viernes, 15 de julio de 2016

William Dieterle (Ludwigshafen, Imperio Alemán, 15-7-1893 / Ottobrunn, Alemania Occidental, 9-12-1972): In memoriam

LAS POSIBILIDADES DE LA IMAGEN

Hoy es aniversario natal del director cinematográfico germano-estadounidense William Dieterle. En los años 20 fue actor y director en su país, y en los 30 uno de los talentos que abandonaron la convulsa Europa para trabajar en los Estados Unidos, país del que adoptó la ciudadanía en 1937. Instalado en Hollywood, en su extensa filmografía, destacó como un magnífico artesano de gran solvencia narrativa y excelente consecución atmosférica con apuntes líricos, especializándose en historias biográficas y adaptaciones literarias, en las que unió con rigor y elegancia su vena imaginativa y novelesca a su compromiso progresista y demócrata.
Wilhelm Dieterle, el menor de los nueve hijos de una modesta familia obrera judía, mostró desde pequeño un gran interés por el estudio de la historia y por el arte dramático. Con objeto de poder costearse sus estudios en ambas materias, trabajó durante un tiempo en oficios como carpintería y chatarrería para acabar uniendose a una compañía de teatro itinerante. Su buen aspecto, modales y ambición le hicieron ir destacando en la profesión de actor hasta que en 1919 atrajo la atención del famoso director teatral Max Reinhardt, que lo presentó en Berlín un año después. Ambos trabaron amistad y colaboraron en diversas producciones escénicas hasta 1924. En el cine Dieterle debutó como actor en 1921 y se estrenó en la dirección con Un hombre al borde del camino (1923), que además escribió y protagonizó y en la que participaba una joven y casi desconocida Marlene Dietrich. El film apenas obtuvo repercusión y Dieterle continuó actuando en películas ajenas de los más importantes directores expresionistas, como Carl Froelich, Paul Leni, Richard Oswald o F.W. Murnau. Cinco años más tarde volvió a dirigir e interpretar títulos que destacaron por su audacia tales como Cadenas (1928) o Luis II, Rey de Baviera (1929). 
A causa del empeoramiento de la situación política y económica en Alemania, Dieterle, como otros tantos profesionales del cine, emigró a los Estados Unidos en 1930. Con el nombre americanizado de William Dieterle firmó un contrato con Warner Bros., estudio que buscaba talentos europeos con experiencia en el teatro para acometer films sonoros, una novedad tecnológica que ellos mismos se habían encargado de lanzar al mercado con gran aparato publicitario. La primera película que dirigió allí fue El último vuelo (1931), melodrama bélico protagonizado por Richard Barthelmess. Siguieron títulos como Su Majestad el amor (1931), musical con Marilyn Miller, Diplomacia femenina (1932), comedia romántica con Kay Francis y David Manners, Seis horas de vida (1932), drama de ciencia-ficción con Warner Baxter, Hombre de leyes (1932), drama con William Powell y Joan Blondell, La gran jugada (1933), comedia con Paul Lukas y Loretta Young, Adorable (1933), comedia musical con Janet Gaynor, El diablo se divierte (1933), drama con Victor Jory y Loretta Young, Niebla sobre San Francisco (1934), thriller con  Bette Davis y Donald Woods, El altar de la moda (1934), comedia musical con William Powell y Bette Davis, o La novia secreta (1934), drama con Barbara Stanwyck y Warren William.
Madame Du Barry (1934), primero de una serie posterior de películas históricas, señaló su ascenso a la categoría de director estrella de la Warner. Esa circunstancia, unida a su antigua relación de amistad con Max Reinhardt, le hizo convertirse en el supervisor de una primorosa extravaganza, El sueño de una noche de verano (1935), adaptación del clásico de William Shakespeare a cargo del mentor de Dieterle que, aunque no tuvo el éxito esperado, fue nominada al Oscar como mejor película. Otras producciones que dirigió fueron El doctor Sócrates (1935), drama criminal con Paul Muni y Ann Dvorak, La tragedia de Louis Pasteur (1935), drama biográfico sobre el científico francés que estaba encarnado por Paul Muni (quien ganaría el Oscar por su actuación) y que le valió una nueva nominación de la Academia como mejor film del año, El ángel blanco (1936), drama biográfico sobre Florence Nightingale, pionera de la enfermería encarnada por Kay Francis, Otro amanecer (1937), melodrama con Kay Francis y Errol Flynn, La vida de Emile Zola (1938), recreación de la vida del famoso escritor francés que incide especialmente en su participación en el famoso Caso Dreyfuss, con el protagonismo de nuevo de Paul Muni, que sería finalmente elegida por la Academia de Hollywood como mejor película, valiéndole también a Dieterle su única nominación al Oscar como mejor director, Bloqueo (1938), drama ambientado en la Guerra Civil Española que tomaba claro partido por el bando republicano (caso único en Hollywood), con Madeleine Carroll y Henry Fonda, Juarez (1939), drama histórico sobre la instauración de la monarquía en México en el que Paul Muni, Bette Davis y Brian Aherne interpretaron respectivamente a Benito Juárez, la emperatriz Carlota y el emperador Maximiliano I, La bala mágica (1940), historia del doctor Paul Ehrlich, premio Nobel de Medicina que descubrió el tratamiento contra la sífilis, personificado por Edward G. Robinson, o La vida de Reuter (1940), biografía del creador de la primera agencia de información, también con el protagonismo de Edward G. Robinson.
Ya fuera de Warner firmó Esmeralda la zíngara (1939), adaptación de "El jorobado de Notre Dame" de Victor Hugo con Charles Laughton, Cedric Hardwicke, Thomas Mitchell y Maureen O'Hara, El hombre que vendió su alma (1941), relato mágico en el que un diablo (Walter Huston) ofrece el ascenso social a cambio de su alma a un granjero (James Craig), quien al darse cuenta de su error recurre a un congresista y orador (Edward Arnold), Tennessee Johnson (1942), drama biográfico sobre el presidente norteamericano que sucedió a Lincoln, con Van Heflin, Lionel Barrymore y Ruth Hussey, El príncipe mendigo (1943), fantasía de aventuras con Ronald Colman y Marlene Dietrich, Te volveré a ver (1944), drama romántico con Ginger Rogers, Joseph Cotten y Shirley Temple, Cartas a mi amada (1945), drama romántico con Jennifer Jones y Joseph Cotten, o Como te quise te quiero (1945), drama basado en una obra de Pirandello, con Merle Oberon, Claude Rains, Charles Korvin.
Jennie (1948), la obra maestra de Dieterle, sorprendente y etérea fantasía romántica basada en una novela de Robert Nathan, con Jennifer Jones y Joseph Cotten, que cautiva por su fuerza y su lirismo, pasó a formar parte de la mítica de Hollywood. Su complejo rodaje, a causa de las exigencias del productor David O. Selznick, precisó nueve meses de filmación donde todo fue reescrito o retocado una y otra vez para una película cuyo disparatado coste resultó imposible de amortizar en las taquillas. Con todo, esta obra admirada por los intelectuales europeos y muy especialmente por los surrealistas (Luis Buñuel no dudaría en catalogarla como una de las diez películas más bellas del mundo) supo mezclar de forma poética sueño y realidad, otorgándole a sus imágenes un hermoso carácter de cuento mágico donde la muerte es vencida por el auténtico amor. Este monumento a la pasión amorosa cerró el ciclo triunfal de Dieterle en la Meca del Cine.
A partir de ese momento y con la llegada del macarthismo -estuvo política y socialmente comprometido con los tiempos que le tocó vivir, lo que derivó en presiones a su persona, aunque su nombre nunca figuró en las listas negras- su filmografía se incrementó con productos más comerciales no exentos de interés: Soga de arena (1949), noir de aventuras con  Burt Lancaster, Paul Henreid, Claude Rains, Peter Lorre, Corinne Calvet, Amargo desquite (1950), drama con Robert Cummings, Lizabeth Scott y Diana Lynn, Vulcano (1950) drama de producción italiana, con Anna Magnani, Rossano Brazzi y Geraldine Brooks, Idilio en septiembre (1950), drama romántico con Joan Fontaine y Joseph Cotten, Ciudad en sombras (1950), noir con Charlton Heston, Lizabeth Scott y Viveca Lindfors, Pekín (1951), thriller de aventuras con Joseph Cotten, Corinne Calvet y Edmund Gwenn, Sólo una bandera (1951), western istórico con Alan Ladd, Lizabeth Scott, Arthur Kennedy y John Ireland, El tramposo (1952), drama con William Holden, Un hombre acusa (1952), noir con William Holden, Edmond O'Brien, Alexis Smith, Salomé (1953), drama bíblico con Rita Hayworth, Stewart Granger y Charles Laughton, La senda de los elefantes (1954), drama de aventuras en Ceilán con Elizabeth Taylor, Dana Andrews, Peter Finch, Fuego mágico (1955), drama biográfico sobre el compositor Richard Wagner, con Yvonne De Carlo, Carlos Thompson y Alan Badel, y Omar Khayyam (1957), biopic sobre el poeta y matemático persa medieval, con Cornel Wilde, Michael Rennie, Debra Paget, John Derek y Raymond Massey. Tras varios films en Europa, volvió a Hollywood para rodar su última película, La confesión (1964), comedia dramática con Ray Milland, Ginger Rogers, Barbara Eden y  Elliott Gould.
William Dieterle se casó en 1921 con la actriz y escritora Charlotte Hagenbruch, de la que enviudó en 1968. Después se casó con la diseñadora de vestuario Elisabeth Daum. El director falleció a los 79 años.  


1 comentario:

  1. Buenísima síntesis y aquí me entero que ví muchísimas de sus películas.

    ResponderEliminar