domingo, 13 de septiembre de 2015

Tribute to Jacqueline Bisset (Weybridge, Surrey, UK, 13-9-1944)

BELLEZA Y TALENTO SIN DEMASIADA SUERTE

La actriz británica Jacqueline Bisset cumple hoy 71 años. Su gran belleza y distinción le abrió las puertas del cine, desarrollando con buen hacer una carrera internacional que ya suma cincuenta años, pero en la que son escasos los títulos memorables y aun éstos sin demasiada repercusión popular en su mayoría. En 2010 el Presidente Sarkozy la premió con la Legión de Honor francesa.
Hija de un médico escocés y una abogada francesa, Winifred Jacqueline Fraser Bisset se educó en el Liceo Francés Charles De Gaulle en Londres. Cuando era adolescente, su madre fue diagnosticada de esclerosis múltiple. Jacqueline, para ayudar en la economía familiar, comenzó a trabajar como modelo a la vez que estudiaba interpretación. Su hermosa apariencia la convirtió en una de las modelos británicas más cotizadas de los años 60, hecho que le permitió su incorporación al mundo del cine y su debut en breves papeles en títulos como El Knack… y cómo conseguirlo (1965) de Richard Lester, Callejón sin salida (1966) de Roman Polanski, ¡Cáete muerta, cariño! (1966) de Ken Hugues, o Casino Royale (1967), parodia de los films de James Bond realizada por cinco directores. Poco después sus personajes fueron adquiriendo más entidad en películas como Dos en la carretera (1967) de Stanley Donen, o Intriga en la ciudad de El Cabo (1967) de Robert D. Webb, donde interpretó a su primera protagonista. Su gran oportunidad llegó al reemplazar a Mia Farrow en El detective (1968), drama policiaco protagonizado por Frank Sinatra y Lee Remick que obtuvo amplia repercusión. Después se estrenaron La playa (1968) de Harvey Hart, drama contracultural con Tony Franciosa y Michael Sarrazin, Bullitt (1968) de Peter Yates, thriller con Steve McQueen y Robert Vaughn que resultó un gran éxito, o La primera conquista (1969) de James Neilson, comedia juvenil sin estrellas.
En la década de los 70 fue consolidando su posición estelar en títulos como Aeropuerto (1970) de George Seaton, film de catástrofe aérea con reparto encabezado por Burt Lancaster, Dean Martin y Jean Seberg, cuyo tremendo éxito inauguró toda una serie de cintas similares en los años siguientes, Saltarina (1970) de Jerry Paris, drama erótico con Jim Brown y Joseph Cotten, donde interpretaba a una joven a la que continuos reveses del destino la llevan a ejercer la prostitución en Las Vegas, Salán mon amour (1971) de Paul Wendkos, film de terror con Alan Alda, Juegos íntimos (1971) de Philip Saville, drama erótico británico con Robert Powell, Shirley Knight y Per Oscarsson, El juez de la horca (1972) de John Huston, western protagonizado por Paul Newman, El ladrón que vino a cenar (1973) de Bud Yorkin, comedia de intriga con Ryan O'Neal. Aunque la tendencia de la época era considerarla poco más que un objeto decorativo, Jacqueline quiso demostrar sus aptitudes interpretativas con el transcurrir de su carrera y así obtuvo muy buenas críticas con el personaje de Julie Baker en La noche americana (1973) de François Truffaut, que ganó el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa. Después apareció junto a Jean-Paul Belmondo en Cómo destruir al más famoso agente secreto del mundo (1973) de Philippe de Broca, Asesinato en el Orient Express (1974) de Sidney Lumet, adaptación de una de las novelas más conocidas de Agatha Christie con un reparto multiestelar encabezado por Alber Finney, La escalera de caracol (1975) de Peter Collinson, mediocre remake del film de Siodmak de 1945, con Christopher Plummer y John Phillip Law, El puente sobre Estambul (1975) de Maximilian Schell, thriller alemán con Jon Voight, La mujer del domingo (1975) de Luigi Comencini, thriller italiano con Marcello Mastroianni y Jean-Louis Trintignant, El temerario Ives (1976) de J. Lee Thompson, thriller de acción con Charles Bronson, Abismo (1977) de Peter Yates, adaptación de una novela de Peter Benchley, con Robert Shaw y Nick Nolte, El griego de oro (1978) de J. Lee Thompson, drama inspirado en los amores entre Onassis y Jackie Kennedy, respectivamente interpretados por Anthony Quinn y Bisset, o Pero... ¿quién mata a los grandes chefs? (1978) de Ted Kotcheff, comedia con George Segal y Robert Morley.
Tras los grandes fracasos que supusieron El día del fin del mundo (1980) de James Goldstone, film de catástrofe volcánica con Paul Newman y William Holden, e Inchon (1981) de Terence Young, drama bélico con Laurence Olivier, por Ricas y famosas (1981), la última película que rodó George Cukor (remake de "Old acquaintance" (1941) de Vincent Sherman, con Bette Davis y Miriam Hopkins), con Candice Bergen como compañera de reparto, Bisset obtuvo las mejores críticas de toda su carrera, aunque el film no logró la repercusión que merecía. Siguieron Class (1983) de Lewis John Carlino, intrascendente comedia estudiantil con Rob Lowe, Andrew McCarthy y Cliff Robertson, Bajo el volcán (1984) de John Huston, interesante adaptación de la novela de Malcolm Lowry, con Albert Finney y Anthony Andrews, que tampoco alcanzó el éxito esperado, y Su amor prohibido (1984) de Anthony Page, drama donde interpretaba a una condesa enamorada de un judío (Jürgen Prochnow) en el Berlín de los años 40.
A partir de 1985, Bisset se vió constreñida a desarrollar su carrera más en la televisión, disminuyendo su actividad en el cine. Así apareció en películas como Temporada alta (1987) de Clare Peploe, comedia con James Fox e Irene Papas, La casa de jade (1988) de Nadine Trintignant, drama romántico con Vincent Perez, o la comedia negra Escenas de la lucha de sexos en Beverly Hills (1990) de Paul Bartel. Del resto de su languideciente filmografía destacan sus roles secundarios en La ceremonia (1995) de Claude Chabrol, adaptación de una novela de Ruth Rendell, con Isabelle Huppert, Sandrine Bonnaire y Jean-Pierre Cassel, o Más fuerte que su destino (1998) de Marshall Herskovitz, drama sobre la prostitución en la Venecia del siglo XVI, con Catherine McCormack y Rufus Sewell. Después de varias infructuosas candidaturas a los Globos de Oro, finalmente le fue otorgado uno como secundaria por la miniserie televisiva "Dancing on the edge" (2013). Su último film estrenado es Welcome to New York (2014) de Abel Ferrara, drama basado en hechos reales de lo sucedido a Dominique Strauss-Kahn, el que fuera director del FMI, interpretado por Gérard Depardieu. 
Jacqueline, que nunca se ha casado, ha mantenido muchas relaciones amorosas con personajes con los que coincidió en sus películas como Michael Sarrazin, Frank Sinatra, Steve McQueen, Dean Martin, Marcello Mastroianni, Alexander Godunov o Vincent Perez, entre otros.


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