domingo, 3 de agosto de 2014

Dolores del Río (Durango, México, 3-8-1905 / Newport Beach, California, US, 11-4-1983): In memoriam

LA PRIMERA SUPERSTAR MEXICANA

Tal día como hoy hace 109 años nació la actriz mexicana Dolores Asúnsolo y López Negrete, conocida como Dolores del Río, la primera figura femenina latinoamericana del espectáculo en ser reconocida a nivel internacional. Se la consideró una de las mujeres más bellas de su tiempo. Su larga trayectoria también abarcó teatro y televisión. Al declinar su carrera en Hollywood regresó a su país, donde protagonizó algunos de los títulos más emblemáticos de la época dorada del cine mexicano.

Texto procedente (con modificaciones) de la página Buscabiografías:

Hija de un banquero, no transcurrían los primeros cinco años de su vida, cuando sus padres, huyendo de la revolución, se la llevaron a la capital mexicana. Al año siguiente ingresó en el colegio San José, un convento de monjas francesas, para recibir educación elemental. Dolores aprendió francés en el convento y también danza. A la edad de 15 años se casó con el rico abogado Jaime Martínez del Río de quien adoptó el apellido "del Río"  y viajaron durante su  luna de miel de dos años por España, Francia e Inglaterra. De regreso en México el matrimonio comienza a codearse con los pintores, artistas e intelectuales más importantes de la sociedad mexicana. El rostro de Dolores del Río inspiró a pintores como Diego Rivera, Covarrubias y Orozco, Un rostro perfecto, con facciones indígenas bien delineadas: una figura frágil, distinguida, de movimientos corporales elegantes, una personalidad fina, sobria, delicada, de exquisitos modales, así cómo un temperamento y fuerza de voluntad al enfrentar los retos, la convirtieron en una leyenda. 
Llegó al mundo del cine por casualidad tras conocer al director Edwin Carewe, que mientras tomaban el té en una reunión particular, quedó tan impresionado por su belleza que le ofreció un papel en su película Joanna (1925). Más adelante protagonizó películas mudas estadounidenses donde llegó a ser encasillada en papeles de indígena, problema que se acentuaría con la llegada del cine sonoro debido a su acento mexicano. Después de su debut, hizo buenos trabajos en El precio de la gloria (1926),  Los amores de Carmen (1927) y La bailarina de ópera (1928), las tres de Raoul Walsh, así como en Resurrección (1927), Ramona (1928) y Evangeline (1929), todas de Carewe. Durante el rodaje de la última se separa de su marido, quien muere algunos meses después en Alemania.
En el sonoro se estrena con The bad one (1930) de George Fitzmaurice, a la que siguieron títulos como Ave del paraíso (1932) de King Vidor, Volando hacia Río de Janeiro (1933) de Thornton Freeland, en la que debutó la pareja Fred Astaire-Ginger Rogers, Wonder Bar (1934) de Lloyd Bacon, Madame DuBarry (1934) de William Dieterle, I live for love (1935) de Busby Berkeley y otros menos recordados. Tras rodar Estambul (1942), producida por Orson Welles y dirigida por Norman Foster, su descontento con los papeles que le ofrecían en las producciones de Hollywood le hizo volver a su país en 1943.
Dolores del Río era, según Carlos Fuentes "una diosa que se sabía mujer". Volvió a usar las trenzas y los arquetipos indígenas con sus compatriotas Emilio Fernández: Flor silvestre (1943), María Candelaria (1943), Las abandonadas (1944), Bugambilia (1944), La malquerida (1949); Roberto Gavaldón: La otra (1946), La casa chica (1949), Deseada (1951), El niño y la niebla (1953); Alejandro Galindo: Doña Perfecta (1951) e Ismael Rodríguez: La cucaracha (1958) así como, de nuevo reclamada en Hollywood, por Don Siegel: Estrella de fuego (1960) o John Ford: El gran combate (1964). Su última producción mexicana fue Casa de mujeres (1966). En España rodó Señora ama (1954) y La dama del alba (1966) y en Italia  Siempre hay una mujer (1967) junto a Sophia Loren y Omar Sharif.
Tras enviudar se casó en 1930 con Cedric Gibbons, director artístico de la Metro-Goldwyn-Mayer. Después de once años de matrimonio la pareja se separa en 1941 debido, según se dijo entonces, a un affair que la actriz había tenido con el actor y director Orson Welles, quien tras cuatro años de relación luego termina casándose con Rita Hayworth. Su tercer y último matrimonio (1959-1983) fue con Lewis Riley y ella aseguró que fue la relación que más equilibrio emocional le había brindado. Los últimos años de su vida los pasó entre su residencia de Coyoacán y su casa en Newport Beach, dedicando gran parte de su tiempo a fundar la Estancia Infantil de la ANDA, una institución para cuidar a los hijos de los actores.
Dolores del Río falleció a los 77 años en New Port Beach.

 

1 comentario:

  1. Perfecta la síntesis biográfica!! No sería menos tratándose de esta inmensa figura de la actuación.

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