jueves, 4 de julio de 2024

Lola Gaos (Valencia, España, 2-12-1921 / Madrid, España, 4-7-1993): In memoriam

LA ETERNA SECUNDARIA DEL CINE ESPAÑOL

Hoy es aniversario del fallecimiento de la actriz española Lola Gaos. De físico recio, enjunto y menudo, rostro anguloso y afilado y voz áspera y ronca, fue una conocida intérprete de carácter que desarolló su carrera en el teatro, el cine y la televisión. Su aspecto nada agraciado la relegó a roles secundarios y se especializó en papeles desgarrados de mujer dura, antipática, cruel, malvada, siniestra o marginal. Pese a la brevedad de la mayoría de los mismos, ella nunca pasaba desapercibida en la pantalla. En la famosa cena de pordioseros en Viridiana (1961) de Luis Buñuel es inolvidable el momento en el que su personaje de Enedina se levanta la falda como si estuviese haciendo una foto al grupo. El momento álgido de su filmografía lo alcanzó con su aclamado rol protagónico de Martina en Furtivos (1975) de José Luis Borau, su film más exitoso. Lola Gaos fue asímismo una activista comunista y feminista, aunque no se afilió a ningún partido.

Dolores Gaos González-Pola nació en el seno de una familia culta de clase media. El padre, gallego y jurista y la madre, asturiana y ama de casa, procrearon catorce hijos, de los que sobrevivieron nueve. A éstos se les transmitieron valores republicanos y gran interés por la lectura o la música, destacando su hermano José como filósofo y Vicente y Alejandro como poetas. Aunque Lola aspiraba a estudiar medicina, la Guerra Civil truncó sus expectativas, además de obligar al exilio a su antifranquista familia. Su padre murió en un campo de concentración francés poco después de cruzar la frontera con sus hijos Ignacio y Vicente, mientras que Angel y Miguel sufrieron la cárcel, las depuraciones y los destierros; José, Carlos y Fernando, tras pasar por la cárcel, tomaron el camino del exilio a México. Lola les acompañó y allí comenzó su andadura teatral como meritoria. 

En 1945 regresó a España y hubo de empezar desde cero su carrera como actriz. Ese mismo año se casó con el abogado Gonzalo Castelló Gómez-Trevijano, quien aportó al matrimonio a su hija Luz, y con el que tendría a su hija Inés, futura periodista. En el teatro se integró en las compañías de Mercedes Prendes, Mary Carrillo y Guillermo Marín. Entre las obras en que actuó figuran "Electra" de José María Pemán en 1949, "La casa de Bernarda Alba" de García Lorca en 1950; "Woyzeck" de Georg Büchne en 1959, "Las viejas difíciles", de Carlos Múñiz en 1966, "Espectros" y "El pelícano" de August Strindberg en 1964 y 1968 respectivamente, o ya en 1980, "De San Pascual a San Gil", de Domingo Miras.

En el cine debutó con un pequeño papel sin acreditar en El sótano (1949) de Jaime de Mayor, drama con Paola Barbara, Jesús Tordesillas, Eduardo Fajardo, Maruja Asquerino y Roberto Font. Luego de una breve aparición en Esa pareja feliz (1951) de Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga, comedia con Fernando Fernán Gómez y Elvira Quintillá, su trayectoria en el cine no adquiere continuidad hasta Un marido de ida y vuelta (1957) de Luis Lucia, adaptación de la comedia de Enrique Jardiel Poncela, con Emma Penella, Fernando Fernán Gómez y Fernando Rey, a la que siguen Molokai, la isla maldita (1959) de Luis Lucia, drama religioso de época sobre San Damián, con Javier Escrivá y Ángel Aranda, Un ángel tuvo la culpa (1960) de Luis Lucia, comedia con Emma Penella, José Luis Ozores, Roberto Camardiel y Amparo Rivelles, Alma aragonesa (1961) de José María Ochoa, drama con Lilián de Celis y Manuel Monroy, Viridiana (1961) de Luis Buñuel, drama con Silvia Pinal, Francisco Rabal y Fernando Rey, film adaptador de una novela de Galdós que a pesar de obtener la Palma de Oro en el Festival de Cannes irritó al régimen franquista y al Vaticano, Prohibido enamorarse (1961) de José Antonio Nieves Conde, comedia con Isabel Garcés y Ángel Garasa, Tres de la Cruz Roja (1961) de Fernando Palacios, comedia con Tony Leblanc, José Luis López Vázquez y Manolo Gómez Bur, Los pedigüeños (1961) de Pedro Lazaga, comedia con Tony Leblanc, Gracita Morales y José Luis López Vázquez, Salto mortal (1962) de Mariano Ozores, comedia dramática con José Luis Ozores y Antonio Ozores, Rogelia (1962) de Rafael Gil, drama con Pina Pellicer, Arturo Fernández y Fernando Rey, Atraco a las tres (1962) de José María Forqué, comedia con Cassen, José Luis López Vázquez, Gracita Morales y Katia Loritz, Millonario por un día (1963) de Enrique Cahen Salaberry, comedia con José Marrone, Juanjo Menéndez y Gracita Morales, El verdugo (1963) de Luis García Berlanga, comedia negra con Nino Manfredi, Emma Penella y José Isbert, Benigno, hermano mío (1963) de Arturo González, drama con Fernando Fernán Gómez, José Luis López Vázquez, Carmen Bernardos, Antonio Ferandis, Lola Cardona y Félix Fernández, Tiempo de amor (1964) de Julio Diamante, drama con Julia Gutiérrez Caba, Agustín González, Lina Canalejas, Carlos Estrada, Enriqueta Carballeira y Julián Mateos, La tía Tula (1964) de Miguel Picazo, drama basado en la novela de Unamuno, con Aurora Bautista y Carlos Estrada, Los dinamiteros (1964) de Juan García Atienza, comedia con José Isbert, Sara García y Carlo Pisacane, El arte de vivir (1965) de Julio Diamante, drama con Luigi Giuliani y Elena María Tejeiro, El sonido de la muerte (1965) de José Antonio Nieves Conde, film de terror con Arturo Fernández, Soledad Miranda, James Philbrook, José Bódalo y Antonio Casas, Residencia para espías (1966) de Jesús Franco, film de intriga protagonizado por Eddie Constantine, La busca (1966) de Angelino Fons, adaptación de una novela de Baroja, con Jacques Perrin y Emma Penella, El precio de un hombre (1966) de Eugenio Martín, spaghetti-western con Richard Wyler y Tomas Milian, y Los chicos con las chicas (1967) de Javier Aguirre, musical para el lucimiento del grupo pop Los Bravos.  

En los años 60 y primeros 70 su presencia fue habitual en numerosos programas dramáticos de TVE, como Novela, Estudio 1 o Teatro de siempre. Su última colaboración con el ente público se produciría con la serie "Lorca, muerte de un poeta" (1987), dirigida por Juan Antonio Bardem, con el actor británico Nickolas Grace en el papel protagonista.

Su filmografía prosigue con Tristana (1970) de Luis Buñuel, drama basado en la novela de Galdós, con Catherine Deneuve, Fernando Rey y Franco Nero, donde interpretó a Saturna, su personaje más extenso hasta entonces. Siguieron otros roles de reparto en Pierna creciente, falda menguante (1970) de Javier Aguirre, comedia con Laura Valenzuela, Fernando Fernán Gómez y Emma Cohen, Préstame quince días (1971) de Fernando Merino, comedia con Conchita Velasco, Alfredo Landa, José Luis López Vázquez y Gracita Morales, Sumario sangriento de la pequeña Estefania (1972) de Tonino Valerii, giallo italiano con George Hilton, Salvo Randone, William Berger y Patty Shepard, Mi querida señorita (1972) de Jaime de Armiñán, drama sobre transexualidad con José Luis López Vázquez, Julieta Serrano, Antonio Ferrandis y Mónica Randall, Marianela (1972) de Angelino Fons, adaptación de la novela de Galdós, con Rocío Durcal, Pierre Orcel, José Suárez y Jacqueline Parent, El desafío de Pancho Villa (1972) de Eugenio Martín, spaghetti-western con Telly Savalas, Clint Walker, Anne Francis y Chuck Connors, La guerrilla (1973) de Rafael Gil, drama sobre la Guerra de la Independencia Española protagonizado por Francisco Rabal, Ceremonia sangrienta (1973) de Jorge Grau, film de terror con Lucía Bosè, Espartaco Santoni y Ewa Aulin, y Sex o no sex (1974) de Julio Diamante, comedia con  Carmen Sevilla, José Sacristán, Antonio Ferrandis, José Vivó y Ágata Lys.

La gran oportunidad para desempeñar su primer papel protagónico en la gran pantalla y demostar au talento llegaría con Furtivos (1975) de José Luis Borau, tempestuoso y descarnado drama rural con Ovidi Montllor y Alicia Sánchez, donde interpretó a una madre incestuosa, posesiva y tiránica. El film ganó la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y se estrenó poco antes de la muerte de Franco, obteniendo un rotundo éxito de crítica y público. 

Sin embargo la actriz no volvería a conseguir otro papel tan importante. El resto de su filmografía incluye: De profesión: polígamo (1975) de Angelino Fons, drama con Manuel Summers, El poder del deseo (1975) de Juan Antonio Bardem, thriller con Marisol y Murray Head, Caperucita y roja (1976) de Aitor Goiricelaya y Luis Revenga, comedia con Patxi Andión, Esperanza Roy y Victoria Abril, Dios bendiga cada rincón de esta casa (1977) de Chumy Chúmez, comedia que protagonizó junto Blanca Estrada, Sonámbulos (1978) de Manuel Gutiérrez Aragón, drama con Ana Belén, Norman Briski, María Rosa Salgado y José Luis Gómez, La isla de las cabezas (1979) de Nicola Lazemberg, drama de coproducción franco-española donde interpretó a su tercera y última protagonista, con Claudia Gravy, Jean-François Garreaud, Piéral y Terry-Thomas, ¡Tú estás loco, Briones! (1981) de Javier Maqua, comedia con Esperanza Roy y Quique Camoiras, Trágala, perro (1981) de Antonio Artero, drama con Amparo Muñoz y Fernando Rey, El lago de las vírgenes (1982) de Jesús Franco, film de aventuras erótica con Katja Bienert, Doris Regina, Joaquín Navarro y Eduardo Fajardo, Latidos de pánico (1983) de Paul Naschy, con Paul Naschy, Julia Saly, Silvia Miró y Frances Ondiviela, El balcón abierto (1984) de Jaime Camino, drama homenaje a Federico García Lorca, con José Luis Gómez, Amparo Muñoz, Antonio Flores, Berta Riaza y Álvaro de Luna, Caso cerrado (1985) de Juan Caño Arecha, drama con Pepa Flores, Patxi Bisquert y Encarna Paso, Hierro dulce (1985) de Francisco Rodríguez Fernández, comedia con Emilio Gutiérrez Caba, Emma Suárez y Eduardo Calvo, La noche de la ira (1986) de Javier Elorrieta, drama criminal con Patxi Andión, Beatriz Elorrieta y Agustín González, y Gran Sol (1988) de Ferran Llagostera, drama con Carlos Lucena, Luis Iriondo, Paco Sagarzaru, Agustín González, Patxi Bisquert y António Rupérez. 

Los últimos años de su vida fueron nefastos. En 1982 se divorció de su marido. Una operación de laringe la dejó casi sin voz. Las ofertas de trabajo fueron escaseando y ella tuvo que mantenerse a sí misma y a su hija en paro con una pensión exigua. Tras varios años condenada al ostracismo, enferma y con penurias económicas, Lola Gaos falleció de cáncer intestinal a los 71 años.
 


 

1 comentario:

  1. Estupenda y brillante reseña. Completísima. En el mejor estilo de Javi.

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