domingo, 28 de agosto de 2016

Johann Wolfgang von Goethe (Frankfurt-am-Main, Sacro Imperio Romano Germánico, 28-8-1749 / Weimar, Turingia, Reino de Prusia, 22-3-1832): In memoriam

PRECURSOR DEL ROMANTICISMO

Hoy es aniversario natal del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe. Entre la multitud de actividades que desarrolló a lo largo de su vida, destacan su labor como poeta, novelista, dramaturgo y científico. Precursor del Romanticismo alemán, sus personajes más célebres, Werther y Fausto, son clásicos de la literatura universal. En su obra se podían reflejar las pasiones más desatadas pero él vivió toda su vida como un gran burgués sin permitir que sus deseos le llevaran al abismo adonde iban a parar algunos de sus personajes más conocidos. Su influencia en la cultura posterior es inconmensurable.
Johann Wolfgang von Goethe era hijo de un abogado y funcionario del gobierno que se retiró de la vida pública y educó a sus cuatro hijos él mismo. De éstos sólo Johann y su hermana Cornelia, un año menor, llegaron a edad adulta. Dotado de una fabulosa inteligencia y de un ejemplar equilibrio espiritual -conseguido mediante una rigurosa disciplina-, Goethe habría de convertirse en vida en el paradigma de un cierto ideal europeo basado en la cultura y en la curiosidad universal.
Empezó por estudiar lenguas e interesarse por el arte y en 1765 inició estudios de Derecho en Leipzig, aunque una enfermedad le obligó a regresar a Frankfurt tres años después. Entre sus obras iniciales se encuentran una comedia en verso de un acto, El capricho del enamorado (1767), y una tragedia en verso, Los cómplices (1768). Katharina von Klettenberg, una amiga de su madre, le introdujo en el misticismo espiritual y así Goethe estudió ocultismo, astrología y alquimia. Una vez recuperada la salud, en 1770 se trasladó a Estrasburgo para proseguir sus estudios, que concluyó al año siguiente. Fue éste un período decisivo, ya que en él se produjo un cambio radical en su orientación poética. Frecuentó los círculos literarios y artísticos del Sturm und Drang (Tempestad e ímpetu), germen del primer Romanticismo y conoció a Johann Gottfried von Herder, quien lo invitó a descubrir a Homero, Ossian, Shakespeare y la poesía popular. Fruto de estas influencias escribió varias obras que iniciaban una nueva poética, entre ellas Canciones de Sesenheim (1771), poesías líricas de tono sencillo y espontáneo, y Sobre la arquitectura alemana (1773), himno en prosa dedicado al arquitecto de la catedral de Estrasburgo, que inaugura el culto al genio.
De vuelta en Frankfurt, durante cuatro años ejerció como abogado con su padre y, además, profundizó en los estudios de música, arte, anatomía y química. También estrenó el drama Godofredo de Berlichingen (1773), inspirado en Shakespeare. Un año después publicó su famosa novela, en parte epistolar, Penas del joven Werther (1774), concebida ya a mediados de 1772 al trasladarse a Wetzlar, sede del Tribunal Imperial, como practicante de abogado de su tribunal y al enamorarse sin esperanza de la inspiradora del principal personaje femenino: Charlotte Buff, la novia y prometida de un colega. El libro tuvo un éxito tan grande y representó tan bien en la figura del protagonista el desencanto de las jóvenes generaciones, que suscitó una epidemia de suicidios adolescentes en el país y constituyó la novela paradigmática del nuevo movimiento que estaba naciendo en Alemania, el Romanticismo. Apuntó ya las claves que se repitieron en el Romanticismo alemán, como el culto a la naturaleza, el apasionamiento o la búsqueda de una vida ideal aunque indefinida. Ese mismo año publicó también la tragedia en cinco actos Clavijo (1774), escribió el poema Prometeo (1774) e inició la composición de su obra más ambiciosa, Fausto, en la que trabajaría hasta su muerte. Aún en Frankfurt, anunció su compromiso matrimonial con Lili Schönemann, aunque rompió el noviazgo dos años más tarde. Tras publicar el drama Stella (1775), aceptó el puesto de consejero del duque Carlos Augusto y se trasladó a Weimar, donde estableció definitivamente su residencia desde 1775 hasta su muerte.
Empezó entonces una brillante carrera política (llegó a ser ministro de Finanzas en 1782), al tiempo que se interesaba también por la investigación científica, estudiando mineralogía, geología y osteología. Escribió poco durante los primeros diez años de su estancia en Weimar, si se exceptúan algunos magníficos poemas entre los que se encuentran la lírica Canción nocturna del caminante (1776-1780) y la balada El rey de los elfos (1782). La actividad política y su amistad con una dama de la corte, Charlotte von Stein, influyeron en una nueva evolución literaria que le llevó a escribir obras más clásicas y serenas, abandonando los postulados individualistas y románticos del Sturm und Drang. En 1783 ingresó en la logia masónica Amalia. 
En 1786 abandonó Weimar y la corte para realizar su sueño de juventud, viajar a Italia, el país donde mejor podía explorar su fascinación por el mundo clásico. De nuevo en Weimar, tras pasar dos años en Roma, publicó algunas de sus obras más famosas, como los dramas Ifigenia en Táuride (1787), Egmont (1788), La selva negra (1789) y Torquato Tasso (1790). En ese tiempo se ganó la enemistad de algunos círculos de la Corte por vivir en concubinato con una joven, Christiane Vulpius, que en 1789 le dio un hijo, que no reconoció legalmente hasta 1800, mientras que se resistió a casarse con ella hasta 1806. Entre 1792 y 1793 siguió al duque en las batallas prusianas contra Francia, experiencia que recogería en Campaña de Francia (1822). Finalmente sus obligaciones con el duque cesaron (tan sólo quedó a cargo de la dirección del teatro de Weimar hasta 1813), y se dedicó casi por entero a la literatura y a la redacción de obras científicas. En 1794, entabló una fecunda amistad con Schiller, con años de rica colaboración entre ambos. Las principales producciones fueron contribuciones al periódico de Schiller, Las horas, que incluyeron Elegías romanas (1795), una serie de tiernos poemas amorosos, Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796), novela de formación que influiría notablemente en la literatura alemana posterior, y el idilio épico en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller animó también a Goethe para que volviera a trabajar en Fausto, poema coral cuya primera parte fue publicada en 1807. En ésta, su obra capital, la recreación del mito literario del pacto del sabio con el diablo sirve a una amplia alegoría de la humanidad, en la cual se refleja la transición del autor desde el Romanticismo hasta el personal clasicismo de su última etapa.
De sus escritos de madurez destacan Las afinidades electivas (1809), novela psicológica sobre la vida conyugal, Poesía y verdad (1811), la primera parte de su autobiografía, Viajes italianos (1816), un relato de su viaje por Italia, y Diván de Oriente y Occidente (1819), colección de poemas que intentan el maridaje del Este y el Oeste. Postumamente se publicó la segunda parte de Fausto (1932), así como la segunda parte de su autobiografía Poesía y verdad (1833).
Goethe falleció de un infarto agudo de miocardio a los 82 años. Se ha dicho de él que fue el último hombre del Renacimiento porque la amplitud de sus conocimientos y la variedad de sus intereses lo emparentaron con figuras como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel, por citar a dos genios absolutos y polifacéticos. El legado manuscrito del escritor y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe forma parte desde 2002 del Patrimonio de la Memoria del Mundo de la UNESCO.


No hay comentarios:

Publicar un comentario