miércoles, 31 de agosto de 2016

Orquesta Filarmónica de José Luis Moreno - Danza de las horas ("La Gioconda", Amilcare Ponchielli)

AMILCARE PONCHIELLI (Paderno Fasolaro, Italia, 31-8-1834 / Milano, 16-1-1886): IN MEMORIAM

Amilcare Ponchielli, de quien hoy se conmemora su aniversario natal, fue un compositor italiano de ópera, cuya obra más conocida, "La Gioconda", se estrenó en 1876. A ella pertenece la música de este popular ballet, La danza delle ore, correspondiente al Cuadro II del Acto III, reproducida en el video. Dirige la orquesta el maestro Tulio Gagliardo.



martes, 30 de agosto de 2016

Raymond Massey (Toronto, Ontario, Canada, 30-8-1896 / Los Angeles, California, US, 29-7-1983): In memoriam

PROLÍFICO ACTOR DE CARÁCTER

Tal día como hoy hace 120 años vino al mundo el actor estadounidense (nacido en Canadá) Raymond Massey. En su extensa y distinguida filmografía a lo largo de cuarenta años dio abundantes pruebas de versatilidad, si bien a su voz dominante y físico peculiar, le iban especialmente los roles de carácter, con fuerte personalidad, y los personajes históricos. Practicamente no hubo género fílmico en el que no interviniese, participó en buen número de títulos clásicos y fue dirigido por cineastas importantes como James Whale, William Cameron Menzies, Victor Sjöström, John Cromwell, John Ford, Michael Powell, Raoul Walsh, Michael Curtiz, Frank Capra, Fritz Lang, King Vidor o Elia Kazan, entre otros. Fue candidato al Oscar al mejor actor en una ocasión.
Raymond Hart Massey era hijo del adinerado dueño de una compañía de tractores. Tras estudiar en la Universidad de Toronto, estalló la I Guerra Mundial, por lo que decidió alistarse en el ejército canadiense y, sirviendo en artillería, partió al frente europeo. Volvió a su país sufriendo neurosis de guerra y le ocuparon como instructor de oficiales en la Universidad de Yale. Cuando en 1918 le enviaron con su unidad a Siberia, descubrió su capacidad interpretativa, al participar en espectáculos organizados para entretener a las tropas. Después de ser herido en combate, Massey fue repatriado y se dedicó en un primer momento al negocio familiar. Pero se había quedado con las ganas de probar fortuna como actor, así que en poco tiempo decidió dejarlo todo para dedicarse a su vocación, debutando sobre la escena en Londres en 1922, donde durante años adquirió una sólida formación teatral.
Tras breves cometidos en un par de producciones británicas silentes en 1928 y 1929, se convirtió en el primer Sherlock Holmes del cine sonoro al protagonizar The speckled band (1931) de Jack Raymond. Después apareció en su primera película americana, El caserón de las sombras (1932) de James Whale, producción de terror con Boris Karloff, Melvyn Douglas, Gloria Stuart, Charles Laughton y Lilian Bond, y en los siguientes diez años alternó trabajos en Gran Bretaña y Estados Unidos: La pimpinela escarlata (1934) de Harold Young, producción de aventuras de capa y espada con Leslie Howard y Merle Oberon, La vida futura (1936) de William Cameron Menzies, con guión (adaptado de su propia novela) de H.G. Wells, y Ralph Richardson y Cedric Hardwicke como compañeros de reparto, film considerado uno de los primeros hitos de la ciencia-ficción cinematográfica, Labios soñadores (1937) de Paul Czinner, drama con Elisabeth Bergner, Inglaterra en llamas (1937) de William K. Howard, drama histórico con Flora Robson, Laurence Olivier y Vivien Leigh, donde interpretó al rey español Felipe II, Bajo el manto escarlata (1937) de Victor Sjöström, título de aventuras con Conrad Veidt y Annabella donde Massey encarnó al Cardenal Richelieu, El prisionero de Zenda (1937) de John Cromwell, adaptación de la novela de Anthony Hope, con Ronald Colman, Madeleine Carroll y Douglas Fairbanks Jr., Huracán sobre la isla (1937) de John Ford, aventuras en Los Mares del Sur con reparto encabezado por Dorothy Lamour y Jon Hall, o Revuelta en la India (1938) de Zoltan Korda, aventuras coloniales con Sabu, Valerie Hobson y Roger Livesey. Si en casi todas estas películas destacó en roles secundarios de villano, en el drama histórico Lincoln en Illinois (1940) de John Cromwell fue absoluto protagonista y su actuación como Abraham Lincoln reconocida con una nominación al Oscar al mejor actor. En Camino de Santa Fe (1940) de Michael Curtiz, western con  Errol Flynn y Olivia de Havilland, fue el abolicionista John Brown, y en el drama bélico Los invasores (1941) de Michael Powell compartió créditos con Leslie Howard, Laurence Olivier y Anton Walbrook.
El resto de su filmografía, salvo un par de excepciones, fue estadounidense (nacionalidad que adquirió al finalizar la II Guerra Mundial), con títulos como Jornada desesperada (1942) de Raoul Walsh, drama bélico con Errol Flynn, Ronald Reagan y Nancy Coleman, Piratas del mar Caribe (1942) de Cecil B. DeMille, aventuras con Ray Milland, John Wayne y Paulette Goddard, Acción en el Atlántico Norte (1943) de Lloyd Bacon, bélico con Humphrey Bogart, Arsénico por compasión (1944) de Frank Capra, divertidísima comedia negra con Cary Grant, Jack Carson, Priscilla Lane y Peter Lorre, donde Massey ofreció una hilarante composición de un asesino al que un cirujano le ha dado la apariencia de Boris Karloff, La mujer del cuadro (1944) de Fritz Lang, excelente noir con Edward G. Robinson y Joan Bennett, Hotel Berlin (1945) de Peter Godfrey, drama de espionaje con Faye Emerson, Helmut Dantine y Andrea King, A vida o muerte (1946) de Michael Powell y Emeric Pressburger, fantasía bélico-romántica con David Niven y Kim Hunter, Amor que mata (1947) de Curtis Bernhardt, melodrama con Joan Crawford y Van Heflin, A Electra le sienta bien el luto (1947) de Dudley Nichols, trasposición a la pantalla de la obra de Eugene O'Neill, con Rosalind Russell, Michael Redgrave, Katina Paxinou, Leo Genn y Kirk Douglas, El manantial (1949) de King Vidor, drama basado en una novela de Ayn Rand, con  Gary Cooper y Patricia Neal, Roseanna McCoy (1949) de Irving Reis, drama con Farley Granger, Joan Evans y Charles Bickford, Un rayo en el cielo (1950) de Stuart Heisler, drama aéreo de acción con Humphrey Bogart y Eleanor Parker, Dallas, ciudad fronteriza (1950) de Stuart Heisler, western con Gary Cooper, Ruth Roman y Steve Cochran, Veneno implacable (1951) de Gordon Douglas, drama con James Cagney y Phyllis Thaxter, David y Betsabé (1951) de Henry King, peplum bíblico con Gregory Peck y Susan Hayward, Carson City (1952) de André De Toth, western con Randolph Scott, La canción del desierto (1953) de H. Bruce Humberstone, versión de una opereta de Sigmund Romberg, con  Kathryn Grayson y Gordon MacRae, El príncipe de los actores (1955) de Philip Dunne, drama biográfico con Richard Burton, Maggie McNamara y John Derek, Más allá de las lágrimas (1955) de Raoul Walsh, drama bélico adaptado de una novela de Leon Uris, con Van Heflin, Aldo Ray, Mona Freeman, Nancy Olson, James Whitmore, Tab Hunter, Dorothy Malone y Anne Francis, Al este del edén (1955) de Elia Kazan, drama basado en la novela de John Steinbeck, con James Dean y Julie Harris, donde interpretó a un padre represor, sin duda, su papel más recordado, Omar Khayyam (1957) de William Dieterle, aventuras en la Persia del siglo XI, con Cornel Wilde, Michael Rennie, Debra Paget y John Derek, Los desnudos y los muertos (1958) de Raoul Walsh, drama bélico basado en la novela de Norman Mailer, con Aldo Ray y Cliff Robertson, El gran impostor (1961) de Robert Mulligan, comedia dramática con Tony Curtis, Edmond O'Brien, Arthur O'Connell y Karl Malden, La conquista del oeste (1962), western épico con cinco episodios, tres directores y reparto multiestelar, en el que Massey volvió a ser el Presidente Lincoln en el segmento dirigido por John Ford, o El oro de Mackenna (1969) de J. Lee Thompson, western con Gregory Peck, Omar Sharif y Telly Savalas.
Además de su nutrida actividad cinematográfica, Massey regresó esporádicamente al teatro y trabajó también  en radio y televisión. En la popular serie "Dr. Kildare" (1961-1966) de NBC, protagonizada por Richard Chamberlain, encarnó al Dr. Gillespie.
Raymond Massey estuvo casado en tres ocasiones. Sus esposas fueron Margery Fremantle (1921-1929), con la que tuvo a su hijo Geoffrey, un matrimonio que acabó en divorcio; la actriz Adrianne Allen (1929-1939), madre de sus hijos Anna Massey y Daniel Massey, también actores, y de la que se divorció para casarse en 1939 con Dorothy Whitney, de quien enviudó en 1982. El actor falleció de una neumonía a los 86 años.

    

lunes, 29 de agosto de 2016

Preston Sturges (Chicago, Illinois, US, 29-8-1898 / New York, US, 6-8-1959): In memoriam

MAESTRO DE LA COMEDIA EXTRAVAGANTE

Hoy es aniversario natal del director y guionista estadounidense Preston Sturges, considerado uno de los grandes maestros de la comedia extravagante y sofisticada. Perteneciente a una de esas familias burguesas americanas a las que no dejaría de criticar y ridiculizar en sus futuros guiones y películas, dejó los negocios cosméticos familiares para ser inventor y luego escritor. Vía Broadway llegó a Hollywood, donde se estableció primero como guionista y luego como director. En Paramount dirigió ocho películas, ganando el Oscar al mejor guión por la primera de ellas, que fue seguida por varios clásicos imperecederos del género cómico, del que fue importante renovador. En su corta carrera como realizador (sólo doce títulos) transformó sus excelentes guiones, ácidos y divertidos, en comedias muy locuaces y completamente locas, con rápidos e incisivos diálogos inteligentemente combinados con sorprendentes gags visuales. Su punzante originalidad, su rechazo de la lógica tradicional, su gusto por lo extraño, sus personajes estrafalarios, su virtuosismo malicioso y su ritmo trepidante dio a la comedia cinematográfica de los años 40 una plenitud casi única.
Edmund Preston Biden era hijo de un viajante de comercio. Cuando tenía tres años, su excéntrica madre lo llevó consigo a París, donde pretendía emprender una carrera como cantante, anulando desde allí su matrimonio con el padre de Preston. De vuelta en América volvió a casarse por tercera vez con un rico hombre de negocios, Solomon Sturges, que en 1902 adoptó a su hijo y le dio su nombre. La nueva señora Sturges mantenía una estrecha amistad con Isadora Duncan y así fue que, desde muy joven, Preston viajó por varios países con la compañía de danza de ésta. En 1916 su padrastro le proporcionó un empleo como corredor de bolsa, que no le duró mucho pues al año siguiente, en plena I Guerra Mundial, Preston se alistó en las fuerzas aéreas y se graduó como teniente en Texas, sin llegar a combatir. Después ejerció como gerente en un negocio del cuarto marido de su madre en Nueva York entre 1919 y 1927, mientras que al mismo tiempo probó suerte desarrollando diversos inventos que no cuajaron, como un lápiz de labios indeleble.
En 1928 Sturges actuó en una obra ajena en Broadway y ese mismo año estrenó una propia en Massachusetts, cuyo éxito propició su traslado a Broadway el año siguiente, donde estrenó una segunda. Hollywood se interesó por el nuevo dramaturgo y antes de que finalizase 1929, Sturges ya estaba escribiendo para los estudios Paramount. Después lo hizo también para Universal, MGM, Columbia y Fox. Así transcurrió una década hasta que, cansado de no poder controlar lo que otros hacían con sus guiones, decidió pasar a la dirección, debutando en ella con producciones modestas como El gran McGinty (1940), sátira política protagonizada por Brian Donlevy cuyo guión había vendido a Paramount por sólo 10 $ a condición de que le permitieran dirigirla, y por la que ganó su único Oscar como guionista, y Navidades en julio (1940), comedia con Dick Powell y Ellen Drew por la que el estudio subió su salario como guionista a 6.000 $.
Con su tercera película consiguió la primera de sus obra maestras, Las tres noches de Eva (1941), irresistible comedia sofisticada con Barbara Stanwyck, Henry Fonda y Charles Coburn, cuya mayor parte de la trama acaece en un trasatlántico de lujo. No lo bastante valorada en su día, es hoy uno de los grandes clásicos del género, al igual que sus dos siguientes títulos: Los viajes de Sullivan (1941), comedia satírica itinerante de autodescubrimiento, con Joel McCrea y Veronica Lake, y Un marido rico (1942), lujosa y sofisticada comedia de enredo con Claudette Colbert, Joel McCrea, Mary Astor y Rudy Vallée.
Filmada en 1942, El milagro de Morgan Creek (1944), comedia con Eddie Bracken y Betty Hutton, obtuvo un gran éxito comercial y Sturges una segunda nominación al Oscar como guionista. Asímismo fue candidato al Oscar al mejor guión una tercera vez por Salve, héroe victorioso (1944), sátira militar con Eddie Bracken y Ella Raines. En el mismo año se estrenó El gran momento (1944), biopic sobre W.T. Morton, el descubridor del éter como anestesia, con Joel McCrea y Betty Field, rodada en 1942.
Ya fuera de Paramount, sus siguientes peliculas fueron El pecado de Harold Diddlebock (1947), ingeniosa comedia que recuperó a Harold Lloyd, Infielmente tuyo (1948), comedia con Rex Harrison, Linda Darnell, Rudy Vallée y Barbara Lawrence, y The beautiful blonde from Bashful Bend (1949), western cómico con Betty Grable, César Romero, Rudy Vallée y Olga San Juan. La pobre acogida de estos films determinó que Sturges abandonase Hollywood. Comenzaban allí los años negros de la represión del senador Joseph McCarthy, y el director optó primero por volver al teatro, donde no reverdeció laureles, y más tarde por exiliarse en Europa. En esos años tuvo crecientes problemas con el alcohol. En París dirigió su última película, Los carnets del Mayor Thompson (1955), comedia con Martine Carol y Jack Buchanan que tuvo éxito en Francia pero no en los Estados Unidos.
Preston Sturges se casó en cuatro ocasiones. Sus esposas fueron: Estelle deWolfe Mudge (1923-1928), matrimonio que acabó en divorcio; Eleanor Close Hutton (1930-1932), matrimonio anulado; Louise Sargent Tevis (1938-1947), con la que tuvo un hijo y de la que también se divorció; y Anne Margaret Nagle (1951-1959), madre de su segundo y tercer hijos y a la postre, su viuda. El cineasta falleció a los 60 años de un ataque al corazón.

 

domingo, 28 de agosto de 2016

Johann Wolfgang von Goethe (Frankfurt-am-Main, Sacro Imperio Romano Germánico, 28-8-1749 / Weimar, Turingia, Reino de Prusia, 22-3-1832): In memoriam

PRECURSOR DEL ROMANTICISMO

Hoy es aniversario natal del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe. Entre la multitud de actividades que desarrolló a lo largo de su vida, destacan su labor como poeta, novelista, dramaturgo y científico. Precursor del Romanticismo alemán, sus personajes más célebres, Werther y Fausto, son clásicos de la literatura universal. En su obra se podían reflejar las pasiones más desatadas pero él vivió toda su vida como un gran burgués sin permitir que sus deseos le llevaran al abismo adonde iban a parar algunos de sus personajes más conocidos. Su influencia en la cultura posterior es inconmensurable.
Johann Wolfgang von Goethe era hijo de un abogado y funcionario del gobierno que se retiró de la vida pública y educó a sus cuatro hijos él mismo. De éstos sólo Johann y su hermana Cornelia, un año menor, llegaron a edad adulta. Dotado de una fabulosa inteligencia y de un ejemplar equilibrio espiritual -conseguido mediante una rigurosa disciplina-, Goethe habría de convertirse en vida en el paradigma de un cierto ideal europeo basado en la cultura y en la curiosidad universal.
Empezó por estudiar lenguas e interesarse por el arte y en 1765 inició estudios de Derecho en Leipzig, aunque una enfermedad le obligó a regresar a Frankfurt tres años después. Entre sus obras iniciales se encuentran una comedia en verso de un acto, El capricho del enamorado (1767), y una tragedia en verso, Los cómplices (1768). Katharina von Klettenberg, una amiga de su madre, le introdujo en el misticismo espiritual y así Goethe estudió ocultismo, astrología y alquimia. Una vez recuperada la salud, en 1770 se trasladó a Estrasburgo para proseguir sus estudios, que concluyó al año siguiente. Fue éste un período decisivo, ya que en él se produjo un cambio radical en su orientación poética. Frecuentó los círculos literarios y artísticos del Sturm und Drang (Tempestad e ímpetu), germen del primer Romanticismo y conoció a Johann Gottfried von Herder, quien lo invitó a descubrir a Homero, Ossian, Shakespeare y la poesía popular. Fruto de estas influencias escribió varias obras que iniciaban una nueva poética, entre ellas Canciones de Sesenheim (1771), poesías líricas de tono sencillo y espontáneo, y Sobre la arquitectura alemana (1773), himno en prosa dedicado al arquitecto de la catedral de Estrasburgo, que inaugura el culto al genio.
De vuelta en Frankfurt, durante cuatro años ejerció como abogado con su padre y, además, profundizó en los estudios de música, arte, anatomía y química. También estrenó el drama Godofredo de Berlichingen (1773), inspirado en Shakespeare. Un año después publicó su famosa novela, en parte epistolar, Penas del joven Werther (1774), concebida ya a mediados de 1772 al trasladarse a Wetzlar, sede del Tribunal Imperial, como practicante de abogado de su tribunal y al enamorarse sin esperanza de la inspiradora del principal personaje femenino: Charlotte Buff, la novia y prometida de un colega. El libro tuvo un éxito tan grande y representó tan bien en la figura del protagonista el desencanto de las jóvenes generaciones, que suscitó una epidemia de suicidios adolescentes en el país y constituyó la novela paradigmática del nuevo movimiento que estaba naciendo en Alemania, el Romanticismo. Apuntó ya las claves que se repitieron en el Romanticismo alemán, como el culto a la naturaleza, el apasionamiento o la búsqueda de una vida ideal aunque indefinida. Ese mismo año publicó también la tragedia en cinco actos Clavijo (1774), escribió el poema Prometeo (1774) e inició la composición de su obra más ambiciosa, Fausto, en la que trabajaría hasta su muerte. Aún en Frankfurt, anunció su compromiso matrimonial con Lili Schönemann, aunque rompió el noviazgo dos años más tarde. Tras publicar el drama Stella (1775), aceptó el puesto de consejero del duque Carlos Augusto y se trasladó a Weimar, donde estableció definitivamente su residencia desde 1775 hasta su muerte.
Empezó entonces una brillante carrera política (llegó a ser ministro de Finanzas en 1782), al tiempo que se interesaba también por la investigación científica, estudiando mineralogía, geología y osteología. Escribió poco durante los primeros diez años de su estancia en Weimar, si se exceptúan algunos magníficos poemas entre los que se encuentran la lírica Canción nocturna del caminante (1776-1780) y la balada El rey de los elfos (1782). La actividad política y su amistad con una dama de la corte, Charlotte von Stein, influyeron en una nueva evolución literaria que le llevó a escribir obras más clásicas y serenas, abandonando los postulados individualistas y románticos del Sturm und Drang. En 1783 ingresó en la logia masónica Amalia. 
En 1786 abandonó Weimar y la corte para realizar su sueño de juventud, viajar a Italia, el país donde mejor podía explorar su fascinación por el mundo clásico. De nuevo en Weimar, tras pasar dos años en Roma, publicó algunas de sus obras más famosas, como los dramas Ifigenia en Táuride (1787), Egmont (1788), La selva negra (1789) y Torquato Tasso (1790). En ese tiempo se ganó la enemistad de algunos círculos de la Corte por vivir en concubinato con una joven, Christiane Vulpius, que en 1789 le dio un hijo, que no reconoció legalmente hasta 1800, mientras que se resistió a casarse con ella hasta 1806. Entre 1792 y 1793 siguió al duque en las batallas prusianas contra Francia, experiencia que recogería en Campaña de Francia (1822). Finalmente sus obligaciones con el duque cesaron (tan sólo quedó a cargo de la dirección del teatro de Weimar hasta 1813), y se dedicó casi por entero a la literatura y a la redacción de obras científicas. En 1794, entabló una fecunda amistad con Schiller, con años de rica colaboración entre ambos. Las principales producciones fueron contribuciones al periódico de Schiller, Las horas, que incluyeron Elegías romanas (1795), una serie de tiernos poemas amorosos, Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796), novela de formación que influiría notablemente en la literatura alemana posterior, y el idilio épico en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller animó también a Goethe para que volviera a trabajar en Fausto, poema coral cuya primera parte fue publicada en 1807. En ésta, su obra capital, la recreación del mito literario del pacto del sabio con el diablo sirve a una amplia alegoría de la humanidad, en la cual se refleja la transición del autor desde el Romanticismo hasta el personal clasicismo de su última etapa.
De sus escritos de madurez destacan Las afinidades electivas (1809), novela psicológica sobre la vida conyugal, Poesía y verdad (1811), la primera parte de su autobiografía, Viajes italianos (1816), un relato de su viaje por Italia, y Diván de Oriente y Occidente (1819), colección de poemas que intentan el maridaje del Este y el Oeste. Postumamente se publicó la segunda parte de Fausto (1932), así como la segunda parte de su autobiografía Poesía y verdad (1833).
Goethe falleció de un infarto agudo de miocardio a los 82 años. Se ha dicho de él que fue el último hombre del Renacimiento porque la amplitud de sus conocimientos y la variedad de sus intereses lo emparentaron con figuras como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel, por citar a dos genios absolutos y polifacéticos. El legado manuscrito del escritor y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe forma parte desde 2002 del Patrimonio de la Memoria del Mundo de la UNESCO.


sábado, 27 de agosto de 2016

Cesária Évora - Amor di mundo

CESÁRIA ÉVORA (Mindelo, Cabo Verde, 27-8-1941 / Sâo Vicente, Cabo Verde, 17-12-2011): IN MEMORIAM

Hoy se cumplen 75 años del nacimiento de la cantante caboverdiana Cesária Évora, conocida como la 'Diva Descalza', por su costumbre de actuar sin zapatos. De familia muy pobre, era hija de un músico y una cocinera. Perdió a su padre a los siete años y a los diez, su madre, por no poder atender a sus seis hijos, la internó en un orfelinato, en cuya coral aprendió a cantar. A los dieciséis comenzó a actuar en portugués en su tierra natal en bares y cafés y luego en la radio, pero no fue hasta que en 1985 se presentó en Portugal, cuando su carrera internacional despegó. En París grabó su primer álbum "Cesária" (1987), al que siguieron "La diva aux pieds nus" (1988), "Distino di Belita" (1990), "Mar azul" (1991) y "Miss Perfumado" (1992). Para entonces ya era una figura internacional que había difundido por doquier los géneros tradicionales de mornas y coladeiras, autóctonos de sus país. Nuevas grabaciones incrementaron su popularidad año tras año y por "Voz d'amor" (2003) ganó el premio Grammy al mejor álbum contemporáneo de world music. En 2009 fue nombrada Caballero de la Legión de Honor francesa. Tras un ataque cardiaco en mayo de 2010 fue sometida a una operación a corazón abierto y a finales de 2011 murió a los 70 años de un fallo respiratorio e hipertensión. En Cabo Verde se decretaron tres días de duelo nacional.

 


Amor di mundo es una coladeira escrita por Teófilo Chantre que apareció contenida en el álbum "Café Atlántico" (1999) de Cesária Évora. En el video se puede observar la interpretación con semblante fatigado que la cantante africana hizo de ese tema en un concierto en Sâo Paulo en 2010, un año antes de fallecer.

viernes, 26 de agosto de 2016

Vintage delights (LVIII)

Dean Martin & Jerry Lewis

Joel Grey

Eleanor Parker

Elizabeth Taylor

Betty Hutton

Cliff Richard

Ryan O'Neal

Rosalind Russell

Gloria Stuart

Jeanette MacDonald

Jack Lemmon

Luise Rainer

Carole Landis

Marlene Dietrich

Marilyn Monroe

Ann Miller

Ginger Rogers

Ann Todd

Ronald Colman

Bette Davis

Rock Hudson

Errol Flynn

Kim Novak

Joan Fontaine


Kay Francis (Oklahoma City, Oklahoma, US, 13-1-1905 / New York City, New York, US, 26-8-1968): In memoriam

LA ESTRELLA MÁS ALTA DE LOS AÑOS 30

Hoy se cumplen cuarenta y ocho años del fallecimiento de la actriz estadounidense Kay Francis, la mayor de las 'estrellas olvidadas' de la era dorada de Hollywood. Belleza morena de cabello oscuro, ojos claros e inusualmente elevada estatura, la elegancia de su aspecto la predisponía a personajes de mujer peligrosa. Cuando pasó de Paramount a Warner se le adjudicaron papeles en comedias sofisticadas o suntuosos melodramas concebidos expresamente para ella. Con el apelativo de 'Reina de Warner Brothers', durante gran parte de los años 30 su popularidad fue enorme (baste señalar que hasta 1937 fue, tras Shirley Temple, la estrella que más portadas de revistas acaparó en su país o que en 1935 su salario era de 115.000 $ mientras que el de Bette Davis era de 18.000 $). No obstante, fue en Un ladrón en la alcoba, producción de Ernst Lubitsch en Paramount, donde se mostró más como era: escultural, aristocrática, distante, pero muy bella. En los años 40 su carrera fue declinando hasta su retiro definitivo del cine en 1946.
Katherine Edwina Gibbs era hija de una actriz y un hombre de negocios que dejó a su familia cuando la pequeña tenía cuatro años. El ambiente teatral en que Kay creció fue determinante para que su futuro estuviese encaminado hacia la interpretación. Después de trabajar en una agencia inmobiliaria como secretaria y casarse por primera vez,  tomando el apellido Francis de su marido, en 1925 hizo su debut teatral en Broadway. Ello supuso el punto de arranque para su llegada a Hollywood a finales de la década en los inicios del cine sonoro, momento en que fue contratada por Paramount, apareciendo por primera vez en la pantalla en Los cuatro cocos (1929), la delirante primera comedia de los Hermanos Marx.
Pronto se convirtió en objeto de atención del público y entre 1929 y 1931 apareció en 21 films, entre ellos: Curvas peligrosas (1929) de Lothar Mendes, un vehículo para Clara Bow, La calle del azar (1930) de John Cromwell, drama con William Powell y Jean Arthur, El acusador de sí mismo (1930) de John Cromwell, drama con William Powell, Raffles (1930) de George Fitzmaurice, comedia de intriga con Ronald Colman, Náufragos del amor (1930) de Leo McCarey, comedia musical con Jack Oakie y Jeanette MacDonald, Flor del mal (1930) de William C. de Mille, drama con Charles Bickford, Un reportaje sensacional (1931) de John Cromwell, drama con George Bancroft, El gigoló (1931) de Lothar Mendes, drama con William Powell y Carole Lombard, Transgresión (1931) de Herbert Brenon, drama con Paul Cavanagh y Ricardo Cortez, Manos culpables (1931) de W.S. Van Dyke, drama criminal con Lionel Barrymore y Madge Evans, 24 horas (1931) de Marion Gering, drama con Clive Brook, Miriam Hopkins y Regis Toomey, o Ilusión (1931) de Stuart Walker, drama con William Boyd.
Ya toda una estrella, llegó a convertirse en la primera figura femenina de Warner Brothers, estudio que le había prometido mejores papeles y en el que durante varios años percibió el mayor salario cobrado por una actriz en Hollywood. Así protagonizó títulos como Diplomacia femenina (1932) de William Dieterle, comedia dramática con David Manners y Una Merkel, Viaje de ida (1932) de Tay Garnett, drama romántico con William Powell, Un ladrón en la alcoba (1932) de Ernst Lubitsch, brillante comedia con Miriam Hopkins y Herbert Marshall en un breve retorno a Paramount que le supuso intervenir en la mejor película de su carrera, Su único pecado (1932) de King Vidor, melodrama para Samuel Goldwyn con Ronald Colman, La mundana (1933) de Michael Curtiz, comedia romántica con George Brent, Tempestad al amanecer (1933) de Richard Boleslawski, drama romántico ambientado en la Primera Guerra mundial con Nils Asther y Walter Huston, La herencia (1933) de Robert Florey, drama histórico con Ricardo Cortez y Gene Raymond, Mandalay (1934) de Michael Curtiz, drama con Ricardo Cortez, Warner Oland y Lyle Talbot, Wonder Bar (1934) de Lloyd Bacon, musical con Al Jolson y Dolores del Río, El agente británico (1934) de Michael Curtiz, drama de espionaje con Leslie Howard, La vida es sabrosa (1935) de Frank Borzage, drama romántico con Warren William y George Brent, Su primer beso (1935) de Frank Borzage, drama romántico con George Brent, Su vida privada (1935) de Mervyn LeRoy, drama con Ian Hunter y Paul Lukas, El ángel blanco (1936) de William Dieterle, drama biográfico con Ian Hunter donde interpretó a la enfermera Florence Nightingale, Otro amanecer (1937) de William Dieterle, melodrama basado en una obra de Somerset Maugham, con Errol Flynn, o El rey del hampa (1939) de Lewis Seiler, drama criminal con Humphrey Bogart.
El ascenso de Bette Davis en Warner Bros. la había ido relegando a los papeles que ésta rechazaba, lo que originó el inicio del declive de la carrera de Francis. De hecho, en 1938 había sido incluida en la famosa lista de estrellas que los exhibidores consideraron 'veneno para la taquilla', en la que también figuraban Greta Garbo, Marlene Dietrich, Mae West, Joan Crawford, Norma Shearer, Luise Rainer, John Barrymore, Dolores del Río, Katharine Hepburn, Edward Arnold y Fred Astaire, pues sus altos salarios hacían que las películas en las que aparecían no fuesen rentables. Después de dejar Warner al año siguiente, Francis pudo ser vista en producciones de otros estudios como Dos mujeres y un amor (1939) de John Cromwell, melodrama con Cary Grant y Carole Lombard, Esta es la fecha (1940) de William A. Seiter, musical con Deanna Durbin y Walter Pidgeon, Sendas siniestras (1940) de George Marshall, western con Randolph Scott, Hombrecitos 1940) de Norman Z. McLeod, adaptación de una novela de Louisa May Alcott, con Jack Oakie y George Bancroft, El hombre que se perdió a sí mismo (1941) de Edward Ludwig, comedia con Brian Aherne, La tía de Carlos (1941) de Archie Mayo, comedia según la obra de Brandon Thomas, con Jack Benny y James Ellison, Huellas femeninas (1941) de W.S. Van Dyke, comedia con Rosalind Russell y Don Ameche, Siempre en mi corazón (1942) de Jo Graham, drama con Walter Huston y Gloria Warren que la devolvió momentaneamente a Warner, Entre nosotras (1942) de Henry Koster, comedia con Diana Barrymore y Robert Cummings, y otras producciones menores. Durante la II Guerra Mundial participó en giras para entretener a las tropas estadounidenses. Se despidió del cine con Se necesita mujer (1946) de Phil Karlson, drama criminal con Paul Cavanagh y Robert Shayne. Encontrándose sin trabajo en Hollywood, volvió al teatro por un corto periodo, pues a su mala salud se añadió en 1948 un accidente al quemarse con un radiador, lo que precipitó su retiro del mundo del espectáculo.
Kay Francis se casó y divorció cinco veces. Su maridos fueron James Dwight Francis, William Gaston, Kenneth MacKenna, Eric Barnekow y John Meehan. No tuvo hijos. Diagnosticada de cáncer de mama en 1966, falleció dos años después cuando tenía 63.