martes, 8 de noviembre de 2016

Jean Marais (Cherbourg, France, 11-12-1913 / Cannes, France, 8-11-1998): In memoriam

EL PRIMER GALÁN FRANCÉS DE ÉXITO MULTITUDINARIO
 
Hoy se cumplen dieciocho años del fallecimiento del actor francés de cine y teatro Jean Marais, uno de los intérpretes con más acusada personalidad en su país durante las décadas de los años 40, 50 y 60. Su belleza septentrional enamoró en 1937 a Jean Cocteau, quien hizo de él su amante y lanzó su carrera, primero sobre las tablas y luego en la pantalla, mostrándolo como su alter-ego. Distanciado de su mentor, en la década de los 50 adquirió notoriedad internacional después de trabajar con directores como Jean Renoir o Luchino Visconti y, ya maduro, se convirtió en popular héroe de muchas películas de capa y espada. Paralelamente sostuvo una entusiasta y prestigiosa carrera teatral durante sesenta años. En 1993 fue premiado con  un César honorífico y en 1996 recibió la Legión de Honor.
Nacido Jean-Alfred Villain-Marais, vivió una infancia traumática tras la separación de sus progenitores. Su padre, veterinario, era un hombre violento, y su madre, que se desplazó a París llevando consigo a sus dos hijos (a la sazón Jean tenía cuatro años), fue detenida por cleptomanía. Con la autora de sus días en prisión, criado por sus tíos, el pequeño Marais escribía cartas a su madre sin conocer su verdadero destino, lo que supo tiempo después. Más adelante ésta le confesó que su verdadero padre era en realidad su padrino, presentado al pequeño como su tío. En cuanto a su 'padre', no volvió a verle hasta cuarenta años más tarde. 
En 1933, despues de haber desempeñado oficios como vendedor de periódicos o ayudante de fotógrafo, comenzó su andadura profesional en el cine como figurante. El director Marcel L'Herbier le dio a menudo papeles de escasa relevancia en sus películas durante los tres años siguientes, apareciendo después como secundario en títulos como Abuso de confianza (1937) de Henri Decoin, Un drama singular (1937) de Marcel Carné o El zar loco (1938) de Maurice Tourneur. No habiendo conseguido entrar en el Conservatorio, estudió teatro clásico con el director Charles Dullin, a través de quien conoció al poeta, dramaturgo y cineasta Jean Cocteau, un encuentro que resultó decisivo en su vida y carrera. Su atlético cuerpo desnudo deslumbró a Cocteau, quien diría "Ofrece las características de esos hiperbóreos de ojos azules de los que habla la mitología griega". Marais y Cocteau se convirtieron en amantes desde 1937 y su intermitente relación sentimental se mantuvo amistosa hasta la muerte del último en 1963. Cocteau le dio un papel en su versión teatral del "Edipo Rey" de Sófocles y rapidamente escribió para él "Los padres terribles" (1938), drama que llevaría a la pantalla diez años después. Esta obra, por la que ambos obtuvieron reconocimiento de la profesión, fue polémica en su día y dio pábulo a muchas habladurías sobre la relación entre autor e intérprete.
Durante el periodo de la Francia ocupada, Marais actuó en películas como Carmen (1943) de Christian-Jaque (no estrenada hasta 1945), donde fue don José junto a Viviane Romance, El eterno retorno (1943) de Jean Delannoy, trasposición moderna del mito de Tristán e Isolda con guión y diálogos de Cocteau que conviertió a Marais en ídolo de la juventud, o Viaje sin esperanza (1943) de Christian-Jaque, drama con Simone Renant y Paul Bernard. Asímismo representó obras teatrales como "La máquina de escribir" de Cocteau (1941), obra por la que el crítico de una publicación colaboracionista calificó a Marais como "el hombre con Cocteau entre los dientes", lo que provocó que el actor le diese una paliza en público. El episodio, apenas modificado, aparecería décadas después en "El último metro" (1980), una de las más populares películas de François Truffaut. Tras la Liberación de París, el actor se alistó en el ejército francés y sirvió como camionero en la división Leclerc, llegando a obtener la Cruz de Guerra.
Finalizada la contienda rodó la que es probablemente su mejor película, La bella y la bestia (1946) de Jean Cocteau, estilizada adaptación del célebre cuento de Leprince de Beaumont, con Josette Day y Christian Berard. Con un vestuario acertado, una decoración original y un maquillaje efectivo, Marais encarnaba al protagonista sin que en ningún momento, salvo al final, se viese su auténtico rostro. Poco después estrenó la obra "El águila de dos cabezas" de Cocteau (1946), donde era Stanislas, un poeta anarquista, papel que repitió en la película El águila de dos cabezas (1947) dirigida por Jean Cocteau, con la misma coprotagonista que en la función teatral, Edwige Feuillère. Seguidamente protagonizó Ruy Blas (1948) de Pierre Billon, drama histórico según la obra de Victor Hugo, junto a Danielle Darrieux, S.O.S. Dakar (1948) de Jean Delannoy, drama aéreo con Michèle Morgan y Jean Chevrier, Los padres terribles (1948) de Jean Cocteau, adaptación de su obra del mismo título, con Josette Day, Gabrielle Dorziat y Marcel André, o El secreto de Mayerling (1949) de Jean Delannoy, drama histórico con Dominique Blanchar y Jean Debucourt.
En la década siguiente apareció en títulos como Orfeo (1950) de Jean Cocteau, modernizada y surrealista adaptación del mito clásico del poeta que baja a los infiernos en busca de su amada Eurídice, con François Périer, Maria Casarès y Marie Déa, Los milagros ocurren sólo una vez (1951) de Yves Allégret, drama bélico con Alida Valli, Nariz de cuero (1952) de Yves Allégret, drama decimonónico con Françoise Christophe, La llamada del destino (1953) de Georges Lacombe, comedia dramática con Roberto Benzi y Jacqueline Porel, Ilusión de medianoche (1953) de Roger Richebé, drama con Dany Robin, La conciencia acusa (1953) de Georg Wilhelm Pabst, drama con Aldo Fabrizi, Una chica en el desván (1953) de Yves Allégret, comedia romántica con Dany Robin, Las aventuras de Edmundo Dantés (1954) de Robert Vernay, adaptación de la novela "El conde de Montecristo" de Alexandre Dumas, con Lia Amanda, Si Versalles pudiera hablar (1954) y Napoleón (1955), ambas de Sacha Guitry, producciones históricas con repartos multiestelares, Cita en el sol (1956) de Robert Darène, drama romántico con Kerima y Delia Scala, Elena y los hombres (1956) de Jean Renoir, comedia romántica de época con Ingrid Bergman, Mel Ferrer y Jean Richard, Tifón sobre Nagasaki (1957) de Yves Ciampi, drama con Danielle Darrieux, Noches blancas (1957) de Luchino Visconti, drama basado en una novela de Dostoievski, con Maria Schell y Marcello Mastroianni, El intrépido La Tour (1958) de Georges Lampin, aventuras de capa y espada con Eleonora Rossi Drago, o El jorobado (1959) de André Hunebelle, aventuras de capa y espada con Bourvil y Sabine Sesselmann.
Volvió a ser dirigido por Jean Cocteau una última vez en El testamento de Orfeo (1960), surrealista análisis de la inspiración, las fobias y las obsesiones del artista, interviniendo después en Austerlitz (1960) de Abel Gance, drama histórico sobre las Guerras Napoleónicas con reparto multiestelar, El capitán (1960) de André Hunebelle, aventuras de capa y espada con Bourvil y Elsa Martinelli, La princesa de Cleves (1961) de Jean Delannoy, drama histórico con Marina Vlady, El capitán Fracassa (1961) de Pierre Gaspard-Huit, aventuras de capa y espada con Geneviève Grad, Gérard Barray, Riccardo Garrone y Anna Maria Ferrero, El milagro de los lobos (1961) de André Hunebelle, drama histórico con Rosanna Schiaffino, Roger Hanin y Jean-Louis Barrault, Napoleón II, el Aguilucho (1961) de Claude Boissol, drama histórico con Bernard Verley, El rapto de las sabinas (1961) de Richard Pottier, comedia de aventuras históricas con Mylène Demongeot, Roger Moore, Folco Lulli, Francis Blanche y Rosanna Schiaffino, Poncio Pilatos (1962) de Gian Paolo Callegari e Irving Rapper, péplum con Jeanne Crain y Basil Rathbone, El hampa de París (1962) de André Hunebelle, aventuras de capa y espada con Dany Robin, La máscara de hierro (1962) de Henri Decoin, adaptación de la novela de Alexandre Dumas, con Sylva Koscina y Jean-François Poron, Agente secreto (1963) de Jean-Charles Dudrumet, comedia paródica de espionaje con Geneviève Page y Noël Roquevert, El desquite de papá (1964) de Robert Thomas, comedia con Danielle Darrieux, Anne Vernon, Sylvie Vartan y Pierre Dux, Fantomas (1964) de André Hunebelle, comedia de intriga con Louis de Funès y Mylène Demongeot donde interpretaba un doble papel, El hombre de Cocody (1965) de Christian-Jaque, aventuras africanas con Liselotte Pulver, Agente muy secreto (1965) de Jean-Charles Dudrumet, secuela del film dos años anterior, con Nadja Tiller, Trampa bajo el sol (1965) de Gilles Grangier, film de espionaje con Marisa Mell, Fantomas vuelve (1965) y Fantomas contra Scotland Yard (1967), ambas de André Hunebelle, secuelas de Fantomas con los mismos protagonistas, Jaque mate (1969) de Claude Carliez, policiaco con Marie-José Nat, La provocación (1970) de André Charpak, drama con Maria Schell, o Piel de asno (1970) de Jacques Demy, adaptación musical del cuento de Perrault con Catherine Deneuve, Jacques Perrin, Micheline Presle y Delphine Seyrig.
A partir del decenio siguiente se apartó del cine y trabajó en la televisión, volviendo sólo a hacer esporádicas colaboraciones tiempo después en films como Parking (1985) de Jacques Demy, Los hijos del naufragio (1992) de Jérôme Foulon, Testigo de excepción (1995) de Claude Lelouch, o Belleza robada (1996) de Bernardo Bertolucci. En 1975 publicó un libro de memorias, "Historias de mi vida". En esa época fijó su residencia sucesivamente en Cabris y Vallauris, poblaciones de los Alpes Marítimos, dedicándose a cultivar aficiones como la pintura, la escultura o la alfarería.
Además de las anteriormente citadas, entre sus representaciones teatrales (bastantes de las cuales dirigió él mismo) figuran "Andrómaca" de Racine (1944), "Querido" de Colette (1950), "Británico" de Racine (1952 y 1953), "Mitrídates" de Racine (1952), "La máquina infernal" de Jean Cocteau (1954), "Pygmalion" de George Bernard Shaw (1955), "César y Cleopatra" (1957) de George Bernard Shaw, "El discípulo del diablo" de George Bernard Shaw (1968), "Cyrano de Bergerac" de Edmond Rostand (1970), "Tartufo" de Molière (1973), "El jorobado" de Paul Féval (1973), "Los miserables" de Paul Achard (1975 y 1976), "Los padres terribles" (1977) de Jean Cocteau, "El Rey Lear" de Shakespeare (1978-1979), "El Cid" de Corneille (1985), "La casa del lago" de Ernest Thompson, "Baco" de Jean Cocteau (1988), "Hernani" de Victor Hugo (1989), "La máquina infernal" de Jean Cocteau (1989), "Los monstruos sagrados" de Jean Cocteau (1993), "Los Caballeros de la Mesa Redonda" de Jean Cocteau, "La tempestad" de Shakespeare (1997) o "La Arlesiana" de Alphonse Daudet.
Jean Marais, uno de los raros actores que no ocultó su homosexualidad, al margen de su relación con Cocteau, estuvo casado brevemente con la actriz Mila Parély (1942–1944) y estuvo unido sentimentalmente al bailarín americano George Reich (1953-1959). A comienzos de los años 60 se enteró que tenía un hijo biológico, Serge Ayala, nacido en 1942 y a quien reconoció en 1962. El actor falleció a los 84 años de un ataque al corazón consecuente a una enfermedad pulmonar.

 

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