martes, 28 de junio de 2016

Luigi Pirandello (Agrigento, Sicilia, Italia, 28-6-1867 / Roma, Italia, 10-12-1936): In memoriam

INNOVADOR DEL TEATRO

Hoy es aniversario natal del escritor italiano Luigi Pirandello. Dramaturgo, novelista, autor de relatos cortos y poeta, es conocido, sobre todo, por la primera de estas facetas. Heredero de Ibsen y del verismo italiano, precursor del existencialismo y del teatro del absurdo, fue un importante innovador de la técnica escénica y usó libremente la fantasía, liberando al teatro contemporáneo de convenciones anteriores y rompiendo el espacio escénico tradicional en diversos planos. Sus dramas de madurez reflejan un escepticismo radical y se sumergen en el problema de la identidad, de la inaprensible realidad y de la locura. Se le considera el dramaturgo italiano más importante del siglo XX y uno de los principales a escala mundial. En 1934 se le concedió el Premio Nobel de Literatura y sesenta años después se denominó a un asteroide con su nombre.
Hijo de un comerciante, estudió en las universidades de Palermo, Roma y Bonn. Tras graduarse en ésta última en 1891, regresó a Italia. En 1894 contrajo matrimonio con María Antonietta Portulano, hija de un socio rico de su padre, con la que tuvo a sus hijos Stefano (1895), Rosalia (1897) y Fausto (1899). Entre 1897 y 1922 ejerció como profesor de la cátedra de lengua italiana en un instituto femenino en Roma. Su mujer acabó enloqueciendo de celos por las amistades femeninas que Pirandello hizo en sus actividades académicas y hubo de ser internada en un centro psiquiátrico hasta el fin de sus días.
Su primer gran éxito literario llegó con su novela El difunto Matías Pascal (1904), que recogía muchos elementos biográficos del autor y fue traducida a varias lenguas. Después publicaría otras novelas de menor repercusión como La excluída (1908), Su marido (1911), Los viejos y los jóvenes (1913), Los cuadernos de Serafino Gubbio, operador o Se filma (1925) y Uno, ninguno y cien mil (1926). También cultivó la poesía entre 1889 y 1912. Asímismo escribió naraciones breves, reunidas bajo el título general Cuentos para un año (1933).
Escribió sus primeras obras teatrales en dialecto siciliano, entre ellas Liolà (1916). Ya en italiano, entre las principales obras de esta etapa figuran Así es (si así os parece) (1917), El juego de roles (1918) o El hombre, la bestia y la virtud (1919). Aun mal comprendida en su momento, Seis personajes en busca de autor (1921), consolida su madurez dramática y, con el tiempo se convierte en su obra más conocida internacionalmente. A partir de entonces Pirandello se concentró casi exclusivamente en escribir teatro, siendo sus obras subsiguientes más destacadas Enrique IV (1922), La vida que te dí (1923), Cada uno a su manera (1924), Como tu me deseas (1930) o No se sabe cómo (1935). 
Individualista a ultranza, si bien se declaraba apolítico, su acercamiento a Mussolini y el partido fascista italiano propició que en 1925 asumiese la dirección del Teatro d'Arte de Roma y que cuatro años después fuese nombrado miembro de la Academia de la Lengua de Italia. Más tarde se distanció del fascismo y en 1934 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura.
Las obras más sorprendentes de Pirandello son las teatrales, cuyos protagonistas suelen pertenecer a la clase media-baja. En estas obras se reflejan las ideas filosóficas del autor, como la existencia de un arraigado conflicto entre los instintos y la razón, que empuja a las personas a unas vida llena de grotescas incoherencias. Igualmente considera qaue las acciones concretas no son ni buenas ni malas en sí mismas, sino que lo son según el modo en que se las mire. Por último, cree que un individuo no posee una personalidad definida, sino muchas, dependiendo de cómo es juzgado por quienes entran en contacto con él. Sin fé en ninguno de los sistemas morales políticos o religiosos establecidos, los personajes pirandellianos encaran la realidad sólo por sí mismos y, al hacerlo, descubren que ellos mismos son inestables e inexplicables. Pirandello expresó su profundo pesimismo y su pesar por la condición confusa y sufriente de la humanidad a través del humor. Sin embargo, éste es singularmente macabro y desconcertante. La sonrisa que despierta procede más bien de lo embarazoso, y a veces amargo, que resulta reconocer los aspectos absurdos de la existencia. Fue un importante renovador de la técnica escénica e, ignorando los cánones del realismo, prefirió usar libremente la fantasía con el fin de crear el efecto que deseaba. Ejerció una gran influencia al liberar al teatro contemporáneo de las desgastadas convenciones que lo regían, y preparar el camino al pesimismo existencialista de Anouilh y Sartre, así como a las comedias absurdas de Ionesco y Beckett, y al teatro en verso, de carácter religioso, de Eliot.
Tras dos ataques cardiacos, enfermo de neumonía, Pirandello murió sólo en su casa romana a los 69 años. Aunque el régimen fascista habría querido organizarle exequias de estado, la última voluntad testamentaria del escritor decía: "Coche fúnebre de ínfima categoría, como los pobres. Desnudo. Que nadie me acompañe, ni parientes, ni amigos. Con el carro, el caballo y el cochero, basta. Quémenme". Así se hizo.

(Reseña a partir de la página El poder de la palabra)


1 comentario: