viernes, 5 de junio de 2015

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, España, 5-6-1898 / entre Víznar y Alfacar, Granada, España, 18-8-1936): In memoriam

EL POETA ASESINADO

Hoy es aniversario natal del poeta y dramaturgo granadino Federico García Lorca, el más popular y leído de todo el siglo XX español. Se le incluye en la llamada Generación del 27, grupo de jóvenes escritores que se reunieron en Sevilla a finales de ese año para conmemorar el tricentenario de la muerte del poeta Luis de Góngora, siendo los más destacados: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Notable por su poesía desde 1928, el éxito dramático de Lorca coincidió con la instauración en 1931 de la II República Española. Su terrible muerte a los 38 años por asesinato a manos de la guardia civil, consecutiva a la sublevación militar contra aquella, lo convirtieron en la víctima más célebre de la guerra civil española a escala universal.

Semblanza procedente (con modificaciones) de la página Biografías y Vidas:

Los primeros años de la infancia de Federico García Lorca, hijo de un hacendado y una maestra de escuela,  transcurrieron en el ambiente rural de su pequeño pueblo granadino, para después ir a estudiar a un colegio de Granada. Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió Filosofía y Letras y se licenció en Derecho. En la universidad hizo amistad con Manuel de Falla, quien ejerció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular.
A partir de 1919, ayudado por el político socialista Fernando de los Ríos, se instaló en Madrid en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Juan Ramón Jiménez y a Antonio Machado, y trabó amistad con poetas de su generación y artistas como Buñuel o Dalí. En este ambiente, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y empezó a interesarse por el teatro. Sin embargo, su primera pieza teatral, El maleficio de la mariposa (1921), fue un fracaso.
En 1921 publicó su primera obra en verso, Libro de poemas, con la cual, a pesar de acusar las influencias románticas y modernistas, consiguió llamar la atención. Sin embargo, el reconocimiento y el éxito literario de Federico García Lorca llegó con la publicación de Canciones (1927) y, sobre todo, con las aplaudidas y continuadas representaciones en Madrid de Mariana Pineda (1927), drama patriótico. Asímismo, entre sus farsas destacan Retablillo de don Cristóbal (1928), pieza de guiñol, y La zapatera prodigiosa (1930), obra de corte cervantino y tono clásico.
Entre 1921 y 1924, al mismo tiempo que trabajaba en Canciones, escribió una obra basada en el folclore andaluz, el Poema del cante jondo (publicado en 1931), un libro ya más unitario y madurado, con el que experimenta por primera vez lo que será un rasgo característico de su poética: la identificación con lo popular y su posterior estilización culta, y que llevó a su plena madurez con el Romancero gitano (1928), que obtuvo un éxito inmediato. En él se funden lo popular y lo culto para cantar al pueblo perseguido de los gitanos, personajes marginales marcados por un trágico destino. Formalmente, Lorca consiguió un lenguaje personal, inconfundible, que reside en la asimilación de elementos y formas populares combinados con audaces metáforas, y con una estilización propia de las formas de poesía pura con que se etiquetó a su generación.
Tras este éxito, Lorca viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario durante el curso 1929-1930. Las impresiones que la ciudad imprimió en su ánimo (el crack de la Bolsa se produjo a poco de su llegada) se materializaron en Poeta en Nueva York (publicada póstumamente en 1940), un canto angustiante, con ecos de denuncia social, contra la moderna civilización urbana y mecanizada. Las formas tradicionales y populares de sus anteriores obras dejan paso en esta otra a visiones apocalípticas, hechas de imágenes ilógicas y oníricas, que entroncan con la corriente surrealista francesa, aunque siempre dentro de la poética personal de Lorca. Antes de volver a España pasó alrededor de mes y medio en Cuba, donde concibió sus dos obras más herméticas consideradas 'irrepresentables': El público (1930, no estrenada comercialmente en castellano hasta 1986) y Así que pasen cinco años (1931, estrenada comercialmente en España en 1978).
De nuevo en España, en 1932 Federico García Lorca fue nombrado director de La Barraca, compañía de teatro universitario que se proponía llevar a los pueblos de Castilla el teatro clásico del Siglo de Oro. Su interés por el teatro, tanto en su vertiente creativa como de difusión, responde a una progresiva evolución hacia lo colectivo y un afán por llegar de la forma más directa posible al pueblo. Así, los últimos años de su vida los consagró al teatro, a excepción del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935), hermosa elegía dedicada a la muerte de su amigo torero, donde combina el tono popular con imágenes de filiación surrealista y el libro de poesía Diván del Tamarit (1936), conjunto de poemas inspirados en la poesía arabigoandaluza. Los Sonetos del amor oscuro (escritos en su último año de vida y ocultados por la familia de Federico a fin de no divulgar su condición homosexual) no verían la luz hasta muchos años después de la muerte del poeta. Su edición más fiable no se produjo hasta 1983.
Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas teatrales. Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933) es una descarnada tragicomedia que describe un complejo ritual de iniciación al amor. En Bodas de sangre (1933), un suceso real inspiró el drama de una novia que huye tras su boda con un antiguo novio (Leonardo). La huida, llena de premoniciones, en la que la propia muerte aparece como personaje, presagia un final al que se viene aludiendo desde la primera escena y en el que ambos hombres se matarán, segando así la posibilidad de continuidad de la estirpe por ambas ramas y renovando la muerte del padre del novio a manos de la familia de Leonardo. De esta manera, la pasión y la autobúsqueda concluyen con la destrucción de todo el orden establecido. Yerma (1934) es una verdadera tragedia al modo clásico, incluido el coro de lavanderas, con su corifeo que dialoga con la protagonista comentando la acción. Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935), su última obra estrenada, poetiza sobre el paso del tiempo a través de una doncella granadina que en vano aguarda el cumplimiento de una promesa de matrimonio.
Entre todas ellas destaca La casa de Bernarda Alba (1936, estrenada en Buenos Aires en 1945), donde la pasión por la vida de la joven Adela, encerrada en su casa junto con sus cuatro hermanas a causa del luto de su padre y oprimida bajo el yugo de una madre tiránica, se rebelará sin temor a las últimas consecuencias. De esta manera, su rebelión se estrellará contra el muro de incomprensión de su familia concluyendo todo con su eliminación. Junto con la figura de la protagonista, destaca la serie de retratos femeninos que realiza el autor, desde la propia Bernarda hasta la vieja criada confidente de todas (Poncia), la hermana amargada y envidiosa (Martirio) o la abuela enloquecida que se opone a la tiranía de Bernarda.
La casa de Bernarda Alba, considerada su obra maestra, fue también la última, ya que ese mismo año, apenas un mes después de estallar la guerra civil española, fue detenido por las fuerzas franquistas el 16 de agosto de 1936 y fusilado dos días más tarde, bajo acusaciones poco claras que señalaban hacia su papel de poeta, librepensador y personaje susceptible de alterar el «orden social».


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