martes, 19 de septiembre de 2017

Frances Farmer (Seattle, Washington, US, 19-9-1913 / Indianapolis, Indiana, US, 1-8-1970): In memoriam

LA BELLEZA REBELDE CASTIGADA

Hoy es aniversario natal de la actriz estadounidense Frances Farmer. Hermosa, inteligente y con talento, aportó a la historia de Hollywood el terrible drama de su propia infortunada vida: Desde muy joven estigmatizada como 'atea y comunista', algo imperdonable para la sociedad americana de su época, alcanzó un fugaz estrellato malogrado por su comportamiento errático y rebelde, generador de diversos conflictos personales que derivaron en involuntarias y aterradoras reclusiones en hospitales mentales durante siete años, lo que dio al traste con sus aspiraciones artísticas.
La menor de cuatro hermanos, Frances Elena Farmer vivió la separación de sus padres a los cuatro años. Su madre se desplazó con sus hijos a Los Angeles, donde vivía una hermana. Dos años después Frances y sus hermanos fueron enviados de vuelta a Seattle para vivir con su padre. La madre regresó al año siguiente y la familia compartió una casa, aunque ella y su marido permanecieron separados. En 1929 se divorciaron y ella se mudó a otra casa en Bremerton. Mientras estudiaba, Frances destacó en deportes y como oradora, siendo redactora en la revista del colegio de Seattle al que asistía. En 1931, influenciada por sus lecturas de Nietzsche, firmó un controversial artículo titulado "Dios muere" donde expresaba su idiosincrasia agnóstica, por el que fue premiada con 100 dólares. Los diarios locales informaron de la noticia con titulares como "Chica de Seattle niega a Dios y gana un  premio". La gacetilla recorrió todo el país y los clérigos protestantes usaron a Farmer y su profesora como muestra de la evidencia del "ateísmo rampante" de la educación pública. Años después Frances declararía que la negativa reacción a su ensayo juvenil marcó un punto de no retorno en su vida, cuando todos la llamaron "la chica mala de Seattle".
A finales de 1931 se matriculó en la Universidad de Washington para estudiar periodismo y arte dramático. En esos años se pagó los cursos trabajando como vendedora de periódicos, camarera, acomodadora de cine y otros empleos, al tiempo que participó en diversas representaciones teatrales universitarias. En 1935, por sus ventas de suscripciones a un periódico izquierdista local, ganó un viaje a la Unión Soviética. El premio incluía una breve estancia en Nueva York. Pese a las persistentes objeciones de su manipuladora madre, Frances aceptó el premio por su interés en conocer el teatro que se hacía en Moscú y, sobre todo, por visitar la ciudad de Nueva York. De nuevo hubo una campaña periodística contra ella, azuzada por su propia madre, quien, convencida de que la Universidad había corrompido a su hija, declaró a la prensa: "Si yo debo sacrificar a mi hija al comunismo, espero que otras madres puedan salvar a sus hijas". Líderes cívicos de Seattle la secundaron, denunciando el viaje como "propaganda bolchevique". Frances insistió en que no estaba interesada en el comunismo y, a su regreso de la Unión Soviética, se quedó por un tiempo en Nueva York con el propósito de iniciar allí su carrera teatral, pues su verdadera pasión era el teatro. Tras una ronda de castings por la ciudad, fue descubierta por un agente de Paramount, que le consiguió una prueba de pantalla, a la que siguió un contrato de siete años con el estudio, firmado el mismo día que ella cumplía 22 años.
Trasladada a Hollywood, se plegó en principio a muchas de las exigencias del estudio, pero no quiso cambiar su nombre ni comportarse como una starlet al uso. A comienzos de 1936 se casó con el actor Leif Erickson, pero la pareja no se entendió y se separó un año después (el divorcio no se haría efectivo hasta 1942). En su primer año en Hollywood, la joven actriz apareció en cuatro películas, de las cuales la más importante fue -con Farmer cedida a la productora de Samuel Goldwyn- la cuarta, Rivales (1936) de Howard Hawks y William Wyler, drama adaptado de una novela de Edna Ferber, con Edward Arnold y Joel McCrea, en el que ella interpretó dos personajes, una madre y su hija. Su actuación, calificada de brillante, indujo a que algún critico se refiriese a Frances como 'la próxima Greta Garbo'. Apenas un año y medio después de haber dejado Seattle en omnibus, entre acusaciones de "atea y comunista", regresó triunfalmente en avión a su ciudad natal para el estreno de la película, fue llevada en limousine y se le ofreció una recepción a la que asistió hasta el Gobernador del Estado. Pero a pesar de su rutilante éxito, Farmer, con su carácter fogoso, decidido e independiente, pronto adquirió reputación de ser demasiado temperamental y una persona difícil con quien trabajar.
El éxito no se repitió con sus siguientes películas: El ídolo de Nueva York (1937) de Rowland V. Lee, drama de época con Edward Arnold, Cary Grant y Jack Oakie, Exclusive (1937) de Alexander Hall, drama con Fred MacMurray, y Marea baja (1937) de James P. Hogan, film de aventuras con Oskar Homolka y Ray Milland. El estudio tendía a confiarle papeles basándose más en su belleza que en su talento. Frustrada con el rumbo de su carrera en la pantalla y todavía soñando en convertirse en respetable estrella teatral, logró una licencia en su contrato con Paramount para actuar en obras en Nueva York. Allí fue invitada a participar en el Group Theater con la producción de la obra "Golden boy" de Clifford Odets, que llegó a convertirse en el mayor éxito en la historia de ese colectivo y salió en triunfal gira por todo el país. Mientras representaba la obra, Frances se enamoró de su autor y tuvo un affair con él. Pero, a la sazón, Odets estaba casado con la actriz Luise Rainer y no quiso comprometerse con ella, precipitando el fin de la relación. Farmer se sintió traicionada y aún más cuando el Group Theater prescindió de su persona para sus representaciones en Londres. Tras dos breves apariciones en obras de Broadway de corto recorrido, Farmer hubo de volver a Hollywood. A finales de 1938 apareció en una película en la que también intervino su marido Leif Erickson y, en 1939, en ninguna. Su afición por el consumo de alcohol y anfetaminas (que ingería motivada por su obsesión en perder peso), además de su marcada rebeldía, le llevaron a mantener constantes situaciones conflictivas con los estudios. Las siguientes producciones que le ofrecieron fueron menores, con roles menos relevantes, así por ejemplo, Al sur de Pago Pago (1940), film de aventuras con Victor McLaglen y Jon Hall, y Aventureros de Dakota (1941), western con Robert Stack y Ann Rutheford, ambas dirigidas por Alfred E. Green, o El hijo de la furia (1942) de John Cromwell, film de aventuras protagonizado por Tyrone Power y Gene Tierney, donde interpretó un papel muy secundario.
A los 29 años, la languideciente carrera de Farmer se interrumpió bruscamente tras su arresto en octubre de 1942 por conducir ebria y sin licencia. Condenada a pagar una multa de 500 dólares y seis meses de prisión en suspenso, satisfizo la mitad y marchó a México para trabajar en un film que nunca se llegó a realizar. Cuando regresó a Los Angeles, encontró que sus familiares habían desalojado sus pertenencias de su bungalow alquilado y hubo de hospedarse en un hotel. Nadie se apiadó de ella. A comienzos de 1943, comenzando el rodaje de una película de bajo presupuesto, discutió con una peluquera del estudio, la abofeteó y le dislocó la mandíbula. Luego de la denuncia, la policía descubrió que aún no había saldado la multa anterior y de nuevo la arrestó, levantando cargos por violación de la libertad condicional y el ataque a la peluquera. Esto aceleró el descenso a los infiernos en que la vida de Frances se estaba precipitando: al parecer, la policía forzó la puerta de su habitación de hotel y la encontró agazapada y desnuda en el baño, la levantaron en vilo y le ordenaron vestirse entre gritos, insultos, forcejeos, arañazos y patadas. Los posteriores cables de noticias dijeron: "No fue una chica glamourosa la que compareció ante el juez", pues ella iba completamente desarreglada y en actitud desafiante y sarcástica. Fue sentenciada a cumplir los tres meses de prisión impuestos el año anterior y, cuando inexplicablemente se le negó el permiso para llamar a un abogado, reaccionó formando una verdadera batalla campal en la corte, golpeando a oficiales de policía y arrojando un tintero al juez mientras gritaba "¿Alguna vez les han roto el corazón?". Fotos suyas con aspecto desastrado fueron titulares de todos los diarios sensacionalistas de Estados Unidos. Su madre, mientras tanto, añadía leña al fuego afirmando que la causa de la crisis de su hija se debía a su adhesión a la causa del comunismo internacional. La familia de Frances (por mediación de una cuñada suya) buscó un psiquiatra que diagnosticó que la actriz sufría de psicosisis maníaco-depresiva, lo que podía ser el anticipo de una definitiva demencia precoz, por lo que fue transferida al pabellón psiquiátrico del Hospital General de Los Angeles. A partir de ese momento Farmer pasó la mayor parte de los siguientes siete años en instituciones mentales, en las que fue tratada de personalidad bipolar, esquizofrenia y paranoia. En ese largo periodo Frances sufrió lo inimaginable: violaciones en serie, mordeduras de ratas, inmersiones en agua helada, inducciones al coma o multitud de electroshocks (hasta tres veces a la semana), lo que se consideraba 'normal' en los años 40. Sus abogados había logrado liberarla en septiembre de 1943, quedando bajo la custodia de su madre, pero al poco tiempo la convivencia entre ambas se hizo insoportable y su progenitora elevó una petición a la corte para que su hija fuese declarada mentalmente insana, consiguiendo que esta ingresase en otro manicomio para su 'tratamiento'. En marzo de 1944 dos psiquiatras testificaron que Farmer era mentalmente insana e incluso su abogado de oficio apoyó la moción, negándole el derecho de ser sometida a juicio para determinar su estado mental. Enviada a un lúgubre manicomio en el estado de Washington, más electroshocks y nuevas vejaciones la esperaban. Después de tres meses de 'tratamiento', los doctores afirmaron que Frances estaba recuperada y así de nuevo fue puesta bajo la custodia de su madre, quien, en mayo de 1945, la volvió a denunciar como insana. Ingresada de nuevo en un hospicio para locos, Farmer permaneció allí en los siguientes cinco años. La condiciones de la triste institución eran ínfimas, incluyendo insalubridad y falta de higiene. No se ha llegado a confirmar si a la actriz se le llegó a practicar una lobotomía, pero casi nadie niega que fue obligada a sesiones diarias de 'hidroterapia' con bloques de hielo, atada, ultrajada, golpeada, violada y alquilada como prostituta a soldados de una base cercana, además de verse obligada a disputar su comida (aun en mal estado) a los demás pacientes y a las ratas. En marzo de 1950 su madre sufrió un ataque al corazón, lo que dio origen a que Farmer fuese puesta en libertad y bajo su custodia para oficiar de enfermera a domicilio las 24 horas del día. Ironía del destino: Frances tuvo que cuidar de la salud de su madre, que tantas veces la había hecho internar por loca. La actriz no recuperó sus derechos civiles hasta 1953 y, en el mismo día que los obtuvo, comenzó a trabajar en la lavandería de un hotel en Seattle. En 1954 se casó con Alfred Lobley, un operario de servicios públicos de quien pronto se separó (se divorciarían en 1958) y se trasladó a Eureka, California, donde trabajó anónimamente durante tres años en un estudio fotográfico y como secretaria y bibliotecaria. Su madre murió en 1955 y su padre en 1956.
En 1957, redescubierta por el productor radiofónico Leland Mikesell, se mudó a San Francisco, donde trabajó de recepcionista en un hotel de aquel. Su regreso a la vida pública la condujo a ser entrevistada en el show televisivo de Ed Sullivan en un par de ocasiones y aparecer en el programa "Esta es su vida". Finalmente, en agosto de ese año, volvió a actuar sobre un escenario teatral en New Hope, Pennsylvania, lo que supuso su primer rol en quince años. En 1958 actuó en varios dramas televisivos e incluso rodó una olvidable película de serie B (la última de su carrera) producida por Paramount. También se volvió a casar, esta vez con Leland Mikesell, de quien tampoco tardó en separarse (aunque el divorcio se formalizaría en 1963). Entre 1958 y 1964 ejerció de anfitriona con relativo éxito en un programa televisivo en una filial en Indianapolis de la NBC, participó en producciones teatrales universitarias y en 1965 hizo su última aparición escénica representando "La visita del rencor" en una universidad de Indiana.
Frances Farmer falleció de cáncer de esófago a los 56 años. Los tormentos que padeció en vida han quedado reflejados en diversas biografías, películas -la más conocida, "Frances" (1982) de Graeme Clifford, donde la encarnó Jessica Lange-  obras teatrales, numerosos artículos periodísticos e incluso algunas canciones.

(La mayor parte de esta reseña procede de informes de la página taringa.net)



1 comentario:

  1. Muy impactante la publicación de Javi sobre Frances, tanto así que logra, sólo con su lectura revivir semejante tragedia y tambien admiración yo digo que al mismo nivel de la famosa película sobre ella. Además se nota el parecido físico con Jessica Lange.

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