos a ambos lados del Atlántico.
Jamie Bell tuvo una relación intermitente de siete años con la actriz Evan Rachel Wood. Ambos se casaron en 2012, tuvieron un hijo en 2013 y se divorciaron en 2014. Su actual esposa es la actriz y modelo Kate Mara, con la que contrajo matrimonio en 2017 y tuvo una hija en 2019. El actor divide su tiempo entre Londres y Nueva York, puesto que le ofrecen trabajos a ambos lados del Atlántico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario