Tribute to Eric Bana (Melbourne, Australia, 9-8-1968)

DE COMEDIANTE EN LA TV AUSTRALIANA A HÉROE DE ACCIÓN EN HOLLYWOOD

 

El actor australiano Eric Bana cumple hoy 53 años. Alto, fuerte y apuesto, comenzó su carrera como comediante en la televisión de su país. Aun sin preparación dramática, su esforzada y sorprendente interpretación de un criminal en Chopper (2000) llamó poderosamente la atención de Hollywood, que pronto lo convirtió en estrella de películas de acción. Sus mejores años fueron los de la primera década del siglo XXI; luego sus películas dejaron de funcionar y su estrellato no acabó de consolidarse, aunque en Australia sigue siendo toda una celebridad. En los últimos años comienza a ser un actor respetado internacionalmente.

Hijo de un croata empleado de una empresa de tractores y de una peluquera alemana, Eric Banadinović (su nombre natal) es el menor de dos hermanos. Ya desde niño demostró dotes para la actuación, imitando a sus profesores para regocijo de sus compañeros de escuela. Cuando en su temprana adolescencia vio a Mel Gibson en la película "Mad Max" (1979) decidió que quería ser actor, pero después pensó en hacerse mecánico de coches. En todo caso hasta doce años después no se planteó en serio actuar y nunca recibió lecciones de interpretación. En 1991, mientras trabajaba como camarero en un hotel, fue persuadido para actuar como cómico, aunque las escasas rentas que le pagaban en pubs de Melbourne no le bastaban para mantenerse, por lo que continuó sirviendo mesas.

En 1993 debutó en la televisión y durante los cuatro años siguientes trabajó como comediante escribiendo sus propios guiones. A veces hacía imitaciones de actores famosos como Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone o Tom Cruise y llegó a tener su propio show y a convertirse en un popular personaje televisivo. Su debut en el cine se produjo con un rol secundario en la película The Castle (1997) de Rob Sitch, una comedia de modesta producción protagonizada por Michael Caton que resultó muy exitosa. En todo caso Bana continuó con sus apariciones televisivas. Inesperadamente le ofrecieron un papel dramático en Chopper (2000) de Andrew Dominik, drama biográfico sobre un conocido criminal real (Mark Read), que curiosamente lo recomendó para interpretarle. Bana, que carecía de experiencia dramática, trabajó a fondo su caraterización: engordó 13 Kg, se afeitó la cabeza y pasó dos días con Read para aprender a imitarlo. Prolongadas sesiones de maquillaje cubrieron su cuerpo de tatuajes y su boca de prótesis dentales metálicas. El film y la actuación de Bana recibieron amplia aclamación y el crítico americano Roger Ebert pronosticó que allí había una futura estrella. A continuación Ridley Scott lo convirtió en uno de los protagonistas de su película Black Hawk derribado (2001), drama bélico en Somalia con Josh Hartnett, Ewan McGregor, Tom Sizemore, William Fichtner y Sam Shepard. Siguió una incursión en la comedia con otra modesta producción australiana, The nugget (2002) de Bill Bennett, con Stephen Curry y Dave O'Neil, pero Hollywood ya tenía puestos sus ojos en Bana.

En la meca del cine rodó sucesivamente Hulk (2003) de Ang Lee, fantasía de ciencia-ficción basada en un comic, con Jennifer Connelly, Sam Elliott, Josh Lucas y Nick Nolte, Troya (2004) de Wolfgang Petersen, taquillera recreación épica de Homero, con Brad Pitt y Orlando Bloom donde interpretó al príncipe Héctor, Munich (2005) de Steven Spielberg, thriller basado en la venganza israelí por los asesinatos de once atletas judíos  a cargo de 'Septiembre Negro' en los Juegos Olímpicos de 1972, con  Daniel Craig, Ciarán Hinds, Mathieu Kassovitz, Hanns Zischler y Geoffrey Rush. Todos estos films resultaron exitosos, no así Lucky you (2007) de Curtis Hanson, drama con Drew Barrymore y Robert Duvall, volviendo Bana al cine australiano con Rómulo, mi padre (2007) de Richard Roxburgh, drama familiar con Franka Potente y Marton Csokas. Después rueda en Inglaterra Las hermanas Bolena (2008) de Justin Chadwick, drama histórico con Natalie Portman y Scarlett Johansson interpretando respectivamente a Anne y Mary Boleyn, y Bana al rey Henry VIII. 

Tras escribir, producir, dirigir e interpretar en su país el documental automovilístico Love the beast (2009), aparece como el malvado Nero en Star Trek (2009) de J.J. Abrams, fantasía de ciencia-ficción basada en la legendaria serie televisiva de 1966, con Chris Pine, Zachary Quinto y Zoe Saldana, a la que siguen Más allá del tiempo (2009) de Robert Schwentke, drama romántico de ciencia-ficción con Rachel McAdams, Hazme reír (2009) de Judd Apatow, comedia con Adam Sandler, Seth Rogen y Leslie Mann, Hanna (2011) de Joe Wright, thriller de acción con Saoirse Ronan y Cate Blanchett (su última película exitosa), La huida (2012) de Stefan Ruzowitzky, drama criminal con Olivia Wilde, Charlie Hunnam, Kris Kristofferson y Sissy Spacek que fracasó en taquilla, Circuito cerrado (2013) de John Crowley, thriller político británico con  Rebecca Hall, Ciarán Hinds y Jim Broadbent, El único superviviente (2013) de Peter Berg, film bélico protagonizado por Mark Wahlberg, Líbranos del mal (2014) de Scott Derrickson, thriller de terror sobrenatural con Edgar Ramirez, La hora decisiva (2016) de Craig Gillespie, thrille de acción con Chris Pine, Casey Affleck y Ben Foster, Special correspondents (2016) de Ricky Gervais, comedia satírica sobre periodismo y fake news que coprotagonizó junto a su director y que fue distribuida por internet, La carta secreta (2016) de Jim Sheridan, drama de producción irlandesa con Rooney Mara, Vanessa Redgrave, Jack Reynor y Theo James, Rey Arturo: La leyenda de Excalibur (2017) de Guy Ritchie, criticada fantasía medieval con Charlie Hunnam y Jude Law, o El precio del perdón (2017) de Roland Joffé,  thriller  sobre el apartheid en Sudáfrica con Forest Whitaker. 

Después de siete años interviniendo en películas  mal acogidas por crítica o público, triunfó con la miniserie televisiva Dirty John (2018). Por su última película estenada, The dry (2020) de Robert Connolly, thriller australiano de intriga con Genevieve O'Reilly, Keir O'Donnell y John Polson, ha recibido las mejores críticas de su carrera.

Bana es aficionado a los deportes, especialmente al automovilismo y al fútbol australiano, y detesta las armas. También se ha distinguido por apoyar diversas causas filantrópicas. Ama la vida familiar y desde 1997 está casado con la publicista Rebecca Gleeson, con la que ha tenido dos hijos: Klaus (1999) y Sophia (2002). Habitualmente reside con su familia en Melbourne.