miércoles, 12 de febrero de 2020

Gelu - Siempre es domingo

TRIBUTO A GELU (Granada, España, 12-2-1945)

La cantante pop española Gelu cumple hoy 75 años. Guapa, con llamativos y vivaces ojos verdes, su voz aguda, chispeante y juvenil, sus grititos y su especial afán en no parecerse a ninguna cantante extranjera (aunque cantase sus mismos repertorios) la convirtieron pronto en una máxima figura de lo que entonces se llamó nueva ola y poco más tarde ye-yé. Muy popular en la primera mitad de los años 60, sus canciones sonaban en todos los guateques: ella fue la primera y más auténtica chica ye-yé y también la que más discos vendió. Lamentablemente su carrera sólo duró una década, pues se retiró a los 24 años.
María de los Ángeles Rodríguez Fernández era una de los cuatro hijos de un funcionario amante de la zarzuela y en su casa la radio estaba puesta a todas horas. Con inclinación y facultades para la música, pronto dejó los estudios de bachillerato para dedicarse a cantar. A los trece años, inscrita por su hermana mayor como Gelu Rodríguez, se presentó a un concurso de Radio Granada, con eliminatorias superadas en los estudios de la emisora y victoria final en el Teatro Isabel la Católica. La suerte estaba echada: Gelu, sobrenombre con el que desde pequeña la llamaba su madre, iba a ser cantante. En esos años, su padre la había matriculado en el Conservatorio de su ciudad. 
Animada por su triunfo granadino se trasladó a Madrid, pero allí, tras una prueba para la cadena SER, el experto de turno dictaminó: "No sirve para cantar delante de un micrófono". Aunque decepcionada, Gelu no perdió la ilusión y de vuelta en Granada ganó otro concurso. Con el apoyo de su padre,  recurrió al periodista y paisano suyo, Tico Medina, que a su vez la recomendó a Jesús Álvarez, presentador de la incipiente TVE. Con mucho mejor ojo, éste la colocó en un programa musical junto a Monna Bell, donde cantó en directo. Después firmó su primer contrato artístico con el hotel Felipe II de Madrid, donde, por cada actuación en una gala, le pagaban la suculenta cantidad de 600 pesetas. En Granada actuó durante el verano de 1959 en el Balneario de Lanjarón. Algún directivo de La Voz de su Amo tuvo ocasión de escucharla, convenció a la familia Rodríguez de que allí la chica no tenía ningún futuro y les recomendó trasladarse a una ciudad con mayores oportunidades. Su padre pidió una excedencia laboral para convertirse en su agente artístico.
La siguiente salida, en 1960, tiene Barcelona como destino, donde están radicadas casi todas las discográficas. Con quince años graba ocho canciones para La Voz de su Amo, que aparecerán en dos e.p. ese mismo año. El primero de ellos contenía versiones de un par de títulos que se escucharon mucho en la radio: Los gitanos y Después de seis tequilas la dieron a conocer en toda España. Sus siguientes discos aparecieron encabezados por versiones de canciones que también habían triunfado en otras voces: Enamorada (Monna Bell), La novia (Antonio Prieto), Flamenco rock (Milva) y No me puedo quejar (Edith Piaf). Con Siempre es domingo (por fin una canción de estreno) consiguió en 1962 uno de sus mayores éxitos: sus originales grititos, su alegría contagiosa suponían una bocanada de aire fresco a ritmo de twist y el disco fue uno de los más vendidos del año en España.  Después de otros microsurcos en los que cantó twist, cha-cha-cha, rock, canción francesa o latinoamericana, triunfa ese mismo año con canciones como Canta conmigo, Cuando llegue septiembre o El poeta lloró
A partir de 1963 se convierte en la principal voz española de los hits italianos, particularmente los de Rita Pavone (El partido de fútbol, Como tú no hay ninguno, Pelo de panocha, El baile del "mattone") y Mina (Renato, Yo soy la que soy, Qué harás, Soy como quieres tú), pero también de Gigliola Cinquetti (No tengo edad), Adriano Celentano (Il tangaccio), Gianni Morandi (Hoy de rodillas, No soy digna de tí) y otros. También registra otros éxitos foráneos como Dame felicidad, El ritmo de la lluvia, Cúlpale a la bossa nova, Esta es mi noche o Quinientas millas, que prueban su versatilidad artística.
En 1964 graba un e.p con Los Mustang y dos e.p. con Tito Mora, uno de los grandes cantantes del momento, con quien mantiene un sonado romance. Entre estas grabaciones figuran Gracias, Dile, No te creo y Contigo sí. Los enamorados Tito Mora y Gelu querían casarse, pero el padre de ella se opuso. Otras versiones notables de Gelu, de nuevo en solitario, entre 1964 y 1965: Oh, mi Señor, Tu no tienes corazón, Downtown, Chica ye-yé, las eurovisivas Yo te amé y Jamás, jamás, Cuando más lejos estoy y otras del Dúo Dinámico, Capri se acabó o Viva el amor. En esos años hizo giras en Portugal y América.
En 1966 versiona temas que en Sanremo habían interpretado cantantes como Modugno y la Cinquetti (¡Dios mío, como te quiero!) Wilma Goich (En una flor), Milva (Vosotros) o Caterina Caselli (Ninguno me puede juzgar), así como Mi amor y Llama, otros hits de Petula Clark. También se atreve con Dusty Springfield (Te veo a tí) o Herman's Hermits (Todo cambió). Ese mismo año compite en el III Festival de Mallorca, junto a Los Javaloyas, con Reir, reir, reir, que fue finalista, y en el VIII Festival de la Canción Mediterranea en Barcelona con Yo quiero vivir, que también interpretada por Francisco Heredero se quedó en la semifinal. En 1967 vuelve a revisitar Sanremo (No pienses en mí), versiona nuevamente a Petula Clark (No duermas en el metro, Amor es mi canción) o canciones de Al Bano (En el sol) y Claude François (Y al amanecer).
A estas alturas la música beat se ha impuesto en la industria, los conjuntos mandan y las chicas ye-yé deshacen sus peinados cardados. Las canciones románticas de Gelu ya no se escuchan como en años anteriores y sus discos de 1968 y 1969 pasan desapercibidos.
En 1968 se casó con el cantante catalán Santy (Santiago Palau) en una boda multitudinaria. Poco después la pareja anunció su retirada de la vida artística, que Gelu haría efectiva en 1969, con sólo 24 años. No le faltaron tentadoras ofertas, pero la estrella juvenil nunca volvió a los escenarios ni a las grabaciones. En adelante se dedicó a su marido, a sus dos hijos y a sus negocios en discotecas.



Siempre es domingo, composición de Augusto Algueró con letra de Antonio Guijarro, es una de las canciones más representativas del estilo Gelu, original y muy innovador en su día. Ella sólo tenía quince años cuando la grabó.

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