viernes, 3 de julio de 2015

George Sanders (San Petersburgo, Rusia, 3-7-1906 / Castelldefels, Barcelona, España, 25-4-1972): In memoriam

EL VILLANO ILUSTRADO
Hoy es aniversario natal del actor inglés (nacido en Rusia) George Sanders, intérprete de porte distinguido, refinado y aristocrático, que durante alrededor de cuarenta años desarrolló una amplísima carrera en más de 110 películas. Especializado en papeles de villano, a los que dotó de un encantador trazo cínico, elegante, sofisticado, y en muchos momentos, perverso, trabajó con  buen número de los mejores directores de su época, dejó varios clásicos a la posteridad y ganó un Oscar al mejor actor secundario. Enfermo, deprimido y aburrido, se suicidó a los 65 años.
Justo en el momento del triunfo de la revolución bolchevique, sus padres, ambos de nacionalidad inglesa, abandonaron Rusia con sus hijos para trasladarse a Gran Bretaña. Después de terminar su formación universitaria en Brighton y Manchester, George Sanders trabajó en Birmingham en el sector de la industria textil. Con posterioridad se trasladó a Sudamérica para colaborar en la fabricación tabaquera pero tras comprobar que lo del tabaco no era lo suyo, regresó al Reino Unido con la intención de hacerse un hueco en el mundo artístico británico, iniciando unas primeras representaciones teatrales para posteriormente debutar en el cine británico con la película Love, life and laughter (1934) de Maurice Elvey.
En Hollywood firmó contrato con 20th Century Fox y Lloyds de Londres (1936) de Henry King fue la primera producción americana en que participó, a la que siguieron papeles secundarios en títulos como Amor y periodismo (1937), Redención (1937), ambas de Tay Garnett, Cuatro hombres y una plegaria (1938) de John Ford, La pequeña rebelión (1939) de William A. Seiter o Confesiones de un espía nazi (1939) de Anatole Litvak. Su rostro se popularizó cuando entre 1939 y 1941 interpretó una serie de cinco películas dedicadas al personaje de El Santo (anteriormente protagonizada por Louis Hayward y posteriormente por Roger Moore), rol que abandonó para encarnar a otro héroe, The Falcon, desarrollado en otra sucesión de cuatro films entre 1941 y 1942.
En la década de los años 40 intervino asímismo en otros títulos como El hijo de Montecristo (1940) de Rowland V. Lee, con Louis Hayward y Joan Bennett,  Siete torres (1940) de Joe May, con  Margaret Lindsay y Vincent Price, Rebeca (1940) de Alfred Hitchcock, con Laurence Olivier y Joan Fontaine, Enviado especial (1940) de Alfred Hitchcock, con Joel McCrea, Laraine Day y Herbert Marshall, Infierno verde (1940) de James Whale, con Douglas Fairbanks Jr. y Joan Bennett, Alma en la sombra (1941) de W. S. Van Dyke, con Robert Montgomery e Ingrid Bergman, El hombre atrapado (1941) de Fritz Lang, con Walter Pidgeon y Joan Bennett, Cuando muere el día (1941) de Henry Hathaway con Gene Tierney y Bruce Cabot, El hijo de la furia (1942) de John Cromwell, con Tyrone Power y Gene Tierney, La luna y seis peniques (1943) de Albert Lewin, con  Herbert Marshall, El cisne negro (1942) de Henry King, con Tyrone Power y Maureen O'Hara, Esta tierra es mía (1943) de Jean Renoir, con Charles Laughton y Maureen O'Hara, Jack el destripador (1944) de John Brahm, con Merle Oberon y  Laird Cregar, Extraña confesión (1944) de Douglas Sirk, con Linda Darnell (a partir de esta película fue protagonista en varias de las siguientes en este decenio), Concierto macabro (1945) de John Brahm, con Laird Cregar y Linda Darnell, El retrato de Dorian Gray (1945) de Albert Lewin, con Hurd Hatfield y Donna Reed, Pesadilla (1945) de Robert Siodmak, con Geraldine Fitzgerald y Ella Raines, Escándalo en París (1946) de Douglas Sirk, con Signe Hasso y Carole Landis, La extraña mujer (1946) de Edgar G. Ulmer, con Hedy Lamarr y Louis Hayward, Los asuntos privados de Bel Ami (1947) de Albert Lewin, con  Angela Lansbury y Ann Dvorak, El fantasma y la señora Muir (1947) de Joseph L. Mankiewicz, con Gene Tierney y Rex Harrison, El asesino poeta (1947) Douglas Sirk, con Lucille Ball, Charles Coburn y Boris Karloff, Ambiciosa (1947) de Otto Preminger, con Linda Darnell, Cornel Wilde y Richard Greene, El abanico de Lady Windermere (1949) de Otto Preminger, con Jeanne Crain, Madeleine Carroll y Richard Greene, o Sansón y Dalila (1949) de Cecil B. DeMille, con Hedy Lamarr y Victor Mature.
Su talento fue premiado con un Oscar al mejor actor secundario por Eva al desnudo (1950) de Joseph L. Mankiewicz, con Bette Davis, Anne Baxter y Celeste Holm. En esa década su carrera prosiguió a buen ritmo con películas como Ambición de mujer (1951) de Michael Gordon, con Susan Hayward y Dan Dailey, El milagro del cuadro (1952) de Richard Brooks, con Stewart Granger y Pier Angeli, Destino: Budapest (1952) de Robert Parrish, con Dana Andrews, Audrey Totter y Märta Torén, Llámeme señora (1953) de Walter Lang, con Ethel Merman, Donald O'Connor y Vera-Ellen, El único testigo (1954) de Roy Rowland, con Barbara Stanwyck y  Gary Merrill, El talismán (1954) de David Butler, con Rex Harrison, Virginia Mayo y Laurence Harvey, Te querré siempre (1954) de Roberto Rossellini, con Ingrid Bergman, La amada de Júpiter (1954) de George Sidney, con Esther Williams y Howard Keel, Los contrabandistas de Moonfleet (1955) de Fritz Lang, con Stewart Granger, El ladrón del rey (1955) de Robert Z. Leonard, con Ann Blyth, Edmund Purdom y David Niven, Duelo de espías (1955) de John Sturges, con Cornel Wilde, Michael Wilding y Anne Francis, Mientras Nueva York duerme (1956) de Fritz Lang, con Dana Andrews, Rhonda Fleming y Ida Lupino, Amores de un impostor (1956) de Charles Martin, con Yvonne De Carlo y Zsa Zsa Gabor, Hoy como ayer (1956) de Jerry Hopper, con Rock Hudson y Cornell Borchers, De la tierra a la luna (1958) de Byron Haskin, con Joseph Cotten y Debra Paget, Toda la verdad (1958) de John Guillermin, con Stewart Granger y Donna Reed, Esa clase de mujer (1959) de Sidney Lumet, con Sophia Loren y Tab Hunter, Salomón y la reina de Saba (1959) de King Vidor, con Yul Brynner y Gina Lollobrigida y Operación Robinson (1959) de Guy Hamilton, con James Mason y Vera Miles. 
Más altibajos encontró su filmografía en los años siguientes, entre los que, entre bastantes subproductos, se pueden destacar algunos films como El último viaje (1960) de Andrew L. Stone, con Robert Stack, Dorothy Malone y Edmond O'Brien, El asesino de mujeres (1960) de W. Lee Wilder, con Corinne Calvet, El pueblo de los malditos (1960) de Wolf Rilla, un clásico de la serie B, Los hijos del capitán Grant (1962) de Robert Stevenson, con Maurice Chevalier y Hayley Mills, El nuevo caso del inspector Clouseau (1964) de Blake Edwards, con Peter Sellers y Elke Sommer, Moll Flanders (1965) de Terence Young, con Kim Novak y Richard Johnson, Conspiración en Berlín (1966) de Michael Anderson, con George Segal, Alec Guinness, Max von Sydow y Senta Berger, La carta del Kremlin (1970) de John Huston, con Bibi Andersson y Patrick O'Neal, Holocausto radiactivo (1972) de Peter Sasdy, con Ian Bannen y Judy Geeson, o La noche sin fin (1972) de Sidney Gilliat, con Hayley Mills.
Sanders contrajo matrimonio en cuatro ocasiones. La primera boda se produjo en 1940, cuando se casó con Susan Larson, de la que se divorció en 1949 para casarse con la conocida actriz Zsa Zsa Gabor. Tras un tormentoso matrimonio, Zsa Zsa y George Sanders se divorciaron en 1954. Cinco años después se casó con la actriz inglesa Benita Hume, quien dejó viudo al actor en 1967. Por último se casó en 1970 con Magda Gabor, la hermana de Zsa Zsa,  pero el matrimonio resultó un fracaso y se divorciaron a los 32 días del enlace. Su última pareja fue Lorraine Chanel (1968-1972).
El 25 de abril de 1972, en un hotel de Castelldefels, población cercana a Barcelona, decidió acabar con su vida tras ingerir una sobredosis de Nembutal, no sin antes haber escrito una nota de despedida con su firma: “Querido mundo, me marcho porque estoy aburrido, siento que he vivido demasiado, te dejo con tus preocupaciones en esta dulce cloaca. Buena suerte.” Tenía 65 años.


1 comentario:

  1. Sí, lo pude apreciar en muchas de sus películas. Me complace recordar, particularmente El Cisne Negro. La reseña es rigurosa y detallada. No sabía lo de su despedida por escrito y su suicidio. Lástima.

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