domingo, 22 de marzo de 2015

Nino Manfredi (Castro dei Volsci, Lazio, Italia, 22-3-1921 / Roma, Italia, 4-6-2004): In memoriam

MONSTRUO DE LA COMEDIA ITALIANA
Hoy es aniversario natal del gran actor italiano Nino Manfredi. De talento polifacético y especialmente capacitado para la comedia, fue uno de los más completos y prominentes intérpretes del género (a la altura de Gassman, Sordi, Mastroianni o Tognazzi). Solía interpretar personajes de perdedores, marginados o de clase trabajadora, que asumían su derrota con dignidad y optimismo subyacente y, gracias a sus dotes de amarga ironía, conseguían sobresalir sobre el hipotético vencedor. Enormemente popular en Italia, fue reconocido entre otros premios con seis David di Donatello, seis Nastro d'Argento, además del premio a la mejor ópera prima como director en Cannes por Las tentaciones de Benedetto. En su país fue nombrado Comendador de la Orden al Mérito (1978) y Caballero de la Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana (1994).
Nacido en una familia humilde de origen campesino, Saturnino Manfredi se trasladó a Roma a principios de los años 30 cuando su padre, sargento de policía, fue transferido a esa ciudad. A los 20 años se matricula en la Facultad de Derecho y también se inicia como actor teatral, actividad interrumpida por la guerra. Para evitar el enrolamiento, en 1943 se refugia con su hermano en la montaña en Cassino, regresando en 1944 para retomar sus estudios universitarios e inscribirse en la Academia nacional de arte dramático. Licenciado al año siguiente con una tesis en derecho penal, nunca ejercerá como abogado. Tras recibir el diploma de la Academia en 1947 debuta en el Teatro Piccolo de Roma, donde se curtió como actor dramático, además de confirmarse en la radio con personajes cómicos en dialecto italiano. En el cine debutó como secundario en Torna a Napoli (1949) de Domenico Gambino y Monastero di Santa Chiara (1949) de Mario Sequi. Tras algunas apariciones marginales se hizo popular en los grandes espectáculos de variedades y obtuvo su primer protagónico en la pantalla en la comedia costumbrista Los enamorados (1955) de Mauro Bolognini, actuación que fue muy alabada pòr la crítica. Su sutil vena cómica y su rostro versátil fueron empleados cada vez más brillantemente en una serie de comedias populares: El soltero (1955) de Antonio Pietrangeli, con Alberto Sordi, Guardias de Roma (1956) de Mauro Bolognini, con Alberto Sordi, Peppino De Filippo, Aldo Fabrizi y Gino Cervi, Susana, pura nata (1957) de Steno, con Marisa Allasio, El guardia, el ladrón y la camarera (1958) de Steno, con Gabriella Pallotta, Venecia, la luna y tú (1958) de Dino Risi, con Marisa Allasio, Rufufú da el golpe (1959) de Nanni Loy, con Vittorio Gassman, Renato Salvatori y Claudia Cardinale, Los empleados (1960) de Gianni Puccini, con  Eleonora Rossi Drago, Las píldoras de Hércules (1960) de Luciano Salce, con Sylva Koscina, Crimen en Montecarlo (1960) de Mario Camerini, con Vittorio Gassman, Alberto Sordi y Silvana Mangano, El juicio universal (1961) de Vittorio De Sica, con reparto multiestelar, Los años rugientes (1962) de Luigi Zampa, sátira del fascismo con Gino Cervi y Michèle Mercier, Amores difíciles (1962), film de cuatro episodios a cargo de cuatro directores, en el que el propio Manfredi dirigió e interpretó uno de ellos, o La chica de Parma (1963) de Antonio Pietrangeli, con Catherine Spaak.
El director español Luis García Berlanga le ofreció uno de sus mejores papeles en la comedia negra El verdugo (1963), donde, junto a Emma Penella y José Isbert, encarnó a un ejecutor reluctante en una de las películas españolas más alabadas de todos los tiempos. Después intervino en Un italiano en la Argentina (1964) de Dino Risi, comedia con Vittorio Gassman, Amedeo Nazzari y Silvana Pampanini, Yo la conocía bien (1965) de Antonio Pietrangeli, drama con Stefania Sandrelli, Mario Adorf, Jean-Claude Brialy, Enrico Maria Salerno y Ugo Tognazzi, Yo, yo, yo... y los demás (1966) de Alessandro Blasetti, comedia satírica con Gina Lollobrigida, Silvana Mangano, Walter Chiari, Vittorio De Sica, Marcello Mastroianni y Sylva Koscina, Arreglo de cuentas en San Genaro (1966) de Dino Risi, comedia con Senta Berger y Totò, Una rosa para todos (1967) de Franco Rossi, comedia con Claudia Cardinale y Mario Adorf, El padre de familia (1967) de Nanni Loy, comedia con Leslie Caron, Claudine Auger y Ugo Tognazzi, Servicio secreto a la italiana (1968) de Luigi Comencini, comedia paródica con François Prevost, Abrázame y sáciame de besos (1968) de Dino Risi, comedia con Ugo Tognazzi y Pamela Tiffin, Visiones de un italiano moderno (1969) de Dino Risi, con Sylva Koscina, El poder no perdona (1969) de Luigi Magni, comedia histórica con reparto multiestelar, o Valor sin recompensa (1970) de Nanni Loy, comedia bélica con Jason Robards, Martin Landau y Peter Falk. En la mayoría de estas películas Manfredi, con gran dominio del arte mimético, se identificó con el arquetipo del italiano medio, descarado, miserable, capaz de todo.
Volvió a la dirección con una película casi autobiográfica, Las tentaciones de Benedetto (1971), que también protagonizó, resultando un tremendo éxito. Interpretó a Gepetto en la popular serie televisiva Las aventuras de Pinocho (1972) de Luigi Comencini y siguió apareciendo en títulos como ¿Y cuándo llegará Andrés? (1972) de Vittorio De Sica, comedia con Mariangela Melato, Aventuras y desventuras de un italiano emigrado (1973) de Franco Brusati, comedia dramática sobre la inmigraciónde excelente acogida por crítica y público, Una mujer y tres hombres (1974) de Ettore Scola, otra gran comedia con Vittorio Gassman y Stefania Sandrelli, Cuidado con el payaso (1975)   de Alberto Bevilacqua, comedia con Mariangela Melato, Brutos, feos y malos (1976) de Ettore Scola, una comedia negra de difusión internacional, En nombre del papa rey (1977) de Luigi Magni, otra de sus más celebradas caracterizaciones, El abogado de paja (1978) de Sergio Corbucci, comedia satírica con Ugo Tognazzi y Paolo Stoppa, El juguete (1979) de Giuliano Montaldo, drama con Marlène Jobert, Café Express (1980) de Nanni Loy, comedia dramática con Adolfo Celi, Desnudo de mujer (1981), comedia con Eleonora Giorgi que el propio Manfredi dirigió e interpretó. Aunque siguió participando en otras películas, la mayor parte tuvieron menor repercusión. La última fue La luz prodigiosa (2003) de Miguel Hermoso, producción española con Alfredo Landa y Kiti Manver. Siempre polifacético, Manfredi desempeñó, además de las anteriormente mencionadas, otras actividades como doblador cinematográfico, presentador y actor televisivo, guionista, escritor y cantante. En 1991 fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de UNICEF.
Nino Manfredi estuvo casado con la modelo Erminia Ferrari desde 1955 hasta que murió. Ambos tuvieron un hijo, Luca, y dos hijas, Roberta y Giovanna. Además fue padre de Tonina, nacida en 1985 de una relación con la joven búlgara Svetlana Bogdanova, que el actor conoció en Sofía durante un rodaje. El 7 de julio de 2003 Manfredi sufrió un ictus, que se repitió en diciembre, para acabar falleciendo en junio del año siguiente. Contaba 83 años de edad.


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