miércoles, 16 de julio de 2014

Barbara Stanwyck (New York, US, 16-7-1907 / Santa Monica, California, US, 20-1-1990): In memoriam

DURA Y VULNERABLE

Aniversario natal de la mítica actriz estadounidense Ruby Catherine Stevens, conocida como Barbara Stanwyck, una de las presencia más recordadas de la era dorada de Hollywood, con una larga carrera que abarca 85 películas. Candidata en cuatro ocasiones al Oscar, nunca lo ganó en competición, hasta que la Academia reparó su olvido concediéndole uno honorífico en 1982. Por su trabajo en televisión ganó tres premios Emmy y un Globo de Oro. El American Film Institute (AFI) la reconoció en 1987 con el Life Achievement Award.

Reseña biográfica (ampliada) procedente de la página El Criticón:

Con la esperanza de llegar a ser intérprete, Barbara comenzó su etapa laboral como telefonista antes de actuar como corista en el mundo del vodevil, su preámbulo para debutar como actriz teatral en Broadway. Allí conoció a Frank Fay, con el que contrajo matrimonio en el año 1928. Justo después de casarse, Barbara se trasladó a California con la intención de abrirse camino en Hollywood. Un año antes de instalarse definitivamente en Los Angeles, la actriz neoyorquina ya había debutado en el cine con Broadway nights (1927), su único film silente, un título dirigido por Joseph C. Boyle.
Los años 30 y 40 fueron muy prolíficos para su carrera, rodando con algunos de los mejores directores de la historia del séptimo arte. Su primer gran éxito vino de manos de uno de ellos, Frank Capra y su película Mujeres ligeras (1930). Bajo las órdenes de Capra, Barbara Stanwyck protagonizó títulos como La mujer milagro (1931), Amor prohibido (1932), La amargura del General Yen (1933) y Juan Nadie (1941), una de sus mejores películas que estaba co-protagonizada por Gary Cooper.
La versatilidad interpretativa de Missy, como así la llamaban sus amigos, le llevó a aparecer en múltiples géneros, interviniendo tanto en comedias, cine negro, melodramas o westerns. Al margen de Capra, con George Stevens intervino en Annie Oakley (1935), con John Ford  en La osa Mayor y las estrellas (1936), con King Vidor en Stella Dallas (1937), con Cecil B. De Mille en Unión Pacífico (1939), con Mitchell Leisen en Recuerdo de una noche (1940), con Preston Sturges en Las tres noches de Eva (1941), con Howard Hawks en Bola de fuego (1941), con William A. Wellman en Una gran señora (1942), con Billy Wilder en Perdición (1944), con Curtis Bernhardt en Mi reputación (1946), con Lewis Milestone en El extraño amor de Martha Ivers (1946), con André De Toth en El otro amor (1947), con Anatole Litvak en Voces de muerte (1948), con Mervin LeRoy en Mundos opuestos (1949), con Anthony Mann en Las furias (1950), con Fritz Lang en Encuentro en la noche (1952), con John Sturges en Astucia de mujer (1952), con Jean Negulesco en El hundimiento del Titanic (1953), con Douglas Sirk en Su gran deseo (1953) y Siempre hay un mañana (1955), con Robert Wise en La torre de los ambiciosos (1954), con Allan Dwan en La reina de Montana (1954), con Samuel Fuller en Cuarenta pistolas (1957) o con Edward Dmytryck en La gata negra (1962).
Respecto a su vida sentimental, Barbara se divorció de Frank Fay en 1935. La pareja al romper tenía un hijo adoptado de nombre Dion Anthony. En el año 1939 la actriz se casó con Robert Taylor, el famoso galán con el que compartió reparto en tres películas: La esposa de su hermano (1936), La contraseña (1937) y The night walker (1965). Se divorció de él en 1951 y nunca jamás volvió a casarse.
Barbara fue nominada al Oscar en cuatro ocasiones (Stella Dallas, Bola de fuego, Perdición y Voces de muerte)A partir de finales de los años 50 sus apariciones en el cine fueron disminuyendo, logrando el éxito en el medio televisivo al protagonizar en los años 60 la serie“The big valley”. Más tarde pudo ser vista en otras teleseries como “El pájaro espino” o “Los Colby”. Murió a los 82 años de fallo cardíaco sobrevenido a una obstrucción pulmonar crónica.

1 comentario:

  1. Sí, una estrella en su momento. Me entero aquí que se había casado con Robert Taylor, para mí el eterno Armando Duval.

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