viernes, 3 de julio de 2015

Franz Kafka (Praga, Imperio Austrohúngaro, hoy República Checa, 3-7-1883 / Kierling, Austria, 3-6-1924): In memoriam

FRANZ K

Hoy es aniversario natal del escritor checo en lengua alemana Franz Kafka. Su desasosegante y simbólica narrativa anticipó la opresión, la angustia y la alienación del individuo del siglo XX. Está considerado como una de las figuras más significativas de la literatura moderna; de hecho, el término 'kafkiano' se aplica a situaciones personales o sociales retorcidas o grotescas, o a su tratamiento por escrito. Los temas de su obra son la soledad, la frustración y la angustiosa sensación de culpabilidad que experimenta el ciudadano al verse amenazado por fuerzas desconocidas que no alcanza a comprender y se hallan fuera de su control. Su obra, que pasó prácticamente inadvertida hasta después de su muerte, se adelantó al expresionismo y al existencialismo y ha ejercido enorme influencia en la literatura posterior. Camus, Sartre, Borges y García Márquez son algunos de los escritores que la han acusado.

Semblanza procedente (con modificaciones) de la página Biografías y Vidas:

Nacido en el seno de una familia de comerciantes textiles judíos, su padre fue una figura dominante, autoritaria y prepotente, cuya influencia impregnaría la obra de Franz Kafka y agobió su existencia. Entre los diez y los dieciocho años se formó en un riguroso ambiente cultural alemán y, obligado por su padre, se doctoró en Derecho a los veintitrés. En esa época era anticlerical y se interesó por el ateismo y el socialismo. En los últimos años de su vida enfocaría su interés hacia la mística y la religión judías, que favorecieron su adhesión al sionismo. Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1923 al agravarse la tuberculosis, que padecía desde 1917 y sería la causante de su muerte. A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura, si bien en vida sólo publicó narraciones cortas.
Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa -pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos- constituye una de las cumbres de la literatura en alemán y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.
En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, la escritura de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez, mezclando con naturalidad fantasía y realidad, lo que da a su obra un aire claustrofóbico y fantasmal. Ese mundo de sueños, que describe paradójicamente con un detallismo minucioso, ya se halla presente en su primera novela corta, Descripción de una lucha (1905), que apareció parcialmente en la revista Hyperion, que dirigía Franz Blei.
En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones, que reunía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro pasó desapercibido; los siguientes tampoco obtendrían ningún éxito, fuera de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales. De 1913 a 1917 mantuvo una difícil relación con la joven alemana Felice Brauer, a la que pretendió sin fortuna, que puede ser analizada en Cartas a Felice (1967).
El estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un noviazgo en el que había depositado todas sus esperanzas señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El chófer, que incorporaría más adelante a su novela América (también conocida como El desaparecido), En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural. En Carta al padre, escrita en 1919 pero publicada, como casi toda su obra, postumamente, Kafka expresa sus sentimientos de inferioridad y rechazo paterno.
En 1920 abandonó su empleo, ingresó en un sanatorio y, poco tiempo después, se estableció en una casa de campo en la que escribió El castillo; al año siguiente Kafka conoció a la escritora checa Milena Jesenska-Pollak, con la que mantuvo un breve romance y una abundante correspondencia (Cartas a Milena), no publicada hasta 1952. El último año de su vida encontró en otra mujer, Dora Dymant, el gran amor que había anhelado siempre, y que le devolvió brevemente la esperanza. Frank Kafka falleció a los 40 años víctima de la tuberculosis en un sanatorio austriaco.
La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo fantástico de sus obras juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se consigue captar ni el principio ni el fin. Sus personajes, designados frecuentemente con una inicial (Joseph K o simplemente K), son zarandeados y amenazados por instancias ocultas. Así, el protagonista de El proceso no llegará a conocer el motivo de su condena a muerte, y el agrimensor de El castillo buscará en vano el rostro del aparato burocrático en el que pretende integrarse.
Los elementos fantásticos o absurdos, como la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregor Samsa en La metamorfosis, introducen en la realidad más cotidiana aquella distorsión que permite desvelar su propia y más profunda inconsistencia, un método que se ha llegado a considerar como una especial y literaria reducción al absurdo. Su originalidad irreductible y el inmenso valor literario de su obra le han valido a posteriori una posición privilegiada, casi mítica, en la literatura contemporánea.


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