viernes, 5 de enero de 2018

Massimo Girotti (Mogliano, Macerata, Italia, 18-5-1918 / Roma, Italia, 5-1-2003): In memoriam

DIVO DEL CINE ITALIANO DE LOS AÑOS 40 y 50

Hoy se cumplen quince años del fallecimiento del actor italiano Massimo Girotti. Tras sus comienzos teatrales, llegó al cine gracias a su físico, favorecido por su rostro agraciado y la práctica deportiva. En las décadas de los 40 y 50 fue el más apuesto de los galanes de la cinematografía transalpina y ejerció una poderosa fascinación sobre el público, actuando en gran variedad de películas de diferentes géneros. En más de sesenta años de carrera acumuló una muy prolífica filmografía y trabajó con la mayoría de los cineastas italianos más importantes, entre ellos Alessandro Blasetti, Roberto Rossellini, Luchino Visconti (quien le dio el papel de su vida en Obsesión y lo convirtió en mito erótico), Vittorio De Sica, Giuseppe de Santis, Pietro Germi, Luigi Zampa, Michelangelo Antonioni, Luigi Comencini o Carlo Lizzani. Intérprete sobrio y básicamente dramático, se prodigó también en películas de aventuras históricas. Cuando en los años 50 y 60 se produjo el boom de la comedia all'italiana, Girotti no tuvo cabida en ese género y fue quedando postergado. En edad madura lo recuperó Pier Paolo Pasolini en Teorema y Medea, trabajando después también a las órdenes de Bernardo Bertolucci y otros directores de prestigio. Dejó a la posteridad varios clásicos del cine italiano.
Dotado de un físico atlético, Massimo Girotti fue campeón de natación y también practicó deportes como remo, esquí, hípica o waterpolo, en el que destacó especialmente jugando como portero. Siendo estudiante de Derecho se integró en compañías teatrales menores, donde fue descubierto por el director Mario Soldati, quien le ofreció un pequeño papel en su película Dora Nelson (1939), comedia a lo Lubitsch que protagonizaron Assia Noris y Carlo Ninchi, a la que siguieron Romántica aventura (1940) de Mario Camerini, drama sentimental con Assia Noris, Gino Cervi y Leonardo Cortese, y Tosca (1941) de Carl Koch, drama basado en la obra de Victorien Sardou que dio origen a la ópera de Puccini, con Imperio ArgentinaRossano Brazzi y Michel Simon.
Tras el gran éxito popular de La corona de hierro (1941) de Alessandro Blasetti, fábula de aventuras medievales con Luisa Ferida, Elisa Cegani, Rina Morelli, Gino Cervi, Osvaldo Valenti y Paolo Stoppa, su carrera ascendió de forma considerable con títulos como Los piratas de Malasia (1941) de Enrico Guazzoni, adaptación de la novela homónima de Emilio Salgari donde ya fue el protagonista, con Clara Calamai y Sandro Ruffini, Los estranguladores (1941) de Giorgio Simonelli, fantasía de aventuras basada en una novela de Emilio Salgari, con Luigi Pavese y Sandro Ruffini, Un piloto regresa (1942) de Roberto Rossellini, drama bélico con Michela Belmonte y Piero Lulli, Harlem, el barrio negro de New York (1943) de Carmine Gallone, drama con Amedeo Nazzari, Primo Carnera, Elisa Cegani y Vivi Gioi donde interpretó a un boxeador, u Obsesión (1943) de Luchino Visconti, drama pionero del movimiento neorrealista que adaptaba libremente la novela "El cartero siempre llama dos veces" de James M. Cain, con Clara Calamai y Juan De Landa, que destacó por su ambientación, por su fuerza expresiva y por la carnalidad de las escenas pasionales entre sus protagonistas. La película escandalizó en su día a las autoridades fascistas y a la Iglesia católica y fue prohibida por el régimen de Mussolini. El personaje de Gino convirtió a Girotti en un sex symbol y permanecería como la interpretación más significativa de su carrera.
Después consolidó su estatus estelar con películas como Aparición (1943) de Jean de Limur, comedia con Amedeo Nazzari y Alida Valli, La puerta del cielo (1944) de Vittorio De Sica, drama con Marina Berti, Deseo (1946) de Roberto Rossellini y Marcello Pagliero, drama con Carlo Ninchi,, Elli Parvo y Roswita Schmidt, Preludio de amor (1946) de Giovanni Paolucci, drama con Marina Berti y Vittorio Gassman, Caza trágica (1947) de Giuseppe De Santis, drama con Vivi Gioi, Andrea Checchi, Carla Del Poggio y Vittorio Duse, Juventud perdida (1948) de Pietro Germi, drama policiaco con Carla Del Poggio y Jacques Sernas, Años difíciles (1948) de Luigi Zampa, drama con Umberto Spadaro, La ilusión rota (1948) de Mario Camerini, comedia dramática con Anna Magnani, Fabiola (1949) de Alessandro Blasetti, drama ambientado en la Antigua Roma según la novela de Nicholas Wiseman, con Michèle Morgan, Michel Simon, Louis Salou y Henri Vidal donde encarnó a San Sebastián, En nombre de la ley (1949) de Pietro Germi, drama policiaco con Jone Salinas, Umberto Spadaro y Charles Vanel por el que ganó un Nastro D'Argento como mejor actor protagonista, o Altura (1949) de Mario Sequi, drama con Roldano Lupi y Eleonora Rossi Drago.
En los años 50 continuó brillando en abundante número de películas, entre ellas: Crónica de un amor (1950) de Michelangelo Antonioni, drama con Lucia Bosè, Mujeres prohibidas (1951) de Luigi Comencini, drama con Eleonora Rossi Drago y Giulietta Masina, Roma a las 11 (1952) de Giuseppe de Santis, drama con Lucia Bosè, Carla del Poggio y Raf Vallone, Nariz de cuero (1952) de Yves Allégret, drama decimonónico francés con Jean Marais y Françoise Christophe, Conjura siciliana (1952) de Carlo Ludovico Bragaglia, aventuras decimonónicas de capa y espada con Tamara Lees, Espartaco (1953) de Riccardo Freda, drama épico en la Antigua Roma sobre el heroico gladiador tracio, con Ludmilla Tcherina, Yves Vincent y Gianna Maria Canale, Infierno en el suburbio (1953) de Carlo Lizzani, drama criminal  con Giulietta Masina, Marina Berti y Michel Jourdan, Un marido para Anna Zaccheo (1953) de Giuseppe De Santis, drama con Silvana Pampanini, Amedeo Nazzari y Umberto Spadaro, Odio, amor y castigo (1953) de Raffaello Matarazzo, drama con Silvana Pampanini, Senso (1954) de Luchino Visconti, magistral melodrama basado en una novela de Camillo Boito ambientada en la guerra de independencia italiana frente a Austria, con Alida Valli y Farley Granger, Tu mujer (1954) de Giovanni Paolucci, drama con Patricia Neal y Lea Padovani, 4 en el espacio (1955) de Fernando Cerchio, drama aeronáutico con Antonio Cifariello, Andrea Checchi, Giulia Rubini y Dawn Addams Margarita de la noche (1955) de Claude Autant-Lara, fantasía dramática basada en una novela de Pierre Dumarchais, con  Michèle Morgan e Yves Montand, Río Guadalquivir (1957) de Eduardo Manzanos, drama de producción española, con María Luz Galicia y Ettore Manni,  Serán hombres (1957) de Silvio Siano, drama con Silvana Pampanini, Francisco Rabal y Anna Luisa Peluffo, Vacaciones en Italia (1957) de Antonio Pietrangeli, comedia romántica  con June Laverick, Isabelle Corey, Ingeborg Schöner, Gabriele Ferzetti, Antonio Cifariello, Vittorio De Sica y Alberto Sordi, La bestia humana (1957) de Daniel Tinayre, thriller de producción argentina sobre la novela homónima de Émile Zola, con  Roberto Escalada y Ana María Lynch, El camino de un año (1958) de Giuseppe De Santis, drama con Silvana Pampanini y Eleonora Rossi Drago, El rey cruel (Herodes, el grande) (1959) de Viktor Tourjansky, peplum con Edmund Purdom y Sylvia Lopez, Asfalto (1959) de Hervé Bromberger, drama criminal francés con Françoise Arnoul, o Judith y Holofernes (1959) de Fernando Cerchio, drama bíblico con Isabelle Corey.
En roles más secundarios continuó viéndosele a lo largo de las siguientes décadas en una filmografía internacionalizada, así en Los cosacos (1960) de Viktor Tourjansky, drama de aventuras en el siglo XIX con Edmund Purdom, John Drew Barrymore y Giorgia Moll, Cartas de una novicia (1960) de Alberto Lattuada, drama con Pascale Petit y Jean-Paul Belmondo, Los gigantes de la Tessaglia (1960) de Riccardo Freda, peplum mitológico con Roland Carey, Ziva Rodann y Alberto Farnese, Cartas de una novicia (1960) de Alberto Lattuada, drama con Pascale Petit y Jean-Paul Belmondo, Rómulo y Remo (1961) de Sergio Corbucci, peplum de aventuras en la Antigua Roma con Steve Reeves, Gordon Scott, Virna Lisi, Ornella Vanoni y Jacques Sernas, Venus imperial (1962) de Jean Delannoy, drama histórico sobre Pauline Bonaparte, hermana de Napoleón, con Gina Lollobrigida y Stephen Boyd, El día más corto (1963) de Sergio Corbucci, comedia paródica con reparto multiestelar, Oro para el César (1963) de André De Toth, peplum con Jeffrey Hunter, Mylène Demongeot y Ron Randell, La conquista de un imperio (1965) de Denys de La Patellière, Raoul Lévy y Noël Howard, recreación de las aventuras de Marco Polo, con Horst Buchholz, Akim Tamiroff, Elsa Martinelli, Robert Hossein, Grégoire Aslan, Omar Sharif, Orson Welles y Anthony Quinn, donde interpretó al padre del protagonista, El misterioso señor Van Eyck (1966) de Agustín Navarro, thriller de producción española con Espartaco Santoni, Tere Velázquez, Franco Fabrizi y Emilio Gutiérrez Caba, o Las brujas (1967), comedia dramática con cinco episodios, todos ellos protagonizados por Silvana Mangano, y otros tantos directores, interviniendo Girotti en el primero, "La bruja quemada viva", dirigido por Luchino Visconti.
Con la escasez de papeles que le venían ofreciendo, en los años 60 y 70 se hizo más asiduo en la televisión, medio que le hizo conservar su popularidad. Pier Paolo Pasolini reavivó su carrera ofreciéndole dos buenos papeles en películas por él dirigidas: Teorema (1968), provocador y sorprendente drama místico con Terence Stamp, Silvana Mangano y Laura Betti, donde interpretó al padre de una rica familia burguesa de Milán, que después de tener una experiencia sexual (como la esposa, la hija, el hijo y la doméstica) con un misterioso invitado, cambia su vida por completo: deja su fábrica a los obreros, se desnuda y se pierde en el desierto; y Medea (1969), adaptación de la tragedia de Eurípides donde compartió créditos con Maria Callas e interpretó al rey Creonte.
El resto de su filmografía manifiesta una desigual calidad: Las hermanas (1969) de Roberto Malenotti, drama con Susan Strasberg, Nathalie Delon y Giancarlo Giannini, La tienda roja (1969) de Mikhail Kalatozov, drama soviético de aventuras en el Polo Norte con Sean Connery, Claudia Cardinale, Hardy Krüger, Peter Finch y Mario Adorf, Orgía de sangre (1972) de Mario Bava, film de terror con Joseph Cotten y Elke Sommer, El último tango en París (1972) de Bernardo Bertolucci, drama erótico con Marlon Brando, Maria Schneider y Jean-Pierre Léaud que provocó un gran escándalo en su día, fue prohibido o censurado en varios países y en Italia estuvo secuestrado por las autoridades desde 1976 hasta 1987, Corrompido y deseado (1973) de Sergio Gobbi, drama policiaco francés con Helmut Berger, Françoise Fabian y Paul Meurisse, La última oportunidad (1973) de Maurizio Lucidi, drama criminal con Fabio Testi, Ursula Andress y Eli Wallach, Rito infernal (Cagliostro) (1975) de Daniele Pettinari, drama de terror en el siglo XVIII con Bekim Fehmiu, Curd Jürgens, Evelyn Stewart y Rosanna Schiaffino, Extraña muerte de una menor (1975) de Sergio Martino, giallo con Claudio Cassinelli, Mel Ferrer y Jenny Tamburi, El inocente (1976), último film de Luchino Visconti, drama de época con Giancarlo Giannini, Laura Antonelli y Jennifer O'Neill, El otro señor Klein (1976) de Joseph Losey, thriller ambientado en 1942 en el París ocupado por los nazis, con Alain Delon y Jeanne Moreau, Entre el amor y la muerte (1981) de Ettore Scola, drama de época con Valeria D'Obici, Bernard Giraudeau, Jean-Louis Trintignant, Bernard Blier y Laura Antonelli, El arte de amar (1983) de Waleryan Borowczyk, fantasía dramático-erótica de producción francesa, con Marina Pirro, Philippe Lemaire, Laura Betti, Milena Vukotic y Michele Placido, Berlín interior (1985) de Liliana Cavani, drama en la Alemania nazi con Gudrun Landgrebe, Kevin McNally y Mio Takaki, La bohème (1988) de Luigi Comencini, adaptación de la ópera de Puccini, con Barbara Hendricks y José Carreras, El monstruo (1994) de Roberto Benigni, comedia de intriga con Roberto Benigni, Nicoletta Braschi y Michel Blanc, Luchino Visconti (1999) de Carlo Lizzani, documental sobre la vida y obra del célebre cineasta en el que intervienen diversos personajes que trabajaron con él, y La ventana de enfrente (2003) de Ferzan Ozpetek, drama de gran éxito que protagonizó junto a Giovanna Mezzogiorno, Raoul Bova y Filippo Nigro, donde interpretó a un anciano desmemoriado, papel por el que se le concedió postumamente su único David de Donatello al mejor actor tras el estreno del film después de su muerte.
En diferentes momentos de su trayectoria, Girotti actuó también en televisión y teatro. Sobre las tablas interpretó importantes montajes escénicos, entre ellos: "El bosque petrificado" de Robert Sherwood, dirigido por Alessandro Blasetti en 1946, "Troilo y Crésida" de William Shakespeare, dirigido por Luchino Visconti en 1949,  "Peer Gynt" de Ibsen, dirigido por Vittorio Gassman en 1951, o "La señorita Julia" de Strindberg, dirigido por Luchino Visconti en 1957, entre otras.
Massimo Girotti fue un hombre reservado y muy celoso de su vida privada. En los años 40 se casó con Marcella, matrimonio del que nacieron sus hijos Alessio y Arabella. Enviudó todavía joven y nunca volvió a casarse. Un paro cardiaco acabó con su vida a los 84 años.


No hay comentarios:

Publicar un comentario