domingo, 22 de marzo de 2015

Karl Malden (Chicago, Illinois, US, 22-3-1912 / Los Angeles, California, US, 1-7-2009): In memoriam

RUDO, INTENSO Y AUTÉNTICO

Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Karl Malden, que se distinguió principalmente con poderosas actuaciones en papeles de carácter en las décadas de los años 50 y 60. Siempre solvente y eficaz intérprete, con una carrera de más de sesenta años, ganó un Oscar y un Emmy.

Informe biográfico a partir de la página El Criticón:

De padre serbo-bosnio y madre checa, Karl Malden (cuyo nombre verdadero era Mladen Sekulovich), se crió en Gary, Indiana. Después de acabar sus estudios secundarios (en el instituto se rompió la nariz jugando al futbol americano), trabajó tres años en la misma planta manufacturera de acero que su padre y en 1934 se matriculó para estudiar interpretación en la Goodman Dramatic School de Chicago y cambió su nombre. Viajó a Nueva York y consiguió debutar en Broadway en 1937, trabajando también la radio. En 1938 se casó con la mujer que compartió toda su existencia, Mona Graham. La pareja tuvo dos hijas llamadas Carla y Mila. Hizo su primera aparición cinematográfica interpretando un rol menor en la película Sabían lo que querían (1940) de Garson Kanin y se unió al Group Theatre, donde conoció a un joven Elia Kazan, que le dirigiría años después en tres películas fundamentales en su carrera. La Segunda Guerra Mundial interrumpió su actividad en los escenarios, alistándose Malden como suboficial en las fuerzas aéreas estadounidenses. Finalizada la contienda apareció como secundario en películas como El justiciero (1947) de Elia Kazan o El beso de la muerte (1947) de Henry Hathaway. El sobresaliente éxito teatral en Broadway de "Todos eran mis hijos" de Arthur Miller dirigida por Elia Kazan, obra en la que Karl tuvo un papel importante, le abriría al fin las puertas para sus trabajos en Hollywood en la década siguiente.
Los años 50 le convirtieron en un destacado actor de carácter gracias a títulos como El pistolero (1950) de Henry King, western con Gregory Peck, Al borde del peligro (1950) de Otto Preminger, noir con Dana Andrews y Gene Tierney, Situación desesperada (1951) de Lewis Milestone, fim bélico con Richard Widmark, Un tranvía llamado deseo (1951) de Elia Kazan, adaptación a la pantalla del drama de Tennessee Williams premiado con el Pulizer, en cuyo estreno neoyorquino había participado Malden junto a Jessica Tandy Marlon Brando y Kim Hunter (siendo la primera sustituida por Vivien Leigh para la versión fílmica, que mantuvo a los otros tres intérpretes en sus mismos papeles), Correo diplomático (1952) de Henry Hathaway, thriller de espionaje con Tyrone Power y Patricia Neal, Pasión bajo la niebla (1952) de King Vidor, película en la que se casaba con Jennifer Jones, siendo Charlton Heston el tercer vértice de un triángulo amoroso, Yo confieso (1953) de Alfred Hitchcock, tenso drama donde era un inspector de policía que investigaba al padre Logan, encarnado por Montgomery Clift, acusado de homicidio, Hombres de infantería (1953) de Richard Brooks, cinta bélica sobre la guerra de Corea coprotagonizada junto a Richard Widmark, El fantasma de la calle Morgue (1954) de Roy Del Ruth, adaptación de Allan Poe, donde Malden era el actor principal, La ley del silencio (1954) de Elia Kazan, drama con Marlon Brando, Lee J. Cobb, Rod Steiger y Eva Marie Saint premiado con ocho Oscars, Baby Doll (1956) de Elia Kazan, según la obra de Tennessee Williams, donde encabezó un reparto que incluía a Carroll Baker y Eli Wallach, El precio del éxito (1957) de Robert Mulligan, biopic deportivo con Anthony Perkins, Bombarderos B-52 (1957) de Gordon Douglas, drama bélico con Natalie Wood, o El árbol del ahorcado (1959) de Delmer Daves, western con Gary Cooper y Maria Schell. También tuvo tiempo para debutar como director con la película Labios sellados (1957), su único y estimable trabajo tras la cámara. Brillando en esta década en papeles de reparto o protagonistas, Malden ganó el Oscar como secundario por Un tranvía llamado deseo, repitiendo nominación en la misma categoría por La ley del silencio.
Los años 60 volvieron a ser importantes para su carrera, a pesar de no protagonizar films de tanta envergadura como en el decenio anterior. Se le puede encontrar acompañando a Hailey Mills y Jane Wyman en la producción de Disney Pollyanna (1960) de David Swift, a Tony Curtis en la comedia biográfica El gran impostor (1961) de Robert Mulligan, a Marlon Brando en el western El rostro impenetrable (1961) del propio Brando, a Troy Donahue y Claudette Colbert en el melodrama Parrish (1961) de Delmer Daves, a Eva Marie Saint y Warren Beatty en el drama Su propio infierno (1962) de John Frankenheimer, a Burt Lancaster en el drama carcelario El hombre de Alcatraz (1962) de John Frankenheimer, a James Stewart y Carroll Baker en el primer episodio del western La conquista del Oeste (1962) dirigido por Henry Hathaway, a Rosalind Russell y Natalie Wood en el musical La reina del vaudeville (1962), a Bette Davis y Peter Lawford en el thriller Su propia víctima (1964) de Paul Henreid, a Richard Widmark, Carroll Baker y James Stewart en el western El gran combate (1964) de John Ford, a Steve McQueen, Edward G. Robinson y Ann-Margret en el drama El rey del juego (1965) de Norman Jewison, a Steve McQueen en el western Nevada Smith (1966) de Henry Hathaway, a Dean Martin y Ann-Margret en el thriller-comedia Matt Helm, agente muy especial (1966) de Henry Levin, a Rod Taylor y Catherine Spaak en la comedia dramática Intriga en el gran hotel (1967) de Richard Quine, a Michael Caine en el thriller de espionaje El cerebro de un billón de dólares (1967) de Ken Russell, a Terence Stamp en el western Infierno en el río (1968) de Silvio Narizzano, o a Peter Ustinov y Maggie Smith en la comedia Un cerebro millonario (1968) de Eric Till.
En los años 70 comenzó bien la década con Patton (1970) de Franklin J. Schaffner, biopic bélico protagonizado por George C. Scott, El gato de las nueve colas (1971), exitoso giallo italiano con James Franciscus y Catherine Spaak, y Dos hombres contra el oeste (1971) de Blake Edwards, western con William Holden y Ryan O'Neal, pero posteriormente tendió a trabajar en el medio televisivo, especialmente gracias al éxito de "Las calles de San Francisco", la serie iniciada en 1972 que coprotagonizó con un joven Michael Douglas, prolongada hasta 1977. Entre sus restantes películas figuran Más allá del Poseidón (1979) de Irwin Allen, Meteoro (1979) de Ronald Neame, La hora del crepúsculo (1982) de Goran Paskaljević o Loca (1987) de Martin Ritt. En 1985 ganó un Emmy televisivo.
Entre 1988 y 1993, Karl Malden fue Presidente de la Academia de Hollywood. Falleció por causas naturales a los 97 años en 2009.


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