jueves, 20 de noviembre de 2014

León Tolstói (Yásnaia Poliana, Tula, Rusia, 9-9-1828 / Astapovo, Rusia, 20-11-1910): In memoriam

MORALISTA, REFORMISTA, CRISTIANO Y ANARQUISTA

Aniversario del fallecimiento del escritor ruso León Tolstói, uno de los más eminentes autores de narrativa realista de todos los tiempos. Su vida, consagrada a la búsqueda del compromiso más sincero y honesto que podía establecer consigo mismo y el mundo que le rodeaba, se debatió en dramáticas dicotomías: Aristócrata refinado y opulento, acabó por definirse paradójicamante como anarquista cristiano, provocando el desconcierto entre los de su clase; creyente convencido de la verdad del Evangelio, mantuvo abiertos enfrentamientos con la Iglesia Ortodoxa y fue excomulgado; promotor de bienintencionadas reformas sociales, no obtuvo el reconocimiento ni la admiración de los radicales ni de los revolucionarios; héroe en la guerra de Crimea, enarboló después la bandera de la mansedumbre y la piedad como las más altas virtudes; y, en fin, discutible y discutido pensador social, nadie le niega hoy haber dado a la imprenta una obra literaria inmensa, una de las mayores de todos los tiempos, donde lo épico y lo lírico se entremezclan plasticamente bajo su personal prisma filosófico. Las Obras Completas de Tolstói fueron publicadas entre 1928 y 1958 en 90 tomos. Sus ideas sobre la resistencia no violenta inspiraron profundamente a personajes como Gandhi o Martin Luther King. En la actualidad se considera a Tolstói uno de los escritores con mayor fuerza moral del siglo XIX.

Semblanza biográfica basada en la página Buscabiografías:

Nacido en la propiedad agrícola familiar de Yásnaia Poliana, al sur de Moscú, era el cuarto entre cinco hijos del conde Nikolai Ilich, rico terrateniente, y de María Nikolaievna, princesa Volkonskaia. Ambos fallecieron siendo León un niño, por lo que los hermanos Tolstói fueron confiados a la tutela de dos tías paternas y en 1841 él pasó a vivir con una de ellas en la ciudad de Kazán.
Recibió educación de tutores franceses y alemanes y a los 16 años accedió a la Universidad de Kazán, donde cursó estudios de lenguas y leyes, que abandonó en 1847. Desde su juventud se esforzó por contribuir de manera práctica a la instrucción pública, pero después de un breve y fútil intento por mejorar las condiciones de vida de los siervos de sus tierras, se introdujo en la disipada vida de la alta sociedad aristocrática moscovita, a la que en sus diarios prometió candidamente reformar. En 1851 se incorpora al ejército y entra en contacto con los cosacos, que se convertirían en los protagonistas de una de sus mejores novelas cortas. Como militar, participó en luchas contra los guerrilleros tártaros en los límites del Cáucaso y en la guerra de Crimea en 1853. Entretanto había concebido la idea de escribir una extensa obra autobiográfica dividida en cuatro partes que iba a titularse "Las cuatro épocas del desarrollo". En dicha obra se propuso describir el proceso de formación del carácter del hombre, desde los primeros años, cuando comienza la vida espiritual, hasta la juventud, cuando esa vida ha adquirido su forma definitiva. Concluyó tres partes de ella: Infancia (1852), a la que siguieron Adolescencia (1854) y Juventud (1856). Después aparece Relatos de Sebastopol (1856), tres historias basadas en la guerra de Crimea. Tras su traslado a San Petersgburgo en 1856, realiza viajes por el extranjero (en 1857 y 1860-61), visitando escuelas alemanas y francesas y, más adelante, en Yásnaia Poliana crea para sus campesinos centros de trabajo y escuelas, en las que, aplicando sus métodos educativos, se anticipó a la educación progresista moderna.
En 1862, se casó con la joven de dieciseis años Sofía Andréievna Behrs, miembro de una culta familia de Moscú. Durante los siguientes quince años formó una extensa familia (tuvo trece hijos) y administró con éxito su hacienda familiar. En esa época, tras publicar Los cosacos (1863), relato basado en sus pasadas experiencias en el Cáucaso, escribió sus dos novelas principales, Guerra y Paz (1865-1869), su obra maestra, un retablo de la vida rusa durante la invasión napoleónica de Rusia por las tropas francesas, y Ana Karénina (1875-1877), una novela psicológica de costumbres de la sociedad rusa, donde se relata una febril pasión adúltera y cuyo propósito moralizador no prevalece sobre su valor artístico.
Alrededor de 1877 se convirtió al cristianismo. En Confesión (1882) se culpa de llevar una existencia vacía y autocomplaciente y emprende una larga búsqueda de valores morales y sociales. Escribe cuentos de carácter edificante, reunidos en el volumen Historias para el pueblo (1884-1885) y obras destinadas a lectores cultos, en las que se permite un mayor espacio para desarrollar su poderosa inventiva. La más conocida de estas obras es La muerte de Iván Ilich (1886), novela corta sobre la angustia de una vida vacía y patética enfrentada a la soledad y la muerte. La obra teatral El poder de las tinieblas (1888) es una tragedia naturalista en la que muestra cómo la avaricia y la lujuria arrrastran a la violencia y la novela corta La sonata a Kreutzer (1889) trata de la educación sexual y el matrimonio.
La esencia del pensamiento cristiano de Tolstói se condensa en su libro El reino de Dios está en vosotros (1894). También desarrolló su pensamiento en los ensayos Amo y criado (1894), donde ataca las desigualdades sociales y las formas coercitivas del gobierno y de las autoridades religiosas y ¿Qué es el arte? (1898), realizando una condena de casi todas las formas de arte y abogando por un arte inspirado en la moral, con el que el artista comunique los sentimientos y la conciencia religiosa del pueblo. Su última novela, Resurrección (1899), es la historia de la regeneración moral de un noble hasta entonces falto de escrúpulos. Por la visión del cristianismo que daba en sus escritos fue excomulgado por la Iglesia Ortodoxa rusa en 1901.
Sus obras han dejado una huella imborrable en la historia de la literatura universal: la profundidad de sus intuiciones humanas y la precisión psicológica en la descripción de sus personajes lo erigen en uno de los pensadores morales más fecundos y más fascinantes de la literatura de todos los tiempos. Con 82 años, atormentado por la disparidad entre sus criterios morales y su riqueza material, y por las disputas con su mujer, que se oponía a deshacerse de sus posesiones, Tolstói, acompañado por su médico y la menor de sus hijas, se marchó de casa a escondidas en medio de la noche. Tres días más tarde, cayó enfermo de neumonía y, el 20 de noviembre de 1910, falleció en una estación de ferrocarril en Astápovo (hoy Lev Tolstói), provincia de Lípetsk. Fue enterrado multitudinariamente sin ninguna ceremonia religiosa en una pequeña loma cercana a Yásnaia Poliana, el día 22 de noviembre de 1910. En el año 2001, un biznieto de Tolstói solicitó a la iglesia ortodoxa rusa la revocación de la excomunión pronunciada contra el escritor ruso.


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