lunes, 21 de febrero de 2022

Sam Peckinpah (Fresno, California, US, 21-2-1925 / Inglewood, California, US, 28-12-1984): In memoriam

BLOODY SAM
 
Hoy es aniversario natal del director cinematográfico y guionista Sam Peckinpah. Considerado renovador del género del western, la mayoría de su películas se caracterizan por su crudeza en el uso extremo de la violencia y contienen muchas secuencias detalladamente sangrientas, a veces a cámara lenta. Sus protagonistas, comúnmente hombres, suelen ser personajes que se rigen por un código de conducta pretendidamente honorable que resulta obsoleto en tiempos de cambios sociales tendentes a la corrupción y el materialismo, lo que les convierte en solitarios perdedores, generalmente abocados a un fin trágico mientras luchan por sobrevivir en un mundo salvaje de nihilismo y brutalidad. La crítica ha destacado el vigor de sus puestas en escena o sus lírico-nostálgicas reflexiones sobre el viejo Oeste, así como la profundidad psicológica de sus (anti)héroes. En su día fue llamado 'el poeta de la violencia'.
Durante su adolescencia David Samuel Peckinpah
 y su hermano solían ausentarse de la escuela para entrenarse como cowboys en el rancho de su abuelo. Su carácter indisciplinado motivó que su padres inscribiesen a Sam en una academia militar para graduarse allí. En 1943 se alistó en el Cuerpo de Marines y dos años después fue enviado a China junto a su batallón con la misión de desarmar a los soldados japoneses y repatriarlos tras la II Guerra Mundial. Aunque no tuvo que intervenir en combate, vivió impactantes experiencias que le afectarían profundamente e influirían en la representación de la violencia en sus futuras películas.
Tras licenciarse volvió a Fresno y estudió historia en su universidad. Allí conoció a Marie Selland, una licenciada en arte dramático que en 1947 se convirtió en su primera esposa y con la que tendría cuatro hijos. Influido por ella comenzó a interesarse por el teatro. Al año siguiente emprendió estudios de arte dramático en la Universidad del Sur de California y cuando los concluyó trabajó como tramoyista y fue introduciendose en el mundo de la televisión y del cine. A lo largo de la década de los 50 fue ayudante del director Don Siegel y colaboró en los diálogos de varias de sus películas. En esos años también escribió guiones para series de televisión y dirigió algunos episodios.
Su primera película como director de cine fue Compañeros mortales (1961), un western menor rodado en Arizona con Maureen O'Hara, Brian Keith, Steve Cochran y Chill Wills. Mucho más apreciada fue su segunda película, Duelo en la alta sierra (1962), western crepuscular con los ya muy veteranos Randolph Scott y Joel McCrea, a la que siguieron Mayor Dundee (1965), western ambientado en la Guerra de Secesión, con Charlton Heston, Richard Harris, Jim Hutton, James Coburn y Michael Anderson Jr., y Grupo salvaje (1969), mítico western rodado en México con William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan, Edmond O'Brien, Warren Oates, Jaime Sanchez y Ben Johnson, que revolucionó el montaje cinematográfico, filmando sus numerosas escenas de acción con varias cámaras y puntos de vista, poniendo las cámaras a diferentes velocidades y que impactó por su inusitada violencia explícita y ralentizada. Este film estableció en adelante la reputación de Peckinpah como autor y como renovador del western.
La de los 70 fue su década más prolífica, dirigiendo títulos como La balada de Cable Hogue (1970), inconvencional western elegiaco, divertido y mucho menos violento, con Jason Robards, Stella Stevens y David Warner, Perros de paja (1971), perturbador thriller rodado en un pueblo inglés con Dustin Hoffman y Susan George, que dio buenos dividendos en taquilla pero muchos críticos catalogaron como una fantasía machista y una misógina y fascista celebración de la violencia, El rey del rodeo (1972), western contemporáneo y crepuscular con Steve McQueen, Robert Preston y Ida Lupino, La huida (1972), trepidante thriller de acción basado en una novela de Jim Thompson, que protagonizado por Steve McQueen y Ali MacGraw resultó ser el film más comercial de su carrera, Pat Garrett y Billy el Niño (1973), western revisionista sobre dos personajes de leyenda, con James Coburn, Kris Kristofferson, Bob Dylan y Jason Robards, Quiero la cabeza de Alfredo García (1974), uno de sus westerns más violentos, con Warren Oates e Isela Vega, Los aristócratas del crimen (1975), thriller de acción con James Caan y Robert Duvall que marca el inicio del declive de su carrera, La cruz de hierro (1977), su única incursión en el cine bélico, con  James Coburn, Maximilian Schell, James Mason, David Warner y Senta Berger, Convoy (1978), film de acción itinerante con  Kris Kristofferson, Ali MacGraw, Burt Young y Ernest Borgnine, muy exitoso en taquilla pero rechazado por la crítica.
En cierta ocasión declaró: "No puedo dirigir estando sobrio". La compulsiva adicción de Peckinpah por el alcohol y drogas como cannabis o cocaína le ocasionó gran cantidad de problemas y conflictos con productores y equipos de rodaje, además de debilitar su salud. A estas alturas su filmografía estaba en un punto muerto. Tras cinco años de impasse sólo pudo filmar Clave: Omega (1983), un thriller de intriga con Rutger Hauer, John Hurt, Craig T. Nelson, Dennis Hopper y Burt Lancaster que no gustó a la crítica.
Tras divorciarse de Marie Selland en 1960, contrajo matrimonio en 1964 con la actriz y bailarina mexicana Begoña Palacios; al año siguiente la pareja se divorció y volvieron a casarse por segunda vez. Tuvieron una hija y se divorciaron en 1967. Joie Gould fue su tercera esposa entre 1972 y 1973, unión que también concluyó en divorcio. En 1974 se casó por tercera vez con Begoña Palacios, quien sería su viuda diez años después. Sam Peckinpah murió de un paro cardiaco a la edad de 59 años.
 
 

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