Museo LoPiù: Tribute to Catherine Deneuve (Paris, France, 22-10-1943)

LA GRAN DIVA DEL CINE FRANCÉS

Catherine Deneuve, la actriz francesa actual más conocida en todo el mundo, cumple hoy 71 años. Su extensa carrera abarca más de 120 peliculas, algunas de ellas clásicos. De ella dijo Buñuel: «Es bella como la muerte, seductora como el pecado y fría como la virtud». Icono de la belleza y de la moda, fue musa del diseñador Yves Saint Laurent. Actualmente es embajadora de buena voluntad de la Unesco.

Reseña biográfica basada en la página El Criticón:

Elegante, bella, gélida presencia, Catherine Deneuve fue musa de directores como Roman Polanski Luis Buñuel o François Truffaut. Es una de las actrices más fascinantes surgidas en el cine europeo en la segunda mitad del siglo XX.

Catherine nació el 22 de octubre de 1943 en París. Su padre era el actor Maurice Dorléac y su hermana mayor, Françoise Dorléac, nacida en 1942, también se convirtió en actriz. Debutó en el cine con el nombre de Catherine Dorléac en la película Les collégiennes (1956) de André Hunebelle. Este inicio adolescente en la gran pantalla fue continuado tres años más tarde ya con su nombre artístico, adoptando el apellido de su madre, con títulos como Les parisiennes (1962) de Marc Allégret o Le vice et la vertu (1963), una película dirigida por Roger Vadim, quien se convirtió en su amante y con quien tuvo a su hijo Christian.

El gran salto a la fama de la intérprete francesa se produjo cuando protagonizó junto a Nino Castelnuovo Los paraguas de Cherburgo (1964), musical romántico que dirigió Jacques Demy con música de Michel Legrand, Palma de Oro en el Festival de Cannes, un gran éxito en Francia y fuera de ella. A partir de ese momento empezó a participar en películas de mayor entidad, con directores importantes como Claude Chabrol, Édouard Molinaro, Philippe de Broca, etc. En 1965 Catherine Deneuve se casó con el fotógrafo de modas David Bailey, de quien se divorciaría en 1972. Con Repulsión (1965) de Roman Polanski encontró uno de sus papeles más recordados y estuvo perfecta como una joven desequilibrada. Junto a su hermana, con quien ya había trabajado en otros films, y con el director Jacques Demy volvió a coincidir en otro músical de éxito, Las señoritas de Rochefort (1967). François Dorléac desgraciadamente falleció poco después a causa de un accidente de coche cuando tenía solamente 25 años, lo que afectó profundamente a Catherine. Otro títulos memorables de aquel año fueron Belle de jour (1967) de Luis Buñuel y Benjamin, diario de un joven inocente (1967) de Michel Deville. Ya convertida en estrella internacional, siguieron películas como Mayerling (1968) de Terence Young, una coproducción europea junto a Omar Sharif, James Mason y Ava Gadner o Locos de abril (1969) de Stuart Rosenberg, con Jack Lemmon, su primera incursión en el cine de Hollywood. El primer encuentro de Catherine con François Truffaut produjo otro clásico, La sirena del Mississippi (1969), drama romántico coprotagonizado por Jean-Paul Belmondo, con el que concluyó la década de sus títulos más recordados.

En los años 70 destacó en Tristana (1970), film de Buñuel en el que compartía cartel con Fernando Rey. Su carrera a partir de este título siempre mantuvo un ritmo regular aunque no alcanzó los niveles de calidad ofrecidos en la pretérita década, pero aún así son destacables películas como Piel de asno (1970), su tercera colaboración con Jacques Demy, Angustia de un querer (1971) de Nadine Trintignant o Liza (1972) de Marco Ferreri, las dos últimas junto a Marcello Matroianni, con quien tuvo un sonado romance, del que nació su hija Chiara. Después de rodar con Alain Delon el thriller Crónica negra (1972) de Jean-Pierre Melville, vuelve a compartir créditos con Mastroianni en la comedia No te puedes fiar ni de la cigüeña (1973), su último trabajo para Jacques Demy, y No tocar a la mujer blanca (1974) de Marco Ferreri, western en tono de comedia. Otros títulos de aquel decenio fueron La gran burguesía (1974) de Mauro Bolognini, La agresión (1975) de Gérard Pirès, Mi hombre es un salvaje (1975) de Jean-Paul Rappeneau, Destino fatal (1975) de Robert Aldrich, otro intento infructuso de introducirse en el cine hollywoodense, ¡Si empezara otra vez! (1976) de Claude Lelouch, Alma perdida (1977) de Dino Risi o El dinero de los demás (1978) de Christian de Chalonge.

Inaugura la siguiente década de forma espectacular con El último metro (1980) de François Truffaut, que obtiene un éxito extraordinario y gana 10 premios César, entre ellos a la mejor película, director y actriz protagonista, y es candidata al Oscar a la mejor película en lengua extranjera. Otros films destacados fueron Je vous aime (1980) de Claude Berri, La decisión de las armas (1981) de Alain Corneau, El ansia (1983) de Tony Scott, Fort Saganne (1984) de Alain Corneau, Esperemos que sea mujer (1986) de Mario Monicelli o El lugar del crimen (1986) de André Téchiné.

En los años 90 su talento como intérprete comenzó a ser valorado, ya que Catherine siempre había sido admirada por su sugerente físico más que por sus cualidades como actriz. Fue nominada al Oscar a la mejor actriz por Indochina (1992) de Régis Wargnier, que consiguió el Premio de la Academia a la mejor película en lengua extranjera, después de ganar 5 Césars, entre ellos el segundo para Deneuve. Su madura distinción y belleza continuaron brillando en meritorias películas como Mi estación preferida (1993) o Los ladrones (1996), ambas de André Téchiné, Genealogías de un crimen (1997) de Raoul Ruiz, Place Vendôme (1998) de Nicole Garcia, La vida prometida (1999) de Régis Wargnier, película también candidata al Oscar o El tiempo recobrado (1999) de Raoul Ruiz.

En el nuevo decenio ya es la gran estrella indiscutible del cine fancés: Bailar en la oscuridad (2000) de Lars von Trier, Vuelvo a casa (2001) de Manoel de Oliveira, 8 mujeres (2002) de François Ozon, Una película hablada (2003) de Oliveira, Un cuento de Navidad (2008) de Arnaud Desplechin, La chica del tren (2009) de Téchiné o Potiche, mujeres al poder (2010) de Ozon, entre otros muchos títulos, así lo confirman.